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martes, 4 de abril de 2017

Tu pasado no te excluye de servir a Dios


Muchas personas piensan que sus pecados pasados son lo suficientemente grandes como para impedirles que sirvan a Dios. Pero, esto no es cierto. Y lo podemos evidenciar a través de la vida del apóstol Pedro, quien después de pecar de una forma tan escandalosa y pública, Dios lo siguió usando. Tanto así que el historiador Lucas registra que Pedro predicó uno de los sermones más efectivos en el comienzo de la iglesia primitiva.

En el día de pentecostés Pedro se pone de pie ante una multitud que no tenía idea alguna de lo que estaba pasando al ver personas bautizadas en el Espíritu Santo. Con mucho denuedo, Pedro prosigue a proclamar el mensaje del evangelio. Cualquiera diría que esto es un acto sorprendente. Considerando que un tiempo atrás, este mismo hombre había negado públicamente a Jesús. Y ahora se encontraba predicando con gran valentía, sin temor alguno a perder su vida, incluso.

Pensemos lo que pudo haber pasado por la mente de Pedro antes de pararse a predicar. Es posible que batalló entre si hacerlo o no. De todos modos, era muy probable que entre la audiencia reunida ahí se encontraba la criada que señaló a Pedro diciendo que él era uno de los seguidores del galileo, la noche que él negó a Jesús. ¿Qué tal si ahí estaban también las personas que insistieron esa fatídica vez reiterándole que él había andado con Jesús ya que su misma manera de hablar lo delataba? 

Era posible que el temor a que le sacaran a relucir su pecado pasado paralizara a Pedro. No obstante, él estaba confiado que su predicación no estaba fundamentada en su propia justicia, sino en la justicia de Cristo. De no haber sido así, entonces uno de los sermones más efectivos en la historia no se hubiera predicado.

Verás, Dios tiene la irresistible facultad de tomar tu fracaso y volverlo en un milagro. Eso fue exactamente lo que pasó con Pedro, el apóstol. Y es exactamente lo mismo que Dios quiere hacer contigo.

Los humanos no somos inmutables. Eso quiere decir que el estado en el que nos encontramos no necesariamente será el estado en el que permaneceremos. Si estamos en Cristo, debemos  parecernos más a Él paulatinamente. Ninguno de nosotros somos un producto terminado y empaquetado. Por el contrario, somos obras en proceso. Jarrones de gracia que estamos siendo moldeados por las manos amorosas del Alfarero. 

Es por eso, entre otras cosas, que amo la Biblia. Porque en ningún momento esconde los errores y tropiezos de sus personajes. Sino que los muestra con toda claridad para que nuestro ánimo en el Señor sea edificado.

Y esto desarrollo lo vemos en la vida de Pedro. El Dr. Steven Cole muestra cómo Pedro creció en tres diferentes maneras.

En primer lugar, al comienzo de su ministerio con Jesús, Pedro era una persona extremadamente arrogante. Podemos observar esto cuando Jesús predice que sus discípulos huirían negándolo. Pedro es el primero en decir que esto no sería así en el caso de él, ya que de ser necesario, estaba dispuesto incluso a dar su vida. Pero, jamás haría algo como dejar abandonado a Jesús. 

Esta arrogancia no debe confundirse con valentía. Pues, momentos después notamos que las cosas no fueron así. Sino que más bien, Pedro seguía a Jesús desde lejos y lo negó cuando las personas señalaron que él andaba con Cristo. Pero, años después, cuando Pedro escribió una de sus cartas, ahora con alguna experiencia sobre sus hombros, él aconseja con prudencia: "Vístanse de humildad y sírvanse unos a otros.” 1 Pedro 5:5.

El fracaso tiene una pedagogía fructífera: nos enseña a ser humildes. Así como se lo enseñó a Pedro. Por eso, siempre que te encuentres con personas que caminan por la vida llevándose a los demás con el pecho, estás viendo a alguien que va en el carril izquierdo dirigiéndose hacia un fracaso inevitable que terminará, en el mejor de los casos, con una severa dosis de humildad.

En segundo lugar, cuando Jesús pidió a tres de sus seguidores más cercanos que le acompañarán a orar, Pedro también estaba ahí. Pero, no pudo velar junto al Maestro en oración. Ni siquiera una hora. Al parecer, orar no era una de las prioridades en el ministerio de Pedro. Sin embargo, años después, Pedro en una de sus cartas, escribe que: "debemos velar y orar” (1 Pedro 4:7).

El fracaso tiene el potencial de enseñarnos a depender más de Dios a través de la oración. Siempre que confiamos en nuestro repertorio de talentos, conexiones y recursos por encima de todo lo demás, Dios tiene el irresistible hábito de permitir que nuestros castillos de arena sean llevados por la marea alta de la vida. 

Para que así caigamos a la realidad que todo procede de Dios y debemos depender de Él. La vida cristiana no se trata de hacer algo por Jesús sino de hacer todo con Jesús. El fracaso nos enseña a depender más de Dios por medio de la oración. 

En tercer lugar, la noche que los soldados llegaron a traer Jesús para llevarlo preso, Pedro no soportó el hecho que su Maestro fuera tratado como un criminal. Habiendo sido miembro de la organización revolucionaria de los zelotes, cuya misión principal era liberar a Israel de las cadenas del imperialismo romano, Pedro se levanta con una espada y le corta la oreja a uno de los soldados. 

Sin embargo, un tiempo después, Pedro escribe en una de sus cartas que es necesario "padecer con paciencia en los sufrimientos pues sólo así tendremos una gloria segura." (1 Pedro 2:20).

El fracaso le enseñó a Pedro a ser paciente en la escuela del sufrimiento. De la misma manera que las lecciones aprendidas en la universidad del fracaso nos ayudan a confiar en Dios pacientemente en medio de las pruebas.

Pedro no fue valiente cuando negó a Jesús. Todo lo contrario, fue un acto de cobardía. Pero, cuando él se paró a predicar el evangelio en el día de pentecostés, Dios había usado su fracaso pasado para hacerlo un mejor hombre y un mejor seguidor de Jesús. Tu pecado podrá ser grande, oscuro, escandaloso y muchas cosas más. Pero, eso no significa que Dios no te pueda usar. Dios está interesado en restaurarte, no en reemplazarte.

En cierta ocasión, un hombre salió de vacaciones con su esposa e hijos en el carro de la familia. Poco tiempo después, el carro se averió y quedó varado en medio de la nada. Sin saber mucho que hacer, el hombre se bajó, levantó el capó e intentó repararlo. De pronto, un carro lujoso se detuvo. Y se bajó un hombre millonario vestido de manera muy elegante. Se acercó al dueño del carro malo y le ofreció ayuda. 

Éste, incrédulo, pensó: “¿Qué sabe un millonario de arreglar carros?” Pero, como estaba en apuros y no había nadie cerca, lo dejó que le ayudara. Después de hacer unos arreglos en el motor, el millonario le dijo al hombre: “Cuando yo le diga, enciéndalo.” El dueño, aún incrédulo, como no tenía nada que perder le contestó: “Sí, como usted diga.” “Ahora, enciéndalo.” Y de pronto, como por arte de magia, el carro encendió.

Muy sorprendido, el dueño del carro le dijo al hombre rico: "¡¿Cómo hizo eso?! ¡Por favor déjeme pagarle!" El magnate le contestó: "No se preocupe, señor, así déjelo. Además, como usted podrá ver, no necesito su dinero. Que tenga un buen viaje."-"¡No, señor, no puedo dejar que usted se vaya así por así. Al menos dígame porqué usted se detuvo en medio de la nada para ayudarme” replicó el dueño.

 -"Bueno, ya que insiste, buen hombre. Me detuve porque usted maneja un carro Ford. Y mi nombre es Henry Ford, por tanto, no puedo permitir que algo que yo diseñé no esté funcionando a la manera para la cual yo lo construí. Por eso tuve que restaurar mi creación."

Dios, tu Creador está interesado en restaurarte, no en reemplazarte. Tu pasado no significa que estés excluido de servir a Dios en el presente. Y en el futuro.

-Luís Luna Jr.

Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

viernes, 31 de marzo de 2017

Tu pecado no es suficiente


Todos los pecados son ofensas delante de Dios. Pero, hay algunos que causan un impacto negativo mayor en las personas que nos rodean. Por ejemplo, no es lo mismo que un cristiano se pase un semáforo en rojo. A que un líder espiritual sea encontrado en una falta moral grave como el adulterio. Claro que uno causará mucho más escándalo que el otro. Por eso, si ha habido alguien que pecó de una forma tan públicamente escandalosa, ese fue el apóstol Pedro. La negación de Pedro hacia Jesús, según lo relatado por los biógrafos del Mesías, fue algo nefasto. Por muchas razones.

En primer lugar, Pedro fue muy cercano a Jesús. Durante el desarrollo de su ministerio, Cristo se convirtió en un líder popular. Las masas se aglomeraban para escuchar lo que él tenía que decir ya que la gente encontraba que enseñaba con una autoridad que parecía faltarle al resto de los rabinos contemporáneos. Así también, Jesús realizaba muchos milagros. Sanando enfermos y haciendo grandes prodigios. Por esto, las multitudes siempre estaban detrás de él en cualquier lugar que estuviera.

No obstante, aunque era muy seguido por muchos, Jesús eligió a doce hombres para compartir su vida y ministerio de una forma más íntima que con el resto. Si te tomas el tiempo de leer los evangelios, te darás cuenta que estos hombres no tenían nada espléndido. No eran la crema de la nata, ni mucho menos. Eran simples hombres comunes y corrientes que tenían trabajos sencillos.

Curiosamente, uno de los axiomas de liderazgo más populares es que si quieres llegar lejos debes rodearte de gente capaz con un buen pedigree. Tal parece que Jesús fracasó de acuerdo a la sabiduría convencional de los bestsellers modernos de liderazgo. Porque estos simples hombres eran nada más y nada menos que eso: simples hombres. Y dentro de estos doce discípulos, Jesús tenía un círculo más cercano aún, compuesto por tres de sus seguidores: Juan, Jacobo y Pedro. 

Es decir, Pedro era parte del grupo más íntimo con el que Jesús compartió. Y a pesar de esto, Pedro negó a Jesús.

En segundo lugar, Pedro fue de los discípulos que experimentó de primera mano muchas de las obras milagrosas del Maestro. Por ejemplo, cierta vez que Jesús se le apareció a un grupo de pescadores por la noche mientras caminaba por las aguas, Jesús invitó a Pedro a que hiciera lo mismo. Y por un breve momento de fe seguido de incredulidad, Pedro, al igual que Jesús, milagrosamente caminó por las aguas sin hundirse. 

Pedro también estuvo ahí cuando los panes y los peces fueron multiplicados delante de los ojos de la multitud. A sí mismo, Pedro estuvo en primera fila cuando Jesús sanaba a los paralíticos y daba vista a los ciegos. En definitiva, Pedro jamás podría argumentar que fue orillado a las periferias del ministerio por Cristo. Siempre tuvo acceso directo al Maestro. Y pesar de esto, Pedro negó públicamente al Salvador.

Y por si esto fuera poco, Pedro negó a Jesús en el momento en que su Maestro más necesitaba de los suyos. Antes que Jesús fuera apresado, él se retiró a orar en el monte Getsemaní. El escritor bíblico relata que la aflicción era tan grande en el corazón de Jesús que su sudor era tan denso como gotas de sangre. 

Estas fueron, muy probablemente, las horas más difíciles que Jesús tuvo que atravesar. Y cuando más Él necesitó de aquellos por los que estaba a punto de dar su vida, Pedro le dio la espalda. En el momento más vulnerable, el apóstol negó a Jesús.

Pedro fracasó de forma pública y escandalosa delante de muchos. Y puede que tú sientas que ese es tu caso también.

A lo mejor has amanecido demasiadas veces en la cama equivocada junto a la persona incorrecta.

Tal vez estás atravesando la difícil etapa de un embarazo pre-matrimonial.

Es posible, incluso, que has consumido más droga de la que tu sistema tolera y tus recuerdos están llenos de remordimientos a causa de eso.

O probablemente tu hogar se está desintegrando delante de tus propios ojos...y de los ojos de los demás.

Puede que todo eso sea cierto y sea una verdad difícil de confrontar.

Pero, también, la buena noticia del evangelio es que tu pecado, por muy estrepitoso y público que sea, al igual que el de Pedro, no puede separarte del amor de Dios en Cristo.

En la biografía de Jesús escrita por Juan Marcos, en el capítulo 16, Dios permite que un muchacho se encuentre providencialmente con un par de mujeres que llevaban especies aromáticas para ungir el cadáver de Jesús. Y el mensaje que este joven les da es el siguiente (v.7): "díganle a los discípulos y a Pedro, que él (Jesús) va delante de vosotros a Galilea, ahí le veréis, tal y como él lo había prometido."  Ahora, bien, notemos que lo que este muchacho NO dice es: "Díganle a los discípulos, EXCEPTO al traicionero de Pedro." 

Él pudo haber dicho esto. De todos modos, había vasta evidencia para desechar a una sabandija cobarde como lo fue este hombre. Pero, el comunicado no fue así. De haber usado la palabra "excepto" el mensaje hubiese denotado exclusión. Pero, la palabra que usó el mensajero fue una llena de compasión sacrificial. Él dijo: "Díganle a los discípulos Y a Pedro." Esto denota inclusión, misericordia y gracia escandalosa hacia alguien que públicamente negó a Su Salvador.

Si alguna vez hubo alguien en la historia de la Iglesia cristiana con argumentos de sobra para ser excomulgado después de tocar fondo de una forma tan horrible, ese fue Pedro, el apóstol. Pero, las cosas no resultaron así. Porque tu pecado, tal como el de Pedro, es insuficiente para separarte del amor de Dios. Pues, el sacrificio de Cristo fue suficiente para reconciliarte con Dios.

Este amor no es barato. Todo lo contrario. Tiene un costo muy alto. Tu pecado fue tan grande que el hijo de Dios tuvo que morir por ti. Tu estado es peor de lo que crees. Pero, Su gracia es tan vasta que el hijo de Dios estuvo dispuesto a morir por ti.   Eres más amado de lo que imaginas. De hecho, las cicatrices de Jesús son fuentes inagotables de agua viva, que saben a gracia sacrificial y a misericordia fresca. 

Esto no quiere decir que tienes una licencia para seguir pecando. De todos modos, fue tu pecado lo que causó esas cicatrices. Sino, que ahora puedes correr libremente hacia el Trono. En donde siempre serás recibido por el Rey del Universo. El que murió por los cobardes que le han negado, como Pedro. Y como yo.

-Luís Luna Jr.

Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Esperanza ante el terrorismo: De Bruselas al Reparto Lempira


Un autor cierta vez dijo: La felicidad en el mundo es como un corto comercial en medio de una película de terror. La disfrutas mientras dura. Pero, de pronto el comercial termina y las cosas regresan a su programación habitual.

¿Demasiado Trágico? Tal vez. Pero, es probable que este fue el sentimiento general de las personas que sufrieron actos de terror en el aeropuerto de Bruselas en Bélgica y en la col. Reparto Lempira en San Pedro Sula el día de ayer.

En cierta manera, los actos de terror nos muestran que la naturaleza humana es muy ambigua. Por un lado, somos lo suficientemente creativos y buenos para construir orfanatos, hospitales y aeropuertos. Por otro lado, somos lo suficientemente ingeniosos y malos para hacer bombas y armas para destruirlos. 

Los humanos somos capaces de realizar gran bien. E infundir gran terror. El terrorismo, internacional y doméstico, nos muestra hasta donde el mal dentro del corazón humano puede llegar.

Y ante la existencia del mal, debemos lamentarnos. Un error común en gran sector del evangelicalismo moderno es enseñar directa o indirectamente que "los hijos de Dios no se deben lamentar." Esto es curioso. Y hasta irónico, pues la Biblia tiene un libro que se llama Lamentaciones. No sólo eso, sino que hay una sección entera de los Salmos que son “cantos de lamentaciones.” 

Parece que la psicología popular positiva ha influido tanto en el pensamiento cristiano protestante que pensamos que lamentarnos nos hace débiles.

Pero, esto proviene de una mala comprensión del lamento bíblico. Emmanuel Katongole lo describe de la siguiente manera: "Lamentarse no es desesperarse. Lamentarse no es quejarse. No es un llanto hacia el vacío. Lamentarse es un llanto dirigido a Dios. Es el llanto de aquellos que ven la realidad de las heridas profundas del mundo y el costo de buscar la paz. Es la oración de aquellos que están incómodos con la manera en cómo están las cosas. El viaje hacia la reconciliación está basado en la práctica de la lamentación."

El mal tiene diversas formas. Desde las personas inocentes corriendo por su vida ante el atentado en el aeropuerto Zavanteem en Bruselas; los vecinos de la comunidad Reparto Lempira empacando sus pertenencias para huir por sus vidas; los continuos atentados terroristas, que no son tan televisados, en Líbano y Siria; hasta las masacres en suelo hondureño que se dan con frecuencia. 

Ante esto, debemos clamar: “¿Hasta cuándo, Señor?” (Salmo 13:1)

Es por esto que el mensaje del evangelio es pertinente para las víctimas y victimarios. A los terroristas, internacionales y domésticos, Dios quiere decirles que a menos que se arrepientan, ningún sufrimiento que han causado a otros se compara con el verdadero terror y sufrimiento que experimentarán en el lago de fuego. 

A los víctimas aterrorizadas, Dios quiere que sepan que Él es un juez justo. 

Y aunque en este lado de la eternidad, la justicia humana ciertamente es imperfecta, Él un día vendrá a juzgar sin impunidad. Sin amnistía. Sin salvoconducto.

El ladrón que estaba al lado de Jesús, bajo los estándares de Roma era un terrorista del Medio Oriente, en su acto de fe no creyó que su salvación lo liberaba de dar cuentas por sus actos. Él confesó que su sentencia era justa. Y qué él estaba recibiendo "la recompensa debida por sus actos" (Lucas 23:41) aún mientras él clamaba a Jesús por una entrada misericordiosa al reino de Cristo.

Por tanto, no es contradictorio clamar para que Dios haga justicia interviniendo en grupos de terror como ISIS  y las pandillas. Y también, al mismo tiempo clamar para que tanto víctimas como victimarios puedan conocer la misericordia de Dios en Cristo Jesús. Esa oración no es incoherente porque está basada en la cruz.

La cruz significa que Dios es justo y no ignora el pecado. Por eso, Él lo castiga. Pero, la cruz también muestra a un Dios escandalosamente amoroso. Por eso, castiga el pecado...en Su Hijo. Esa es la cruz. Y los cristianos, somos el pueblo de la Cruz.

¿Cuál es tu opinión al respecto? ¡Déjanos tu comentario! Si te gustó este artículo: ¡Compártelo!

-Luis Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.


martes, 2 de febrero de 2016

"Pero, si todo mundo lo está haciendo": ¿Cómo responder a la presión social negativa?



Tenía 6 años cuando los tenis con lucecitas estaban de moda. No sé exactamente cómo funcionaban. El asunto es que caminabas y los tenis alumbraban.

Si sabes a lo que me refiero, eres de los míos. Si no, pues quiere decir que todavía eres un niño.

Todos mis vecinitos los tenían. Y yo también quería un par. Alguien me los compró y me los regaló para navidad. Yo los guardé y esperé hasta el 24 de diciembre para usarlos. Eran las 5:00pm. La hora había llegado para mostrar mis tenis a todos mis amigos. Me los puse. Salí corriendo emocionado. Llamé a todos para que vieran. Y resulta que…

NO FUNCIONABAN. No encendían. No recuerdo exactamente porque. Creo que a lo mejor eran imitación. Y en ese momento todos se rieron de mí.

Ahí estaba yo. En medio de todos. Con mis tenis que no funcionaban. Siendo el hazmrreír. Y a mis 6 años pude experimentar, por primera vez, desde que tengo memoria, el dolor de no ser aceptado en un grupo.

Yo sé. Puede sonar como una historia inofensiva. No pasó nada del otro mundo. Pero, en ese momento sentí la presión de "querer encajar." Y eso es algo con lo que todas las personas en general y los jóvenes en particular tienen que luchar. El deseo desenfrenado de obtener aceptación ha llevado a muchos a hacer cosas que han traído remordimiento.

A lo mejor has pasado por algo similar. O trabajas con jóvenes en tu iglesia que están pasando por esto. Cualquiera que sea el caso, quiero compartirte dos maneras para responder ante la presión social negativa.

Predícate el evangelio...a ti y a tus jóvenes.
El corazón humano es engañoso y a veces, enfermizo. (Jer. 17:9) Una de las enfermedades espirituales más comunes es la amnesia de identidad. Es decir, olvidar con facilidad lo que Dios dice que somos en Cristo. 

Cuando esto pasa, nos volvemos excesivamente preocupados sobre lo que otros piensan y dicen de nosotros. Nos volvemos sensibles y fáciles de ofender. Nos volvemos, en esencia, inseguros. La inseguridad, en parte, es lo que genera la necesidad de sentirnos aceptados. Y esta necesidad hace que la presión social sea más fuerte.

Cuando olvidamos nuestra identidad, la gente alrededor de nosotros se vuelve grande. Y el Dios que está sobre nosotros se vuelve pequeño.

El polémico Mark Twain decía: "El ser humano necesita más ser recordado de lo que ya sabe que ser enseñado de lo que no sabe."

Necesitamos día a día taladrar el evangelio hasta lo más profundo de nuestro corazón. Con la ayuda del Espíritu Santo. 

Si estamos en Cristo, Dios, el Creador del Universo y de todo lo que hay, ha decidido relacionarse con nosotros no como una ser espiritual poderoso y apartado, sino como un Padre. No existe una realidad más fascinante que esa. Y cuando el evangelio se vuelve real en tu corazón, te das cuenta que no tienes que probarle nada a nadie. 

Así que, no estás obligado a tener el ministerio de jóvenes más grande de tu ciudad para que Dios te ame más. 

Dios encuentra placer en ti ahora. Y no en una versión futura en donde tu influencia en la ciudad es más grande.

Tampoco debes forzarte a no comer con el fin de bajar de peso de forma escandalosa, sólo porque todo el mundo a tu alrededor sí está “fit.”

Dios se deleita en ti, ahora, y no en una versión futura y más delgada de ti.

Identifica y sirve a Dios con tus talentos…y los de tus jóvenes.

Una vez alguien en mi grupo de jóvenes me dijo: “Luís, ¿puedo servir yo?” Yo contesté: “Claro.” “Pero, yo no puedo cantar y me da miedo hablar en público.”

Eso me hizo ver algo que estaba tan claro que no lo podía ver. Por años, las iglesias y los ministerios de jóvenes hemos creado una cultura dañina. 

Es decir, a viva voz proclamamos que todos pueden y deben servir. Pero, lo que muchos ministros entienden por “servir” se limita a desenvolverse detrás de un púlpito o en un escenario. Y aceptémoslo, hay personas que simplemente son introvertidas. Y eso no significa algo malo. Dios los creó así. Y Él no se equivoca. 

Cuando empecé como líder de jóvenes pensaba que algo estaba mal con los jóvenes que tienden a ser callados. Como que algún “chip” en su cerebro no estaba en el lugar correcto. Pero, me he dado cuenta que estaba equivocado. El mundo no está compuesto sólo por gente extrovertida (¡gracias a Dios!).

Esos jóvenes introvertidos o tímidos que sólo sientan a observar a “los profesionales del púlpito y del altar” están llenos de talentos y dones únicos. Tu labor, pastor de jóvenes, es identificar esos dones, lograr que ellos los puedan ver y enseñarles de que manera sus talentos pueden contribuir al Reino de Dios. 

Porque cuando lo hagan, entonces sentirán que están funcionando dentro de su diseño. Y así, no tendrán la necesidad de actuar contra su diseño en otros ambientes con el fin de encajar.

Y tú, ¿cuáles son algunas maneras que crees pueden ser efectivas para guiar a los jóvenes a través de la presión social negativa?

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-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba."

lunes, 24 de agosto de 2015

Te casarás con la persona incorrecta


¿Les ha pasado que llega un tiempo en el año en el que parece que todo mundo se está casando y comprometiendo? En donde tu Facebook feed se llena de fotos de bodas, compromisos, arreglos florales, pasteles de fondant y demás. Bueno, pues eso está pasando alrededor mío. Como nota aclaratoria, es una gran alegría para mi cuando mis amigos se casan. 

El matrimonio sin lugar a dudas es un destello de la gracia de Dios aquí en la tierra. Y que dos personas se prometan amor eterno delante de Dios, familia y amigos es una imagen espectacular de Cristo y la Iglesia que humedece mis ojos muchísimo más que el final de "Bajo la misma estrella."

Habiendo dicho esto, escribo este post no como un sabio esposo con décadas de experiencia matrimonial. Sino como un joven soltero de 24 años, en una relación de noviazgo, que todavía tiene mucho que aprender, mucho camino por recorrer y mucho en que ser corregido. 

Sin embargo, he notado, al menos en mi generación algunas nociones acerca del matrimonio que pienso que son dañinas. Por ejemplo, varios años atrás, la gente no hablaba tanto acerca de la famosa "compatibilidad" o de encontrar "mi alma gemela." 

Pero, ahora, parece que la mayoría de jóvenes solteros estamos buscando alguien que nos acepte tal y como somos, que cumpla todos nuestros deseos y nos haga sentir realizados como personas. Esto trae como consecuencia expectativas que no son para nada realistas.

Por ejemplo, ¿cuantas veces no hemos escuchado que alguien ha desechado a una persona como "potencial esposo (a)" por cuestiones tan caprichosas y patéticas?

"Ella es un buen partido...pero, si tan sólo bajara un par de libras."
"Ella es muy guapa...pero, el arroz le queda masoso."
"Pues, todo iba excelente hasta que me dí cuenta que se pone pantalones de tela con calcetines blancos."
"Él parece como un buen muchacho...pero, aborrece a Stephanie Meyer y la saga de Twilight" (Lo cual personalmente encuentro muy razonable)

Es decir, en nuestra cultura en general, y en esta generación en particular, las personas esperan demasiado de su posible "media naranja." Es inusual que alguien vea al matrimonio como dos personas defectuosas desesperadamente necesitadas de la gracia de Dios que se unen para crear un lugar de estabilidad, amor y consuelo. 

Por el contrario, lo que se busca es a alguien que nos acepte tal y como somos, que resalte nuestras habilidades y que cumplas nuestros deseos emocionales y fantasías sexuales.

Lo que esto significa para varios muchachos cristianos es que buscan una joven que tenga la belleza de la reina Ester, la valentía de Débora, las habilidades culinarias de su progenitora y todo esto con el cuerpo de __________ (inserte nombre de modelo favorita aquí)

Y por otro lado, gran cantidad de muchachas jovenes claman al Señor para que su príncipe azul sea sabio como Salomón, fuerte como David, ore como Jesús, hable como Antonio Banderas y se vea sin camisa como WIlliam Levy. 

Sin embargo, el profesor de Ética de la Universidad Duke, el Dr. Stanley Hauerwas dice lo siguiente: 
Algo destructivo para el matrimonio es la ética de autorrealización que asume que el matrimonio y la familia son instituciones que existen principalmente para la realización personal, necesarias para que seamos felices y "plenos." La idea es que hay alguien allá afuera que es la persona ideal con la que debemos de casarnos y que sólo si buscamos con mucho esfuerzo encontraremos la persona correcta. Esta creencia moral pasa por alto un aspecto crucial del matrimonio. Falla en apreciar el hecho que siempre nos casamos con la persona equivocada. 
Nunca conocemos a quien elegimos para casarnos; nos engañamos a nosotros mismos creyendo que sí. O si nos casamos con la persona correcta, sólo dale un tiempo y él o ella cambiarán. Pues, el matrimonio, siendo la enorme cosa que es, significa que no somos la misma persona después que nos hemos casado. El reto principal del matrimonio es aprender a como amar y cuidar al extraño individuo con el que te encuentras casado."

El Dr. Hauerwas destruye la noción de "almas gemelas" principalmente porque el proceso del matrimonio cambia a las personas. 

El Pastor Matt Chandler dice, "el matrimonio es el carril izquierdo de la santificación."

Pero, esto no es todo. Es necesario recordar que cada pareja que toma la decisión de vivir bajo el pacto matrimonial se encuentra espiritualmente quebrantada por el pecado. Así que un pecador que busca que sus fortalezadas sean resaltadas y sus debilidades camufleajdas por otra pecadora que busca exactamente lo mismo es la fórmula mágica para crear conflictos y desilusiones. 

Por eso, la doctrina bíblica del pecado explica porque el matrimonio puede ser tan doloroso y difícil. 

El Dr. Tim Keller, dice lo siguiente en su libro "The Meaning of Marriage" ("El Significado del Matrimonio"):
La razón de porque el matrimonio es tan doloroso y a la vez maravilloso es porque es un reflejo del evangelio, que es doloroso y maravilloso a la vez. El Evangelio es el mensaje que somos más pecadores y defectuosos de lo que nos atrevemos a creer y a la misma vez somos más amados y aceptados en Jesucristo de lo que nos podemos imaginar. Este es el único tipo de relación que verdaderamente nos transformará. 
El amor sin verdad es sentimentalismo; nos apoya y nos afirma pero nos mantiene negando nuestros defectos. La verdad sin amor es aspereza; nos da información pero en una manera que realmente no la podemos escuchar. Sin embargo, el amor salvífico de Dios en Cristo está marcado tanto por una veracidad radical acerca de quienes somos como por un igual y radical compromiso incondicional hacia nosotros. El compromiso misericordioso nos fortalece para ver la verdad acerca de nosotros mismos y arrepentirnos. La convicción y el arrepentimiento nos mueve a abrazar y descansar en la misericordia y gracia de Dios.
Los tiempos duros en el matrimonio nos levan a experimentar más del amor transformador de Dios. Pero, un buen matrimonio será también un lugar en donde experimentaremos este amor transformador en un nivel humano."

¿Esto quiere decir que solamente dejes de orar por tu futura pareja y le digas sí al primero que te aparezca? ¡Claro que no! El punto es que examines tu corazón para ver si estás buscando en otra persona lo que solamente puedes hallar en Jesús.

¿Por qué no en lugar de buscar a la persona correcta tratas de ser la persona correcta? Te hago una pregunta: ¿Eres tú la persona que la persona que estás buscando está buscando? 

Un día platicaba con un amigo y le mencioné una muchacha que yo pensaba que era buen partido para él como futura esposa. Mi amigo había tenido un pasado como un Don Juan y todavía luchaba con algunas cosas. 

Ante esto, él me respondió, "Luís...ella es excelente para mí. Y de hecho me gustaría que hubiese algo entre nosotros. Pero, creo que yo no soy el tipo de persona que ella está buscando." ¡Ouch!

Así que, ¿eres tú la persona "correcta", que la persona "correcta" que estás buscando, está buscando?


Escrito por Luís Luna Jr.

viernes, 7 de agosto de 2015

Una Oración para escuchar la risa de Dios en un mundo que te vuelve enojado


Pronto los perversos desaparecerán; por más que los busques, no los encontrarás. Los humildes poseerán la tierra y vivirán en paz y prosperidad. Los malvados conspiran contra los justos; les gruñen de manera desafiante. Pero el Señor simplemente se ríe, porque ve que el día de su juicio se acerca. –Salmo 37:10-13 (NTV)

Padre Celestial, anticipo mucho el día en el que te escuche reír--una risa que llenará las cortes de los cielos y las cámaras de la eternidad; porque ese será el Día en el que cada expresión de oscuridad y muerte, del mal y locura, mezquindad y maldad serán totalmente erradicadas. Es difícil imaginarse un mundo vacío de cada semblante de pecado y quebranto y lleno hasta rebosar de tu bondad, verdad y belleza; pero Tú has prometido ese Día y Jesús ha asegurado ese Día.

Aunque no tan rápido como nosotros quisiéramos, pero con mayor certeza de lo que nosotros nos imaginamos, el Día en donde todo será hecho nuevo viene pronto. Y así como lo resalta esta Escritura, no serán los poderosos y los arrogantes los que "poseerán la tierra y vivirán en paz", sino "los humildes." Por tanto, te adoro, Padre, por la mansedumbre y humildad de Jesús, que como un cordero (El Cordero) fue llevado a la cruz--tomando nuestro pecado (mi pecado), derrotando el mal, y asegurando la transformación de todas las cosas.

Es en unión con Jesús que, nosotros también, heredaremos la tierra--por muy alucinante y a la vez, sobrio, que sea ese pensamiento; y es en unión con Jesús que nosotros también nos convertiremos en mansos y humildes para ser así útiles en el servicio en tu Reino.

Padre, perdona mi cinismo incrédulo, mis deseos de venganza y mis preocupaciones amedrentadas. La venganza te pertenece a ti, no a mí. La maldad en mi merece tu juicio tanto como requiere tu gracia. Hazme un hombre manso que se entristezca ante el mal, pero que viva con esperanza--tu hijo y siervo, viviendo tu historia para tu gloria.


Así que cuando los planes malévolos y los gruñidos de los impíos parezcan estar en incremento y la justicia en déficit, por favor, Padre, permítenos escuchar Tu risa. Que tu gozo sea nuestra fuerza, tus promesas nuestra confianza, y tu tiempo sea nuestro calendario. Decimos amen en el tierno y triunfante nombre de Jesús.

Traducido por Luís Luna Jr.
Adaptado del blog  "Heavenward" del Dr. Scotty Smith, pastor de Christ Community Church en Nashville, TN. Puedes encontrar el post original aquí

martes, 4 de agosto de 2015

Jesús, el Verdadero y Supremo Sansón

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En el camino a Emaús, Jesús explicó a sus discípulos como todo en el Antiguo Testamento, desde el libro de Moisés hasta los profetas, se trataba de él. A la mayoría de personas les cuesta leer el Antiguo Testamento de esa manera. Así que cuando llegan a un libro como Jueces se preguntan, "¿Qué tiene que ver Jesús en todo este desorden?"

Pero, las pistas están ahí sí sabemos cómo leerlas. Muchas de las historias del Antiguo Testamento proveen la sombra de la cual Jesús es la realidad. Ellas son el bosquejo, Él es la substancia. Lo que ellas comienzan, Jesús termina.

Recientemente, fui sorprendido mientras leía la historia del nacimiento de Sansón. Cuando un ángel viene a prometer sobre el nacimiento milagroso de Sansón, él dice que "Sansón comenzará a salvar a Israel de la mano de los Filisteos" (Jueces 13:5). 

Comenzará. Esa es una manera extraña de decirlo. ¿Quién lo habría de terminar? Sansón, después de todo, era el último juez en el libro. El autor intencionalmente nos está mostrando algo: para el final de esta historia, tienes que leer más allá del libro. Y para aquellos que sabemos el final de la gran historia, debe ser obvio: Jesús completa la salvación que Sansón nada más comenzó.

Esto puede ser visto aún en la historia del nacimiento de Sansón. Hay algunos paralelismos fascinantes: ambos nacimientos fueron prometidos milagrosamente; ambos fueron respuestas al cautiverio de Israel; ambas historias describen el nacimiento y luego la adultez, saltándose la parte de la niñez. Se puede considerar la historia de nacimiento de Sansón como una anticipación del verdadero y supremo Juez que habría de venir.

Los paralelismos entre el nacimiento de Jesús y de Sansón son impactantes, pero también hay una diferencia abismal. El nacimiento de Sansón traería gozo y honor a una mujer que, debido a que era estéril, vivía en medio de la vergüenza. Pero, el nacimiento de Jesús fue todo lo opuesto: trajo vergüenza a María y José, porque parecía que ellos habían concebido un hijo antes del matrimonio. 

La diferencia es crucial, porque nos muestra como el verdadero Salvador nos salvaría--no a través de poder y honor, sino a través de vergüenza y desgracia.

Desde el principio, la historia de Sansón apunta a más allá de Sansón. Apunta a Jesús, el verdadero y supremo Sansón, que triunfaría en cada lugar que Sansón había fallado. Al igual que Sansón, la fuerza de Jesús residía no en su contextura, sino en el poder del Espíritu. Pero, a diferencia de Sansón, Jesús nunca comprometería la ley de Dios. Él obedecería cada faceta de la ley.

A diferencia de Sansón, que fue controlado por sus impulsos, Jesús sería controlado por la voluntad de Dios. Después de ayunar por 40 días en el desierto, Él pudo resistir las tentaciones de Satanás diciendo, "No vivo por pan; vivo por la Palabra de Dios."

A diferencia de Sansón, que se volvió arrogante y egoísta, Jesús--quien sí tenía derecho a un trono--tomaría el rol de un siervo y se sometería a sí mismo a la humillación de la cruz.

Quedamos deslumbrados ante la fuerza de Sansón. Pero, yo quedo sorprendido ante la presencia de Jesús el Nazareno.

Vea, admirar a Sansón por su fuerza nos puede impresionar, pero nunca nos hará cambiar. Porque lo que más necesitamos no es un fuerte modelo y referente a seguir; lo que más necesitamos es un Salvador quebrantado, alguien que nos diera su fuerza y nos salve de nosotros mismos.

La ironía de Sansón radica en que él era fuerte exteriormente, pero terriblemente débil interiormente. En esa forma, él es como muchos de nosotros. Necesitamos alguien que empodere nuestros espíritus, no que simplemente inspire nuestras imaginaciones. Y cuando tú vez y crees lo que Jesús hizo por ti--que Aquel que era fuerte se hizo débil por ti; Aquel que era justo se hizo pecado por ti; que La Vida misma sufrió la muerte por ti...entonces, y sólo entonces, recibirás la fuerza moral para vivir de la manera que Sansón no pudo.


El objetivo de leer la Escritura--ya sea Jueces, Juan o Jonás--es la adoración. No se trata de aprender nuevos datos. No se trata de indagar pasos de acción. Se trata de adoración. Llega un tiempo cuando pones la pluma a un lado, tus ojos miran arriba y dejas de decir, "¡Ay Dios! Mira todo lo que yo he hecho por ti..." y tú dices, "¡Oh, Dios mío! Mira todo lo que Tú has hecho por mí."

Traducido por Luís Luna Jr. 
Este fue un extracto del Sermón "Cuando los débiles se convierten fuertes" del Pastor J.D. Greear, de Summit Church en Raleigh-Durham, Carolina del Norte. Puedes escuchar el sermón en inglés aquí

viernes, 31 de julio de 2015

15 frases de Tim Keller sobre la oración en su libro "Oración: Experimentando Asombro e Intimidad con Dios."


Hay algunos principios de vida que sigo casi de manera automática. Nunca rechazar un pollo con tajadas, manejar siempre por el carril derecho (la mayoría de las veces) y leer todo lo que Tim Keller escribe.

Pocas personas han influenciado tanto mi vida, ministerio y predicación como las enseñanzas y los libros del Dr. Timothy J. Keller, pastor y fundador de Redeemer Presbyterian Church en Manhattan. Su habilidad para identificar y desmantelar los ídolos y pseudo-salvadores imperantes en el corazón humano y el corazón colectivo de la cultura es casi sin par. 

Su autenticidad no deliberada, claridad en la comunicación y obsesión por mostrar a Jesús en cada pasaje de la Escritura han sido usadas por el Señor para hacerme crecer en gracia. Y por eso estoy agradecido.

Así que cuando me di cuenta que él había escrito un libro sobre la oración, no dudé dos veces en comprarlo. Ciertamente hay muchísimos libros que hablan sobre la oración. Pero la mayoría de libros modernos sobre oración cae en uno de dos extremos dañinos para el Cuerpo de Cristo. 

Unos son demasiado humanistas y pragmáticos. Hacen ver a la oración como una fórmula mágica y a Dios como el genio de Aladino en donde si frotamos la lámpara de petición cierta cantidad de veces, el genio aparecerá y nos brindará los caprichos más egoístas de nuestro corazón.

Y por otro lado, están los que nos hacen sentir culpables por no orar. Los que son místicamente densos. Los que tratan de experiencias personales de intimidad con el Señor. Y eso está bien. Pero, a veces pareciera que el autor estaba escribiendo el libro para Dios y los lectores mortales nos quedamos preguntando, "Y bueno, ¿y ahora cómo le hago?"

Pero, Tim Keller ofrece algo completamente diferente en su libro. Sin saltar directamente a la parte mecánica y práctica, Keller comienza construyendo una teología sobre la oración que facilite al lector la comprensión de esta práctica. Él brinda la teología correcta sobre la oración para la práctica correcta de la oración. Ortodoxia que resulta en ortopraxis. Esto es de enorme importancia porque la mayoría de nosotros oramos simplemente porque "eso es lo que un cristiano se supone que debe hacer."

Otro aspecto importante del libro es que Keller no trata de ser original. Es decir, él comprende muy bien que en escribir un libro sobre la oración no está inventando el agua caliente. Por miles de años muchos gigantes de la fe han abordado este tema y tienen mucha sabiduría que aportar a nuestra actualidad. Así que, Keller se para en los hombros de Agustín, Lutero, Calvino, Edwards, Owen, Lewis y Packer. Resumiendo y contextualizando sus enseñanzas con enorme brillantez.

Pero, lo que más me gustó del libro es que cada vez que terminaba un capítulo deseaba orar. De alguna manera, mis papilas gustativas espirituales eran inquietadas para "ver y probar" la gloria del Señor en oración.

Así que sin más ni más, aquí les dejo las 15 citas más sobresalientes del libro "Prayer: Experiencing Awe and Intimacy with God" (Oración: Experimentando Asombro e Intimidad con Dios")

"Los cristianos hemos sido llamados a un encuentro con Dios que involucre no solo las afecciones del corazón sino las convicciones de la mente. No estamos llamados a escoger entre una vida cristiana basada en la verdad y doctrina o una vida de poder y experiencia espiritual. Ambas van juntas. Tú no estás llamado a dejar tu teología atrás y lanzarte en búsqueda de "algo más" para experimentar. En lugar de eso, tu propósito es pedirle al Espíritu Santo que te ayude a experimentar tu teología."

"Bíblicamente, el corazón es el centro de control de todo el ser. Es el deposito de los compromisos principales, amores profundos y esperanzas fundamentales que controlan nuestros sentimientos, pensamientos y acciones."

"La oración es nuestro viaje espiritual desde el deber hacia el deleite."

"En otras palabras, podemos saber que Dios es santo, pero cuando los ojos de nuestro corazón son iluminados hacia esa verdad, entonces no solamente lo entendemos de forma cognitiva, sino que emocionalmente encontramos la santidad de Dios como hermosa y maravillosa y volitivamente evitamos actitudes y comportamientos que puedan desagradarle y deshonrarle."

"La oración no debe ser vista meramente como una forma de obtener cosas de Dios sino una manera de beber más de Dios mismo."

"La oración es continuar una conversación que Dios ha empezado a través de Su Palabra y Su gracia, que eventualmente se vuelve un encuentro completo con Él."

"Para descubrir quien en realidad eres, observa aquello en lo que pasas pensando cuando nadie te está viendo, cuando nadie te está forzando en pensar algo en particular."

"Dios contesta las oraciones de la misma manera que nosotros lo haríamos si supiéramos lo que Él sabe.”

"En resumen, lo que San Agustín enseña sobre la oración en su carta a Anicia Proba es que no debes empezar a orar por todo lo que quieres hasta que te des cuenta que en Dios tienes todo lo que necesitas.”

"Contemplar la gloria de Jesús significa que comenzamos a encontrar hermoso a Cristo por quien Él es en sí mismo.”

"No podemos ver al sol directamente con nuestros ojos. La gloria del sol inmediatamente abrumaría y destruiría nuestra vista. Tenemos que verlo a través de un filtro y sólo así podremos ver sus grandes llamas y colores. Cuando miramos a Jesucristo tal como nos lo muestra la Escritura, estamos viendo a la gloria de Dios a través del filtro de la naturaleza humana."

"El principio teológico primordial sobre la oración es éste: Nos dirigimos a un Dios trino y nuestros oraciones pueden ser escuchadas solamente a través de la obra distinta de cada persona en la Trinidad."

"La oración es un acto de rebelión en contra del status quo del mal en el mundo."

"Lutero enseñó que todo cristiano que desee iniciar a orar debe decir lo siguiente al Señor: "Aunque Tú con justo derecho puedes ser un juez severo sobre nosotros que somos pecadores. Ahora, a través de tu misericordia implanta en nuestros corazones una confianza confortante en tu amor paternal, y permítenos experimentar el dulce y placentero sabor de una certeza infantil en el hecho que podemos gozosamente llamarte Padre, conociéndote y amándote y clamándote en cada dificultad."


“La oración es la manera en que la verdad es plasmada en tu corazón para crear nuevos instintos, reflejos y disposiciones.”

Este post fue escrito por Luís Luna Jr.

Para comprar el libro de Tim Keller sobre la oración lo puedes hacer aquí
Por los momentos el libro no ha sido traducido al español y sólo está disponible su versión en inglés.

domingo, 26 de abril de 2015

3 Considerations Before Going to Church Today


When I was a kid, my parents almost had to threaten me to go to church. I didn't like it at all. There wasn't any "children's ministry" so I had to stay during the whole service. I found it to be a very boring place in which the best thing I could possibly do was sleep my way through the sermon. I was actually trained in waking up as soon as the preacher said, "And now, in conclusion..."

Nevertheless, now I have come to love the Church. And I love the Church because Jesus loves the Church and gave himself for her. Freely attending a worship service without fear of persecution is a privilege not all our brothers and sisters in Christ around the world have. We in the West must think of ourselves blessed because of this reason.

But, sometimes we can lose sight of what's truly important in the corporate gathering of the Body of Christ. This is why, I would like to submit three dispositions you must have before you attend a worship service today:

1.) Go willing to worship

"They didn't sing my favorite song..."
Our culture, in so many ways, has been molded around the principle of instant gratification. That's the reason businesses are constantly doing surveys in order to know with more detail what their customers want so they can provide a better service or product. This makes us feel good. We feel special and unique. This is a great move in the marketplace. However, it's very dangerous when you go to a worship service with a "customer" mentality.

Going to the Lord's house with a consumerist inclination can, in reality, leave you emptier than when you came in. Several people completely shut their hearts during the musical part of the worship service simply because the songs they sang were not in the "Most Played" list of their iPod.

The Worship is for the Lord.
The musical part in the service is an opportunity for us to express our adoration for who God is and our gratitude for what He has done. So, whenever you're having a hard time joining the river of praise, start bringing to mind His divine attributes and recall the times in which you have seen Him work in your life in a crystal clear way. This will surely melt your heart and will cause you to explode in extravagant worship of Jesus.

2.) Go willing to learn

"His style of preaching is not that relevant"
This is a frequent excuse to not be engaged with the message during the service. Regardless of the eloquence, or lack thereof, from the person in the pulpit, if we are truly humble enough, God can speak a word to us through him or her.

Probably, the one preaching is not your favorite speaker or his style of teaching doesn't resonate much with you. But, if the man or woman is preaching the Word of God faithfully, he deserves your attention because your heart needs His Word.

The revivalist George Whitefield would often say, "There may be better preachers of this message. But there are surely no preachers of a better message."

"Lord, speak. I'm listening."
It's very easy, during the sermon, for your body to be present but your mind be absent. You're listening to the message and all of a sudden you catch yourself thinking in the upcoming game of your favorite team, or the steak you'll order at that fancy place where you're heading right after service. But, in Christ we have the power to exercise self-control and focus our attention. When you notice your mind is wandering off, I encourage to make this brief prayer: "Lord, speak. Help me to listen."

3. Go willing to implement

Let's be doers and not hearers only
The worship service is over. We go and spend the evening with our family, share lunch together, head back to the house, watch the game and "That's all folks. We call it a day. Another Sunday less another Sunday more." And the message did not seem to have any effect in us.

I mean, yes, you hollered "amen" a couple of times when the preacher got excited and emotional. Yes, you shook his hand at the end of the service and politely told him you “enjoyed” it. But, have you decided what to do on Monday with what you heard on Sunday?

How are you going to apply it when your boss turns his "jerk mode" on at work?

Have you consider when are you going to start treating your wife differently because of what you heard?
How will you become a better parent, by God’s grace, with the principles you learned?

Can I give you a suggestion? Take notes during the sermon. Yes. It's a lost art. We should use it more often. I once heard, "the best memory is in the tip of a pencil." Take notes of what you think the Lord is talking to you. And make this very important question: How can this be real in my life starting tomorrow morning?


If you have a church where to go, where the Bible is preached faithfully, Jesus is exalted and growth in community takes place, you should consider that a stunning blessing from the Most High. Therefore, whenever you go to church, go willing to worship, learn and implement.

By Luís Luna Jr.