jueves, 24 de septiembre de 2015

Advise to the young preacher: Don't vent from the pulpit, bro.


Preachers, teachers and Christian communicators are, first and foremost, persons. Before we fulfill any ministry role, we are fragile human beings and sinners in desperate need of the grace of God.

Every pastor, evangelist, teacher or what-not isn't a celebrity who has already "arrived" but, rather a child of God in the middle of his sanctification process.

This means that, just like any other human being, preachers get offended and ticked off.

Someone didn't like what we said or how we said it, and we take it personal.

Someone doesn't like the way we lead the church and we take it personal.

Someone says our teaching is not deep enough and we take it personal.

Someone says our teaching is too deep and we take it personal.

To an extent, that's normal. And with time, the Holy Spirit chisels away everything that does not look like Jesus and we realize that God didn't call us to be everything for everybody but He assigned us a specific mission to accomplish while on this earth.

But, that's a lifetime process and not an overnight act that happens all of a sudden.
However, those of us in pastoral ministry have an asset that the "regular Christians" don't have: a pulpit. And that can be very dangerous. Scary, even.

Because from the pulpit we can take the anger off of our chest toward a specific person and camouflage it as "the voice of God speaking."

From the pulpit we can boldly scream that which we are too coward to speak in person...and still sound spiritual.

See, if you're in ministry, you will get hurt. You will be offended. Count on that.

But, deal with your problems and fix them in private. If your heart is hurting because you have been offended, try to talk it over with that person.

If he or she doesn't want to talk about it, get a friend so you can vent and receive counsel.

Pray. Cry. Pour out your heart before the throne of Grace.

Nevertheless, don't hurt your congregation because your ego was hurt. Your church is not guilty of your personal issues.

People who come in through the church doors are usually weary, tired and heavy laden.

They got issues with their dysfunctional family.

Their jobs are uncertain.

They have financial shortcomings.

But they show up.

And they show up with the vague expectation of probably hearing a message from the Holy Spirit that will draw their hearts nearer to beauty and majesty of God...not the pastor using the preaching time as a cathartic opportunity.

Insecure leaders tag all sort of feedback as opposition. Healthy leaders evaluate criticism to see if there's some truth in it...and, usually there always is.


I'm not saying hold up and swallow your grudges. Work through them. Confront the person. 
Vent...but not when you're up there.

May our pulpits be streams of grace and truth to the hearts of our brethren...and not the place where we wash our dirty laundry.

-Luis Luna Jr.
Sinner saved by grace. Abba's beloved child.

Un consejo para el predicador joven: No te la desquites desde el púlpito, man.


Los predicadores, maestros y comunicadores de la Biblia somos personas. Antes de cumplir cualquier otro oficio, somos frágiles seres humanos y pecadores en una desesperada necesidad de la gracia de Dios.

Todo apóstol, pastor, evangelista, maestro y profeta no es una celebridad que "ya lo alcanzó todo" sino que es un hijo de Dios en medio del proceso de santificación.

Eso significa que como cualquier otra persona normal, los predicadores nos ofendemos.

A alguien no le gustó lo que dijimos o como lo dijimos y nos la tomamos personal.

A alguien no le parece que contemos chistes desde el púlpito y nos la tomamos personal.

A alguien no le parece la manera en que lideramos y nos la tomamos personal.

Que la enseñanza es poco profunda y nos la tomamos personal.

Que la enseñanza es demasiado profunda y nos la tomamos personal. Y así muchos casos como estos pueden ocurrir.

Hasta cierto punto, eso es normal. Con el tiempo, el Señor nos va formando conforme al carácter de Jesús, poco a poco olvidándonos de nosotros mismos, dándonos cuenta que Dios nos llamó no a agradar a todo mundo sino a cumplir con una misión en específico. 

Sin embargo, eso es un proceso que dura toda la vida y no es un acto repentino de la noche a la mañana.

Ahora, las personas que ministramos en el altar tenemos un "as bajo la manga" que el resto de cristianos no tienen: el púlpito. Y esto puede ser muy, pero muy peligroso.

Porque desde el púlpito podemos desquitar la ira que sentimos hacia alguien en particular y pintarlo como "la voz de Jehová."

Desde el púlpito podemos decir una indirecta bastante directa hacia alguien que nos hirió, con la excusa de "Si les duele es la Palabra de Dios cayendo en su llaga."

Desde el púlpito podemos decir gritando lo que somos demasiado cobardes para hablarlo en persona y aún así seguir sonando muy espirituales.

Si estás en el ministerio, alguien te va a herir. Y alguien te va ofender. Cuenta con eso.

Pero, arregla tus problemas en privado. Si tu corazón está dañado, intenta hablar con esa persona. Si esa persona no quiere hablar acerca del asunto, busca un amigo y desahógate. Ora. Derrama tu corazón delante del trono de Gracia.

Pero, no golpees a la congregación simplemente porque tu ego fue herido. El resto de las personas no tienen la culpa de tus problemas personales.

El pastor Rick Warren dice que "las personas heridas siempre intentan herir a las personas." 

Si el corazón del predicador está herido, eso será lo que transmitirá al corazón de las personas que le escuchan.

Las personas que usualmente entran por las puertas de la Iglesia llegan agobiadas, cansadas y fatigadas.

Tienen problemas en su familia, los trabajos están inciertos, tienen problemas financieros...pero llegan.

Y llegan con la esperanza de escuchar un mensaje que pueda acercar su corazón más a Dios...no a escuchar como usas el púlpito como "tiradera de rapero."

Los líderes inseguros etiquetan la retroalimentación de otros como oposición y rebeldía. Los líderes saludables evalúan la crítica para ver si hay algo de verdad en ella...y usualmente, casi siempre hay algo de verdad.

Que el púlpito pueda ser la fuente de un manantial de gracia y verdad a los corazones de nuestros hermanos…y no el lugar en donde lavamos la ropa sucia.


-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

Puede que estés interesado en leer Un consejo para el predicador joven: no te vuelvas un fariseo.

martes, 22 de septiembre de 2015

9 cosas que debes saber saber acerca de la Biblia



El mes de Septiembre es considerado en Honduras como el mes de la Biblia y el último domingo de Septiembre como el conmemorativo Día de la Biblia según el decreto 157-87 Resolución Número 333-87 emitido en el Congreso Nacional de la República del 2 de Octubre de 1987 (el decreto legislativo lo puedes encontrar aquí).

Lo principal que cada persona debe saber de la Biblia es que "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia." (2 Timoteo 3:16). Pero, aquí hay 9 cosas adicionales que debes saber sobre el libro más vendido de todos los tiempos:

1. La palabra en español para Biblia es derivada del griego Koiné τὰ βιβλία (ta biblia- "los libros"). Aunque el uso cristiano del término puede ser trazado hasta alrededor del 233 A.C, el erudito F.F Bruce indicó que Juan Crisóstomo en sus Homilías sobre Mateo (entre el año 386 a.C y 388 a.C) fue el primer escritor en usar la frase griega ta biblia para describir al Antiguo y Nuevo Testamento juntos.

2. La palabra "testamento" (Hebreo berîth, Griego diatheke), significa "pacto." El término Antiguo Testamento se refiere al pacto en que Dios ingresó con Abraham y el pueblo de Israel, y el "Nuevo Testamento" al pacto que Dios ha asumido con los creyentes a través de Cristo.

3. La práctica de dividir la Biblia en capítulos empezó con Stephen Langton, Arzobispo de Canterbury en el siglo 13. Robert Estienne, un monje del siglo 16 y erudito clásico en Paris, fue el primero en imprimir la Biblia dividida en versículos estandarizados y enumerados.

4. La primera Biblia impresa en el Hemisferio Occidental no fue en inglés u otros idiomas europeos. La "Biblia Indígena Eliot", publicada en Cambridge, Massachusetts, entre el año 1660 y 1663, fue una traducción del dialecto Natick de la tribu Algonquin de los nativos Americanos.

5. El primer Nuevo Testamento con letras rojas (las que traen las palabras de Cristo escrito en rojo) fue publicado en el año 1899 y la primera Biblia con letras rojas fue publicada un año después. La idea de imprimir las palabras de Cristo en rojo provino de Lous Klopsch, editor de la revista Christian Herald (Heraldo Cristiano), quien obtuvo la idea después de leer las palabras de Jesús, "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, derramado por ustedes" (Lucas 22:20).

6. La Biblia no es solamente el libro más vendido de todos los tiempos, es consistentemente el libro más vendido del año, todos los años. Aun en 1907, el New York Times indicó que las "ventas diarias de la Biblia, 40,000 copias, excedían las ventas anuales de las novelas más populares." En la actualidad, un estimado de 25 millones de copias son vendidas o distribuidas en el país de los Estados Unidos.

7. Hay dos abordajes generales para la traducción de la Biblia, equivalencia formal (traducción palabra por palabra) y equivalencia funcional (traducción pensamiento por pensamiento). La equivalencia formal busca reproducir la forma gramatical y sintáctica del lenguaje original (hebreo y griego) de la manera más cercana posible en el lenguaje receptor (español, inglés, etc.), haciendo cambios pequeños para la inteligibilidad de la lectura.

La equivalencia funcional se enfoca en el significado e intenta comunicar acertadamente el mismo significado en el lenguaje receptor, aún si haciéndolo requiere usar formas gramaticales y sintácticas diferentes.

Tal como Rodney J. Decker explica, todas las traducciones incluyen equivalentes formales e informales y se encuentran en una parte diferente del espectro de traducción. Por ejemplo, la Reina Valera es una traducción de equivalencia formal (palabra por palabra). Mientras que la Traducción Lenguaje Actual es más funcional (pensamiento por pensamiento).

8. Todos los libros del Antiguo Testamento excepto Ester, Eclesiastés y Cantar de los Cantares son citados en el Nuevo Testamento, Jesús citó o hizo referencias a Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Salmos, Proverbios, 1 Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Amos, Jonás, Miqueas, Zacarías y Malaquías.


9. Si bien es importante saber acerca de la Biblia, lo primordial es ir a ella constantemente para que nuestro corazón pueda ser saciado de todo lo que Dios ha revelado sobre sí mismo en la Escritura. 

-Adaptado del artículo de Joe Carter "9 things you should know about the Bible", editor del sitio The Gospel Coalition. El artículo original lo puedes ver aquí.
Traducido por Luís Luna Jr.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Predicador, no te vuelvas un fariseo.



Tengo un temor creciente por los predicadores hoy en día. Me temo que si no tenemos cuidado, terminaremos como los Fariseos.

Esto es a lo que me refiero.

La predicación, cuando se hace apropiadamente, debería descargar a las personas. Como predicadores, nuestro trabajo es retar a la gente, sí, pero no cargarlas.

Cuando describió a los Fariseos y lo que ellos hacían a las personas con sus enseñanzas, Jesús dijo: "Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas." (Mateo 23:4)

Lo interesante es que cuando leemos eso, automáticamente despreciamos a los Fariseos y asumimos que tenían malas intenciones. 

Pero, si estudias su historia, sus motivos eran en realidad buenos. Lo que ellos intentaban hacer al crear todas las reglas por las cuales ahora son infames era hacer la Ley aplicable a las vidas de las personas.

Ellos leían un mandamiento como "Guarden el Sabbath y manténganlo santo", y su preocupación era que todos lo hicieron en realidad. Así que creaban aplicaciones como:

Utensilios usados para el trabajo no pueden ser tocados en el Sabbath

No debes de caminar más de 500 pasos en el Sabbath.

Su motivación fundamental era ayudar por medio de darles reglamentos a las personas. Pero, en su deseo de hacer la Biblia aplicable, en realidad crearon cargas que agobiaban a la gente.

Así es como creo que esto ocurre en la actualidad. Hacemos una serie de sermones sobre el matrimonio, lo cual es magnífico. Pero, luego decimos: "Tienes que hacer estas 15 cosas con tu cónyuge para tener un gran matrimonio." 

O hacemos una serie sobre el gozo, y luego les damos 7 pasos para obtenerlo. Estamos tratando de ayudar, pero sin darnos cuenta, estamos cargando a gente que ya tenía una carga pesada en sus espaldas.

Y de repente, nos hemos convertido en el grupo que todos amamos odiar: Los Fariseos.

No estoy diciendo que no debemos darle a nuestra gente aplicaciones o pasos prácticos. Claro que debemos hacerlo. Jesús lo hizo muchas veces. Pero, lo que estoy diciendo es que debemos tener cuidado. 

Cuando nos paramos a predicar en nuestras iglesias, nuestro objetivo debe ser descargarlos. Emulando la enseñanza de Jesús cuando dijo: "Mi yugo es fácil y ligera mi carga."

Y hacemos eso al simplificar en lugar de complicar. Cuando señalamos a Dios y todo lo que Él ha hecho por nosotros. En lugar de meramente señalar a nuestra gente y todo lo que tienen que hacer.


-Traducido por Luís Luna Jr. Tomado del blog de Steven Furtick, pastor general de Elevation Church en Charlotte, Carolina del Norte. Puedes leer el blog original en inglés aquí.

Puede que estés interesado en leer Un consejo para el predicador joven: no te la desquites desde el púlpito, man.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Tres errores teológicos del evangelio de la prosperidad


Hace más de un siglo atrás, dirigiéndose a la congregación más grande en toda la historia del Cristianismo en ese entonces, Charles Spurgeon dijo, "Creo que es anti-cristiano y en contra de la santidad que cualquier cristiano viva con el objetivo de acumular riquezas. Tú dices, "¿No debemos de esforzarnos al máximo para obtener la mayor cantidad de dinero que podamos? Claro que lo puedes hacer. Y no dudo que en hacerlo puedes bendecir al servicio de la causa de Dios. Pero, lo que dije fue que vivir con el objetivo de acumular riquezas es anti-cristiano."

Lo que el predicador del Tabernáculo Metropolitano de Londres estaba diciendo es que el dinero no es malo. Todos lo necesitamos. Y debemos de trabajar por el. Pues quien no trabaja, que no coma. Lo dañino para nuestros corazones es el amor al dinero, es decir, la avaricia.

Pero, a través de los años, el mensaje predicado en muchas de las congregaciones alrededor del mundo ha cambiado. Un nuevo "evangelio" está siendo enseñado a muchas iglesias en la actualidad.

Este mensaje ha sido etiquetado como "el evangelio de la prosperidad", "enseñanza de confesión positiva", "evangelio de tomar y arrebatar."

Sin importar el nombre, la esencia sigue siendo la misma. En términos sencillos, el evangelio de la prosperidad enseña que Dios quiere que todos los creyentes estén físicamente sanos, materialmente ricos y completamente felices. 

Y los pregoneros de esta enseñanza instruyen a sus feligreses a orar, incluso demandar, a Dios por bendiciones materiales.

A continuación veremos, tres errores teológicos que los predicadores de la prosperidad cometen a menudo. Y al discernir estos errores, espero que podamos ver los peligros de esta falsa enseñanza.

1. El pacto Abrahamico como medio para herencia de bendición material

El pacto Abrahamico (Gen. 12,15,17,22) es una de las bases teológicas para el evangelio de la prosperidad. Es bueno, al menos, que muchos "teólogos" de la prosperidad reconozcan que gran parte de la Escritura es el registro del cumplimiento del pacto Abrahamico, pero está muy mal que ellos no mantengan una perspectiva correcta de este pacto.

Ellos ven incorrectamente la inserción del pacto; y de manera más significativa, ellos ven incorrectamente la aplicación de este pacto.

En el libro "Esparciendo la llama" (Zondervan, 1992), Edward Pousson estableció la postura de la teología de la prosperidad con respecto a la aplicación del pacto Abrahamico: "Los cristianos son hijos espirituales de Abraham y herederos, por tanto, de las bendiciones de la fe...Esta herencia Abrahamica quiere decir primordialmente bendiciones materiales."

En otras palabras, el evangelio de la prosperidad enseña que el propósito del pacto Abrahamico son bendiciones materiales.

En el Antiguo Testamento, Dios prometió bendecir materialmente a Israel pues estaba formando esta gran nación. Dios prometió que si ellos le obedecían, Él les bendeciría con bienes y riquezas y abundante prosperidad material.

¿Por qué? Porque Dios estaba formando para sí mismo una nación que sería la demostración de su grandeza para todas las demás naciones.

Para apoyar este enunciado, los predicadores del evangelio de la prosperidad apelan a Gálatas 3:14, que se refiere a las "bendiciones de Abraham que vienen sobre los gentiles en Cristo Jesús." 

Sin embargo, olvidan el contexto en el que Pablo está recordando a los Gálatas de la bendición espiritual que es la salvación, no las bendiciones materiales de la riqueza.

Con respecto a esto, David Platt dice lo siguiente:

“Con la venida de Jesús el plan eterno de Dios se estaba desarrollando y guiando hacia una nueva fase en la historia de redención, donde se vería afectada la relación entre la fe y la bendición material.

Al comienzo de la nueva fase en la historia de la redención, ningún maestro (incluyendo Jesús) en el Nuevo Testamento prometió jamás la riqueza material como recompensa por la obediencia.

En lugar de ordenar a Su pueblo que construya un majestuoso templo como lugar de culto, Dios le dice a sus hijos que ellos sean el templo, el lugar de culto” (Radical: Rescatando la fe del sueño americano, pg. 114)

2. La expiación de Jesús se extiende hasta el "pecado" de la pobreza material

En su artículo de la Bibliotecha Sacra, "Una evaluación teológica del Evangelio de la Prosperidad", el teólogo Ken Sarles observa como el evangelio de la prosperidad establece que "la bendición financiera ha sido proveída en la muerte de Cristo." 

Este malentendido proviene de dos errores que los proponentes del evangelio de la prosperidad hacen.

Primero, muchos que predican la teología de la prosperidad tienen una concepción fundamental equivocada acerca de la vida de Jesús. Por ejemplo, un predicador cierta vez dijo que "Jesús tenía una enorme casa, manejaba muchísimo dinero" y "usó ropa de diseñador."

Incluso, una vez escuché a alguien enseñar que Jesús era tan rico que por eso no tenía un lugar en donde poner su cabeza. Pues, no había hostal que fuera lo suficientemente fino para Él.

Sí, lo sé. Yo también quedé con esa cara después de escuchar esa interpretación.
Es fácil ver como una atrofiada vista de la vida de Cristo puede llevar a una igual y atrofiada concepción de la muerte de Cristo.

El segundo error que lleva a una equivocada perspectiva de la expiación es malinterpretar 2 Corintios 8:9, que dice, "Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, por nosotros se volvió pobre, para que a través de su pobreza fuésemos enriquecidos."

Si bien es cierto, una lectura superficial de este verso puede llevar a cualquiera a pensar que Pablo está hablando acerca de un incremento en la riqueza material, una lectura contextual revela que él en efecto estaba enseñando lo opuesto.

De hecho, Pablo estaba enseñando a los Corintios que en vista que Cristo logró tanto para ellos a través de su muerte, ellos deberían de vaciar sus riquezas en servicio del Salvador.

Esta es la razón por la cual cinco versos después Pablo insta a los Corintios a dar su riqueza a los hermanos en necesidad, escribiendo, "ahora en este tiempo vuestra abundancia puede suplir su necesidad" (2 Cor. 8:14).

3. Los cristianos dan con el fin de obtener compensación material de Dios

Una de las características más impactantes de los predicadores de la prosperidad es su enfoque en el acto del dar. Se nos insta a dar generosamente y somos confrontados con muchísimas frases para dar y sembrar. Aunque algunos de estos argumentos pueden parecer nobles.

La fuerza detrás de gran parte de la enseñanza del dar es lo que un predicador de la prosperidad se refirió como "La Ley de la Compensación." 

De acuerdo a esta ley, basada en Marcos 10:30, los cristianos deben dar generosamente a otros, porque cuando lo hacen, Dios les dará más de regreso. Esto, por su parte, lleva a un ciclo de prosperidad incremental.

Muchos pueden decir que Marcos 10:30 es una muy buena ganga. Una buena inversión. Es evidente, por tanto, que la enseñanza del dar del evangelio de la prosperidad está construida en motivos equivocados.

Mientras Jesús enseñó a sus discípulos a dar "sin esperar nada a cambio" (Lucas 10:35), los predicadores de la prosperidad enseñan a sus discípulos a dar para recibir mucho a cambio.

Nuestra generosidad para con Dios y los demás es como una respuesta hacia lo que generoso que Dios ha sido con nosotros y no una herramienta para torcerle la mano para que nos prospere.

Aclaro que la Biblia enseña principios para prosperar como la diligencia, el ahorro y evitar préstamos con intereses altos (Prov. 6:1-11; Prov. 10:4-5) y muchos más. 

Prosperar no es malo. Dios prospera a muchas personas para que puedan ser de bendición a quienes están a su alrededor. Lo peligroso es el énfasis exacerbado en la prosperidad. Pues, esto es una evidencia que el amor por las riquezas ha sobrepuesto nuestro amor a Jesús.

Si bien es cierto, considero que esta enseñanza es dañina, es necesario recordar que lo opuesto también puede ser contraproducente. Muchos en respuesta a la teología de la prosperidad han afirmado la “teología de la pobreza”, es decir que Dios quiere que vivamos pobres porque así se le sirve mejor a Dios.

Ambos excesos son dañinos y deben ser evitados.


Oremos para obtener la sabiduría del proverbista, “No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?” (Prov. 30:8).


-Luís Luna Jr.

La fuente para este post es el artículo "5 errors of the Prosperity Gospel" escrito por David W. Jones, tomada del sitio The Gospel Coalition. David W. Jones es Profesor de Ética Cristiana en Seminario Teológico Bautista del Sudeste en Wake Forest, Carolina del Norte. El artículo original en ingés puede ser encontrado aquí.


lunes, 14 de septiembre de 2015

La Gracia de Dios y la Masturbación



Yo sé. Tema extraño. Créeme. Fue más difícil para mí escribirlo que para ti leerlo. De hecho, al terminar de haberlo redactado, estuve tentado a no publicarlo.

Pero, en palabras del polémico Dr. Stanley Hauerwas: "Toda religión, de alguna manera u otra, le dice a sus seguidores que hacer con sus genitales."

Y también considerando que las estadísticas indican que el 95% de las personas se masturban, y el otro 5% miente (es un chiste), creo que es necesario exponer esta problemática a la luz de la gracia y verdad de Dios.

¿Qué dice la Biblia?


Ahora, no le digan esto a sus adolescentes pero, la Biblia es silenciosa con respecto a esto. Es decir, no hay ningún pasaje que clara y explícitamente condene esta práctica.

El Dr. James Dobson, fundador de "Enfoque a la Familia", en una carta hacia una consternada madre de un adolescente, opina lo siguiente:

“Es interesante para mí que la Escritura no aborda este tema excepto en una sola referencia en el Antiguo Testamento en donde menciona a un hombre llamado Onan. 

Él interrumpió la relación sexual con su cuñada y dejó que su "semilla" (semen) cayera en el suelo y así evitar concebir descendencia para su hermano, lo cual era su "deber" de acuerdo a las costumbres de la época (Génesis 38:8). 

Aunque ese verso es con frecuencia citado como evidencia de la desaprobación de Dios con respecto a la masturbación, el contexto no parece indicarlo de tal forma."

¿Entonces, es pecado…?

Ahora, sé lo que están pensando. "Luís, ¿estás diciendo que la masturbación no es pecado?" Mi respuesta: Claro que no...estoy diciendo eso. Creo que sí es pecado.

El pastor John Piper, en su artículo "Misión y masturbación", explica por qué:

"¿Es la masturbación pecado? Déjame explicarlo, al menos para los hombres. No puedo imaginar el orgasmo sexual en las entrañas sin imágenes sexuales en la mente...Evidentemente, Dios ha diseñado la conexión entre el orgasmo sexual y el pensamiento sexual de tal manera que la fuerza y el placer del orgasmo sea dependiente al pensamiento o imágenes en nuestra mente.

Por tanto, para masturbarse es necesario tener pensamientos e imágenes vívidas y emocionantes en la mente. Esto puede ser por pura imaginación, imágenes, películas, historias o personas reales. Estas imágenes siempre involucran a las mujeres como objetos sexuales. 

Uso la palabra "objeto" pues para que una mujer sea un verdadero "sujeto" sexual en nuestra imaginación ella debe ser en realidad con la que estamos experimentando lo que estamos imaginando. Tal no es el caso en la práctica de la masturbación. Y por esto, es pecado."

Es decir, la razón por la que este hábito es pecado es porque el combustible que lo inflama son las imágenes mentales eróticas de una mujer, en el caso de los hombres, y viceversa en el caso de las mujeres.

Hasta el momento, no conozco a ningún sujeto que se emocione ante el pensamiento de elefantes hembra. Lo cual sería muy extraño y espero nunca conocerlo.

Pero,  Jesús fue muy claro con respecto a tratar a una mujer como objeto sexual, aún en nuestros pensamientos: "Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón" (Mateo 5:28).

¿Qué tiene de malo?

Pero, ¿cuáles son las consecuencias de vivir en este patrón pecaminoso?

Como aclaración, la mayoría de consecuencias físicas como la ceguera o lentitud mental, causados por esta práctica, son meramente mitos urbanos con el fin de asustar a los jóvenes para que dejen hacerlo. 

Hasta el momento no he leído o escuchado de ninguna investigación seria que respalde tales aseveraciones.

O a lo mejor pienses: “Pero, el acto de la masturbación es solitario y no daño a nadie más.”

Pero, más allá de los "posibles" daños físicos, los efectos espirituales son sumamente más profundos.

En una carta personal de parte de C.S Lewis a Keith Masson, en "Compilación de Cartas de C.S Lewis, volumen 3", él dice:

"Para mí el verdadero mal de la masturbación está en que toma un apetito que, en su uso apropiado, saca al individuo de sí mismo para completar y corregir su propia personalidad en la de otra persona y finalmente en hijos y nietos, y lo revierte: enviando al hombre en la prisión de sí mismo para mantenerlo en un harem (palacio lleno de mujeres) de novias imaginarias.

Y en este harem, una vez aceptado, trabaja en contra de su proceso de salirse de sí mismo y unirse con una mujer real. Pues, el harem siempre está disponible, siempre accesible, sin un llamado al sacrificio o hacer ajustes y dotado de atracciones eróticas y psicológicas con las que ninguna mujer real puede competir.

Entre este conjunto de novias oscuras él es siempre adorado, siempre el amante perfecto: ninguna demanda es hecha en su egoísmo, ninguna mortificación en su vanidad. Al final, ellas se vuelven el medio por el cual él incrementalmente se adora más a sí mismo.

Después de todo, la obra primordial de la vida es dejar de enfocarnos en nosotros mismos, fuera de nuestros títulos y de la prisión oscura en la que todos nacemos. La masturbación debe ser evitada, como todas las cosas que retardan este proceso. Pues el peligro es que se pueda llegar a amar la prisión."

Dios diseñó la sexualidad en el hombre y la mujer para que fuese disfrutada dentro de una relación matrimonial de pacto, compromiso, sacrificio y entrega mutua. 

Todo deleite sexual fuera de esta relación es prohibido no porque Dios sea un aguafiestas, sino porque nos ha diseñado en amor y sabe que la búsqueda de gratificación sexual antes de o fuera del matrimonio siempre resultará en quebranto, dolor y sufrimiento.

¿Cómo vencer?

Ahora, alguien que esté leyendo puede decirse a sí mismo, “Ok, Luís entiendo que la masturbación es pecado. Entiendo porque es dañina. Pero, simplemente parece que no puedo vencerla. No sé qué hacer. Ya intenté salir a hacer ejercicio. Ya intenté baños con hielo. Ya intenté todas las tácticas posibles para vencer, pero siempre soy derrotado.”

¿Entonces, qué hacer? Contemplar la gloriosa gracia de Dios en Cristo.

“¡¿Qué?! ¡¿Eso es todo, Luís?!”

Es aquí donde muchas personas trastornan su perspectiva sobre la gracia de Dios. Muchos están en contra de predicar sobre la gracia de Dios porque tienen temor que la gente siga pecando.

Una vez alguien se me acercó y me dijo: “Yo no hablo mucho de la gracia de Dios a mis jóvenes porque entonces van a pensar que tienen permiso para pecar. Entonces, mejor sólo les digo lo que está malo y que tienen cambiar.” 

Como alguien que trabaja con jóvenes en la Iglesia, entiendo muy bien esta manera de pensar. Pero, es una seria equivocación (Romanos 6:1).

Pues, la gracia de Dios no es una licencia para seguir pecando sino que es poder para hacer la voluntad de Dios y vencer al pecado. (Rom. 6:14)

De hecho, la gracia no es un concepto. La gracia no es un paradigma. La gracia no es un programa. La gracia es una Persona. La gracia es Jesús (Juan 1:14).

La única manera de experimentar la transformación de los impulsos sexuales es a través de la contemplación del rostro de Jesús en la Escritura y en la oración. 

El pastor Matt Chandler dice, “No nos volvemos santos tratando de ser santos sino contemplando la belleza de Dios.”

Cuando contemplamos, genuinamente admiramos, la magnitud y la belleza del Dios que se nos ha revelado en Jesús el poder del pecado se irá quebrantando en nuestros corazones.

La razón por la que la masturbación, y los demás pecados sexuales, pueden parecer invencibles es porque Dios no tiene peso en nuestros corazones. La grandeza de Dios debe ser mayor que nuestros impulsos; Su hermosura debe ser más atractiva que cualquier deseo de la carne.

En pocas palabras, dice el pastor J.D Grear, “Cedemos a la tentación no porque nuestros deseos por esos hábitos son demasiado grandes; sino que nuestro deseo por Dios es demasiado pequeño.”

El teólogo puritano del siglo 18, Thomas Chalmers, llamó a esto: “El poder expulsivo de una afección suprema.”

Es decir, nuestras afecciones por ídolos, incluyendo la masturbación, son transformadas cuando nuestro corazón es cautivado por una afección más encantadora y hermosa: el rostro de Cristo en el evangelio. Y el resultado de esta afección es el impulso de postrarnos en adoración y arrepentimiento ante Su belleza. Porque Jesús es mejor que el pecado.


Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu. -2 Corintios 3:18


-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Aprende a amar el lodo


Hace un algunos años un pastor norteamericano, a quien yo considero un mentor, tuvo una conversación conmigo acerca del ministerio pastoral. 

Él escribió en una hoja las iniciales N.M.N.M. Yo le pregunté qué significaba eso y él me dijo: "No mess. No ministry" (Traducción: Sin complicaciones no hay ministerio) Sí, yo también quedé confundido cuando oí esto.

Yo le pregunté que estaba tratando de decir y él me respondió, "Luís, cuando estaba en el seminario, mi profesor de predicación nos dijo esto: Muchachos, si ustedes piensan que el ministerio pastoral se trata solamente de predicar, están totalmente equivocados. De hecho, quiero que siempre recuerden esto: Sin complicaciones no hay ministerio.  Si no están teniendo complicaciones con las personas que discipulan en su ministerio quiere decir que no están haciendo nada."

Y creo que esto sigue siendo bastante cierto. El ministerio es complicado. Porque el ministerio se trata de personas. Y las personas somos complicadas.

Un predicador cierta vez dijo: "Yo amo predicar. ¡Son las personas las que no soporto!"

Escribo sobre esto porque es común tener la mentalidad ingenua que el proceso de santificación de una persona es como la línea de ensamblaje que Henry Ford usó para producir sus modelos T cada 10 segundos.

Es decir, a veces pensamos que si las personas hacen A + B entonces naturalmente obtendrán C. Si la gente pone esto por obra, entonces serán cristianos radiantes de clase mundial.

Ahora, no tengo nada en contra de los procesos de discipulado y los sistemas de crecimiento espiritual que propician el camino hacia la madurez cristiana, hasta que todos crezcamos en conformidad con la imagen de Jesús.

Esto no es malo,  de hecho la vida cristiana debe estar guiada por principios que vienen de la sabiduría infinita de Dios.

Pero, el problema viene cuando en nuestro trato con las personas tenemos el paradigma de "Si tan sólo...entonces...."

Si tan sólo tu grupo de jóvenes pusiera en práctica lo que tratas de enseñarle, entonces no pasarían por lo que están pasando.

Si tan sólo tus hijos hicieran caso a tus regaños, entonces no estarían en tantos problemas.

Si tan sólo los miembros de tu iglesia hicieran caso a uno de los cincuenta y dos sermones que predicas en el año.

Si tan sólo tus empleados cumplieras tus expectativas, entonces el negocio crecería aún más.

Ahora, ¿por qué esto es un problema? Porque lo que esto hace es generar una frustración dentro de nosotros. Una frustración causada por una mentira: la madurez debe ser un proceso aerodinámico y sin complicaciones.

Pero, si tienes cierto tiempo de trabajar con personas. No sólo en el ámbito pastoral. Sino, en educación, administración de personal, recursos humanos, gestión del talento humano, etc. tienes una corazonada que formar gente no es lo mismo que ensamblar máquinas. Las tornillas y tuercas, por un lado, no se quejan, ni critican, ni chismosean ni mienten. Pero, las personas sí. Y eso lo vuelve complicado.

Por eso, mi consejo, que no necesariamente vale mucho, es que si no te gusta ensuciarte las manos, por favor no entres al ministerio vocacional. No lo digo como quien tiene una vasta experiencia.

Pero, en el tiempo que he tenido la oportunidad de servir al Señor me he dado cuenta que más que la elocuencia, más que el carisma, más que la habilidad de sonar relevante y contextual el Señor anda buscando personas que amen el lodo. 

Que no tengan miedo de ensuciarse las manos en el cuidado de las almas. 

Que no tengan temor de enlodarse la ropa. 

Que no tengan pánico de perder su imagen. Que no teman de renunciar a su comodidad.

Porque liderar personas es lodoso.

Es lodoso cuando alguien te llama en la madrugada porque sus padres están golpeándose.

Es lodoso cuando alguien te dice que no puede servir al Señor porque tiene una adicción con la pornografía.

Es lodoso cuando alguien te confiesa que tiene sentimientos desordenados por alguien que no es su conyugue.

Es lodoso cuando alguien abre su corazón para decirte que le acaban de detectar SIDA y no sabe qué hacer.

Ahora, si esto te incomoda porque eres de las personas que no les gusta que su rutina sea interrumpida. Está bien.

O si te escandalizas cuando alguien te confiesa un pecado, lo entiendo. Entonces vete al desierto a iniciar un monasterio en donde solamente vivas tú y tus gatos. Sigue tu vida con normalidad.

Pero, no te atrevas a decirle a Dios, "Padre, haz conmigo lo que quieras, como quieras, cuando quieras. Soy tuyo." Lo triste es que lo eso muchas veces en realidad significa es, "Señor, por favor haz que mi nombre enaltecido a cosa tuya."

Claro, nadie verbalizaría eso. Pero, esa es la realidad subyacente en muchos casos. Por eso la desilusión es mayor cuando la realidad choca contra la expectativa.

Porque lo más probable es que antes de pasarte a una plataforma, Dios te va a pasar por el lodo para que aprendas a amar a las personas en lugar de amar la atención que puedas recibir de las personas.

A lo mejor dices, "Luís pero tengo miedo de volverme a involucrar mucho con las personas. Tengo miedo que si abro mi corazón las personas me pueden herir."

¿Piensas que te van a herir? ¿Piensas que tu corazón será quebrantado?  Pues, ¡Estás en lo cierto! Pero, mira lo que dijo C.S Lewis en su libro “Los Cuatro Amores”: 

"Amar de cualquier forma significa ser vulnerable. Ama algo y tu corazón será escurrido y posiblemente quebrantado. Si quieres asegurarte de mantenerlo intacto no debes darlo a nadie, ni siquiera a un animal. Envuélvelo cuidadosamente con pasatiempos y lujos pequeños; evita todo enredo. Enciérralo con llave en una caja o en el ataúd de tu egoísmo. Pero, en esa caja, segura, oscuro, inmóvil, sin aire, cambiará. No se quebrantará; se volverá inquebrantable, impenetrable, irredimible. Pues, amar es volverse vulnerable."

Dios quiere que amemos el lodo porque Él ama el lodo. Me encanta la imagen de Isaías 64:8: "Nosotros somos el barro y Tú el alfarero."

¿Alguien ha visto algún alfarero que después de terminar una hermosa jarra haya quedado rechinante de limpio? ¡Claro que no! Si hubo alguien que amó el lodo fue Jesús. 

Quien teniendo todo de su lado para no perder su comodidad por un puñado de gente rebelde y desleal, decidió no sólo ensuciarse las manos, sino dejarse clavar las manos a un madero a una cruz.


Así que, amemos el lodo. Es decir, amemos a las personas cuando menos lo merecen, porque es ahí cuando más lo necesitan.

-Luís Luna Jr.

jueves, 3 de septiembre de 2015

VIDEO: Doctrina de la Revelación y La Escritura



¡Bendiciones! Este video trata un poco sobre el rol de la Escritura como parte de la Doctrina de la Revelación. ¡Espero les sirva de edificación! Y si así fue, espero lo puedan compartir. 





martes, 1 de septiembre de 2015

VIDEO: Diferencia entre la Interpretación y Aplicación de un Texto Bíblico



¡Bendiciones! En la labor de enseñar y predicar es muy común que confundamos la Interpretación de un pasaje con la aplicación del mismo. Por esta razón, es muy común escuchar: "Bueno, esa es la interpretación de un pasaje. Pero, yo lo interpreto de otra manera." 

En este pequeño video, de baja calidad como notarán pues lo hice desde la cámara de mi iPod, hablo un poco sobre la tensión y diferencia que todo estudiante de la Escritura debe mantener al momento de abordar un pasaje. Espero les edifique. Si les sirvió de algo, espero lo puedan compartir. :)