Tengo un temor creciente por
los predicadores hoy en día. Me temo que si no tenemos cuidado, terminaremos como
los Fariseos.
Esto es a lo que me refiero.
La predicación, cuando se hace apropiadamente, debería
descargar a las personas. Como predicadores,
nuestro trabajo es retar a la gente, sí, pero no cargarlas.
Cuando describió a los
Fariseos y lo que ellos hacían a las personas con sus enseñanzas, Jesús dijo:
"Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los
hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas."
(Mateo 23:4)
Lo interesante es que cuando
leemos eso, automáticamente despreciamos a los Fariseos y asumimos que tenían
malas intenciones.
Pero, si estudias su historia, sus motivos eran en realidad
buenos. Lo que ellos intentaban hacer al crear todas las reglas por las cuales
ahora son infames era hacer la Ley aplicable
a las vidas de las personas.
Ellos leían un mandamiento
como "Guarden el Sabbath y manténganlo santo", y su preocupación era
que todos lo hicieron en realidad. Así que creaban aplicaciones como:
Utensilios usados para el trabajo no
pueden ser tocados en el Sabbath
No debes de caminar más de 500 pasos en el
Sabbath.
Su motivación fundamental era
ayudar por medio de darles reglamentos a las personas. Pero, en su deseo de hacer la Biblia aplicable, en realidad crearon
cargas que agobiaban a la gente.
Así es como creo que esto
ocurre en la actualidad. Hacemos una serie de sermones sobre el matrimonio, lo
cual es magnífico. Pero, luego decimos: "Tienes que hacer estas 15 cosas
con tu cónyuge para tener un gran matrimonio."
O hacemos una serie sobre
el gozo, y luego les damos 7 pasos para obtenerlo. Estamos tratando de ayudar,
pero sin darnos cuenta, estamos cargando a gente que ya tenía una carga pesada
en sus espaldas.
Y de repente, nos hemos
convertido en el grupo que todos amamos odiar: Los Fariseos.
No estoy diciendo que no
debemos darle a nuestra gente aplicaciones o pasos prácticos. Claro que debemos
hacerlo. Jesús lo hizo muchas veces. Pero, lo que estoy diciendo es que debemos
tener cuidado.
Cuando nos paramos a predicar en nuestras iglesias, nuestro
objetivo debe ser descargarlos. Emulando la enseñanza de Jesús cuando dijo:
"Mi yugo es fácil y ligera mi carga."
-Traducido por Luís Luna Jr. Tomado del blog de Steven Furtick, pastor general de Elevation Church en Charlotte, Carolina del Norte. Puedes leer el blog original en inglés aquí.
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