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viernes, 31 de marzo de 2017

Tu pecado no es suficiente


Todos los pecados son ofensas delante de Dios. Pero, hay algunos que causan un impacto negativo mayor en las personas que nos rodean. Por ejemplo, no es lo mismo que un cristiano se pase un semáforo en rojo. A que un líder espiritual sea encontrado en una falta moral grave como el adulterio. Claro que uno causará mucho más escándalo que el otro. Por eso, si ha habido alguien que pecó de una forma tan públicamente escandalosa, ese fue el apóstol Pedro. La negación de Pedro hacia Jesús, según lo relatado por los biógrafos del Mesías, fue algo nefasto. Por muchas razones.

En primer lugar, Pedro fue muy cercano a Jesús. Durante el desarrollo de su ministerio, Cristo se convirtió en un líder popular. Las masas se aglomeraban para escuchar lo que él tenía que decir ya que la gente encontraba que enseñaba con una autoridad que parecía faltarle al resto de los rabinos contemporáneos. Así también, Jesús realizaba muchos milagros. Sanando enfermos y haciendo grandes prodigios. Por esto, las multitudes siempre estaban detrás de él en cualquier lugar que estuviera.

No obstante, aunque era muy seguido por muchos, Jesús eligió a doce hombres para compartir su vida y ministerio de una forma más íntima que con el resto. Si te tomas el tiempo de leer los evangelios, te darás cuenta que estos hombres no tenían nada espléndido. No eran la crema de la nata, ni mucho menos. Eran simples hombres comunes y corrientes que tenían trabajos sencillos.

Curiosamente, uno de los axiomas de liderazgo más populares es que si quieres llegar lejos debes rodearte de gente capaz con un buen pedigree. Tal parece que Jesús fracasó de acuerdo a la sabiduría convencional de los bestsellers modernos de liderazgo. Porque estos simples hombres eran nada más y nada menos que eso: simples hombres. Y dentro de estos doce discípulos, Jesús tenía un círculo más cercano aún, compuesto por tres de sus seguidores: Juan, Jacobo y Pedro. 

Es decir, Pedro era parte del grupo más íntimo con el que Jesús compartió. Y a pesar de esto, Pedro negó a Jesús.

En segundo lugar, Pedro fue de los discípulos que experimentó de primera mano muchas de las obras milagrosas del Maestro. Por ejemplo, cierta vez que Jesús se le apareció a un grupo de pescadores por la noche mientras caminaba por las aguas, Jesús invitó a Pedro a que hiciera lo mismo. Y por un breve momento de fe seguido de incredulidad, Pedro, al igual que Jesús, milagrosamente caminó por las aguas sin hundirse. 

Pedro también estuvo ahí cuando los panes y los peces fueron multiplicados delante de los ojos de la multitud. A sí mismo, Pedro estuvo en primera fila cuando Jesús sanaba a los paralíticos y daba vista a los ciegos. En definitiva, Pedro jamás podría argumentar que fue orillado a las periferias del ministerio por Cristo. Siempre tuvo acceso directo al Maestro. Y pesar de esto, Pedro negó públicamente al Salvador.

Y por si esto fuera poco, Pedro negó a Jesús en el momento en que su Maestro más necesitaba de los suyos. Antes que Jesús fuera apresado, él se retiró a orar en el monte Getsemaní. El escritor bíblico relata que la aflicción era tan grande en el corazón de Jesús que su sudor era tan denso como gotas de sangre. 

Estas fueron, muy probablemente, las horas más difíciles que Jesús tuvo que atravesar. Y cuando más Él necesitó de aquellos por los que estaba a punto de dar su vida, Pedro le dio la espalda. En el momento más vulnerable, el apóstol negó a Jesús.

Pedro fracasó de forma pública y escandalosa delante de muchos. Y puede que tú sientas que ese es tu caso también.

A lo mejor has amanecido demasiadas veces en la cama equivocada junto a la persona incorrecta.

Tal vez estás atravesando la difícil etapa de un embarazo pre-matrimonial.

Es posible, incluso, que has consumido más droga de la que tu sistema tolera y tus recuerdos están llenos de remordimientos a causa de eso.

O probablemente tu hogar se está desintegrando delante de tus propios ojos...y de los ojos de los demás.

Puede que todo eso sea cierto y sea una verdad difícil de confrontar.

Pero, también, la buena noticia del evangelio es que tu pecado, por muy estrepitoso y público que sea, al igual que el de Pedro, no puede separarte del amor de Dios en Cristo.

En la biografía de Jesús escrita por Juan Marcos, en el capítulo 16, Dios permite que un muchacho se encuentre providencialmente con un par de mujeres que llevaban especies aromáticas para ungir el cadáver de Jesús. Y el mensaje que este joven les da es el siguiente (v.7): "díganle a los discípulos y a Pedro, que él (Jesús) va delante de vosotros a Galilea, ahí le veréis, tal y como él lo había prometido."  Ahora, bien, notemos que lo que este muchacho NO dice es: "Díganle a los discípulos, EXCEPTO al traicionero de Pedro." 

Él pudo haber dicho esto. De todos modos, había vasta evidencia para desechar a una sabandija cobarde como lo fue este hombre. Pero, el comunicado no fue así. De haber usado la palabra "excepto" el mensaje hubiese denotado exclusión. Pero, la palabra que usó el mensajero fue una llena de compasión sacrificial. Él dijo: "Díganle a los discípulos Y a Pedro." Esto denota inclusión, misericordia y gracia escandalosa hacia alguien que públicamente negó a Su Salvador.

Si alguna vez hubo alguien en la historia de la Iglesia cristiana con argumentos de sobra para ser excomulgado después de tocar fondo de una forma tan horrible, ese fue Pedro, el apóstol. Pero, las cosas no resultaron así. Porque tu pecado, tal como el de Pedro, es insuficiente para separarte del amor de Dios. Pues, el sacrificio de Cristo fue suficiente para reconciliarte con Dios.

Este amor no es barato. Todo lo contrario. Tiene un costo muy alto. Tu pecado fue tan grande que el hijo de Dios tuvo que morir por ti. Tu estado es peor de lo que crees. Pero, Su gracia es tan vasta que el hijo de Dios estuvo dispuesto a morir por ti.   Eres más amado de lo que imaginas. De hecho, las cicatrices de Jesús son fuentes inagotables de agua viva, que saben a gracia sacrificial y a misericordia fresca. 

Esto no quiere decir que tienes una licencia para seguir pecando. De todos modos, fue tu pecado lo que causó esas cicatrices. Sino, que ahora puedes correr libremente hacia el Trono. En donde siempre serás recibido por el Rey del Universo. El que murió por los cobardes que le han negado, como Pedro. Y como yo.

-Luís Luna Jr.

Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

jueves, 15 de septiembre de 2016

5 cosas que agradezco de Honduras



Al igual que en muchos países en América Latina, hoy se celebra el día de la Independencia en Honduras. Por eso, quiero compartir algunas cosas por las que estoy agradecido de mi país. Cualquiera leyendo esto puede pensar en alguna excepción que nulifique las razones que expongo. O puede ofrecer una perspectiva contraria igualmente válida. 

No estoy cerrando los ojos y negando la realidad. 

Muchas cosas están mal en el país. Cualquiera que tiene acceso a las noticias lo sabe. Pero, así como hay cosas malas que entristecen e indignan. Hay cosas buenas que me entusiasman y dan esperanza. Al fin y al cabo, ver con los ojos de Dios no significa sólo identificar lo que está mal.

Sino también observar aquello que por gracia de Dios está bien. Muchos se quejan sobre el puente que se cayó. Pocos agradecen por los que todavía siguen en pie. 

Aquí hay algunas cosas de mi país por las que estoy agradecido. No están categorizadas en ningún orden jerárquico o particular. Algunas pueden sonar medio esporádicas. Sólo son cosas que se me vinieron a la mente mientras reflexionaba un rato.

1. Agradezco por la libertad de religión. Jesús es predicado en nuestro país en escuelas, colegios y universidades. Eso es un privilegio. El secularismo y especialmente, la aversión hacia el cristianismo ha causado que esto sea prohibido en muchos países alrededor del globo. 

Por gracia de Dios, podemos proclamar a Cristo con libertad.  Sin temor a que nuestra vida o la de nuestra familia sea perseguida por las autoridades gubernamentales. 

Mientras en las reuniones del congreso invitan a pastores evangélicos o sacerdotes católicos a orar, muchos de nuestros hermanos cristianos al otro lado del mundo se reúnen en lugares clandestinos para alabar al Dios que nosotros proclamamos con libertad. 

Eso no significa que Honduras es un “país cristiano.” Pero, a la medida que exista libertad para proclamar el nombre de Jesús a las personas, estoy agradecido.

2. Agradezco que los hondureños son trabajadores. Demasiada gente acepta la suposición que "el hondureño es haragán." Esto no es cierto. Claro, siempre hay holgazanes. Como en todos lados. Pero, creo que hay más gente trabajadora. Soy parte de una iglesia conformada por gente que trabaja duro. 

Muchos de mis hermanos en Cristo trabajan incluso más de lo estipulado por la ley. Honestamente, conozco a muy poca gente desempleada que está cómoda de estarlo. La mayoría de gente en Honduras tiene ganas de trabajar. 

A los hondureños trabajadores que hacen que el país avance: ¡Gracias!

3. Agradezco a Dios por los equipos de respuesta ante las emergencias en nuestro país. Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja y Policía. La mayoría de personas que sirven en estas profesiones son desapercibidas y poco valoradas. Sin mencionar el hecho que los últimos han estado involucrados en controversias en los últimos años. Sin embargo, eso no elimina la labor constante que este personal hace día y noche.

Este año estuve siguiendo la noticia de un joven de mi ciudad, Villanueva, Cortés, que falleció en el cumplimiento de su deber. Tuve el privilegio de conocer a este muchacho algunos meses antes de su partida. Jóvenes como él hacen, y continuarán haciendo, grandes a las instituciones que sirven a las comunidades hondureñas para hacerlas más seguras.

4. Agradezco a Dios por las madres hondureñas. Las estadísticas muestran con brutalidad que cada vez son más las mamás que hacen el papel de madre y padre en nuestro país. Esto no sólo dice mucho de la necesidad que los hombres hondureños tenemos de tomar un papel más trascendente en la formación de las familias que componen nuestra sociedad. Sino que también ejemplifica la valentía y gallardía de las mujeres que trabajan y se esfuerzan incansablemente para sacar adelante a sus hijos.

Sé que este es el día de la independencia, no el día de la madre. Pero, a todas las mamás que la hacen de MAPA (mamá y papá): Gracias.


5. Agradezco por la iglesia en Honduras. La iglesia tiene problemas porque está compuesta por personas. Y las personas estamos locas. Entonces siempre habrán cosas en que mejorar. Ese proceso se llama santificación. 

Pero, me entusiasma ver grandes sectores de la iglesia trabajando  no sólo para salvar a los perdidos, sino para alimentar a los hambrientos, brindar techo a los desprotegidos y luchar por justicia para los oprimidos. 

Muchas personas están haciendo una labor encomiable dentro de la iglesia, en los ministerios eclesiásticos. 

Y fuera de ella, a través de ministerios paraeclesiásticos. A lo largo y ancho del país, el ejército de la iglesia evangélica en Honduras cuenta con soldados desinteresados en que su rostro figure en afiches de conferencias famosas. Haciendo una labor silenciosa. Sin bombos ni platillos. Pero, que sus vidas y testimonios tienen una estruendo ensordecedor en la eternidad. Por las iglesias que son sal y luz en nuestro país: ¡Gracias!

Estas sólo son algunas. Tengo muchas más razones que puedo mencionar. Pero, también hay muchas más cosas que tengo que hacer aparte de escribir este blog. ¡Ja!
Dios es soberano, y en su providencia, permitió que naciera en Honduras. Una tierra bella. Manchada, sí, por la sangre que corre por la violencia y corrupción. Pero, también manchada por la sangre que corrió en un madero en el Gólgota.

Así que, en palabras del trovador hondureño, Polache: “Mira Honduras con otros ojos, esta es tu tierra. Descubrí que al mirarla con otros ojos vas a merecerla. Mira a Honduras con otros ojos, tenés que quererla. Descubrí que al mirarla con otros ojos, vas a merecerla.”

Bendiga Dios la pródiga tierra en que nací. Ajá, ¿y vos por qué estás agradecido de ser hondureño?  

-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

martes, 14 de junio de 2016

Como estudiar teología sin morir (de orgullo) en el intento


Algunos sectores de la iglesia evangélica han estado marcados por la indiferencia teológica. Al menos por algún tiempo. Los cantos de las sirenas del pragmatismo ministerial han atraído a más de un pastor o líder evangélico a implementar lo que parece "tener éxito" en el momento. Aunque en ocasiones eso esté directamente en contra de enseñanzas bíblicas claras.

Las palabras “teología” y “doctrina” han tenido connotaciones no tan positivas. Vistas por muchos como cosas que traen división en lugar de unidad.  Algunos, por otro lado, sienten apatía doctrinal porque ven a la teología como un conjunto de postulados abstractos que no son pertinentes al día a día de las personas. Aunque, en cierto sentido, no hay nada más práctico que tener una buena y sólida teología.

Pero, con todo y esto, en la actualidad se respiran otros aires. Muchas personas laicas en general y jóvenes en particular muestran un creciente interés por entender mejor la fe que ha sido una vez dada a todos los santos (Judas 1:3).

Muchas organizaciones han usado las herramientas de la era de la informática para difundir diversos recursos provenientes de tradiciones teológicas robustas.

Casi siempre que predico en algún lugar hay personas que expresan su deseo de entender mejor a las Escrituras y al Dios de las Escrituras. Cuando alguien expresa un deseo genuino de entender mejor la revelación de Dios a eso digo: "Amen" con un corazón rebosante de alegría. Pues, Dios nos ha llamado a ser obreros que no tenemos nada de que avergonzarnos y que usamos bien la Palabra de verdad (2 Tim. 2:15).

Sin embargo, aunque toda esta resurgencia debe alegrarnos, es necesario reconocer que una de las tentaciones más grandes al estudiar teología ya sea formalmente en una institución académica o informalmente por medios autodidactas, es caer en orgullo intelectual.

El orgullo es un pecado sutil. Similar al mal aliento. Todo mundo sabe que está presente en una persona. Excepto aquel quien lo carga. Para ser justos, la arrogancia es una tentación para cualquiera en cualquier campo de desempeño. Un carpintero puede jactarse de hacer mejores sillas que los demás en su oficio. Pero, sumergirse en las mentes de los pensadores que han influenciado nuestro entendimiento de la fe cristiana puede intensificar exponencialmente nuestra tentación de caer en orgullo intelectual.  

Considerando que el orgullo puede ser difícil de detectar en uno mismo, aquí hay algunas señales que te estás volviendo arrogante a causa de estudiar teología.

1. Te vuelves hipercrítico. Piensas que todo lo que se hace en tu iglesia local está equivocado. Y la culpa es de los hermanos ignorantes que no conocen los complejos matices de la teología de Barth. Permíteme ser claro aquí. Debemos asegurarnos que la sana doctrina sea predicada en nuestros púlpitos. Pero, también debemos reconocer que hay un espacio y tiempo para crecer y ser corregidos. De la misma manera, que Apolos un joven elocuente y poderoso en las Escrituras fue tomado a parte para ser instruido de una mejor manera en el camino de la fe (Hechos 18:24-28). Si todo lo que resaltas del sermón de otro es lo impreciso que fue doctrinalmente es probable que el verdadero problema no provenga del púlpito sino de tu propio corazón. Es tragicómico intoxicarse hablando de las doctrinas de la gracia en maneras que no despliegan gracia.

2. Siempre quieres tener la última palabra. La teología es una disciplina basada en argumentos. Quienes hacemos teología persuadimos a otros, en el poder del Espíritu, a través de argumentos. Sin embargo, esto se puede llevar demasiado lejos. Usar argumentos está bien. Volverse una persona argumentativa está mal. Algunos pueden ser tan argumentativos que no están dispuestos a perder ni la más mínima discusión sobre temas terciarios como el debate entre el supralapsarianismo vs. infralapsarianismo. Hay un serio problema en tu corazón si caminas por la vida queriendo corregir a todo mundo en cualquier conversación.

3. Quieres convertir a todo mundo. Hay personas que leen Mateo 28:19 de la siguiente manera: "Por tanto, id por todo el mundo y haced calvinistas...” o arminianos. O wesleyanos. Tanto así que se consideran más calvinistas que Juan Calvino. O más arminianos que Jacobo Arminio. O más barthianos que el propio Karl Barth. Es bueno ser parte de una herencia teológica. Pero, no perdamos de vista que en el amplio espectro del cristianismo hay personas que aman a Jesús profundamente y aman a las personas genuinamente pero no firmarían nuestra declaración de fe.

SUGERENCIAS
Reconozco que el título de este artículo es ostentoso. Cualquiera puede llevarse la impresión que estoy ausente de orgullo y he "logrado" la humildad. No es así. He nacido de nuevo. Pero, mi corazón tiene residuos de arrogancia. Más de lo que a veces estoy dispuesto a reconocer. Necesito con desesperación la gracia de Jesús. De hecho, la razón por la que conozco las características del orgullo intelectual no es tanto por que las he notado en otros, sino porque las he visto en mi propio corazón.

Más bien, estas sugerencias son consejos que uno de mis mentores compartió conmigo. Él es un pastor erudito. Con diversos postgrados de varias universidades y seminarios bíblicos. Tiene un vasto conocimiento acerca de Dios y la Biblia. Pero, lo que me sigue impresionando es su profunda humildad y gentileza. No doy su nombre porque seguro se incomodaría de leer que estoy escribiendo acerca de su humildad, atributo que él negaría tener.

En cierta ocasión, él me contó que cada vez que aprendía algo nuevo acerca de Dios, sentía la tentación dentro de sí de ver de manera condescendiente a aquellas personas que no tenían acceso a este tipo de estudio. De inmediato, él cerraba los ojos y oraba algo como: "Señor, gracias por enseñarme acerca de la igualdad ontológica entre las personas de la Trinidad. Ayúdame a amarte más. Y ayúdame a amar a las personas más a causa de esto. En el nombre de Jesús, amen." Orar en agradecimiento a lo que has aprendido acerca de Dios desciende el contenido de tu cabeza a tu corazón. Responder hacia lo que aprendes en oración es una manera de reconocer tu finitud ante un Dios infinitamente sabio.

También, él suele decir: “Asegúrate de oler a oveja.” Cuando Jesús inició su ministerio pudo haber elegido a la crema y nata del mundo teológico. Pudo haber elegido a los profesores de la ley y a los eruditos de ese entonces. Pero, en lugar de eso decidió pasar tiempo con un puñado de hombres que olían a pescado. Jesús siempre buscaba estar con su Padre y con la gente. Nuestro olor a personas debe opacar nuestro olor a libros. De hecho, la razón por la que pasamos tiempo en libros es para amar mejor a nuestro Padre y ayudar más a las personas.  


Tener acceso a recursos teológicos es una bendición. Pero, es un medio para un fin. La arrogancia intelectual es el resultado de mirar al estudio teológico como un fin en sí mismo. El fin es amar a Dios y amar a las personas (Lucas 10:27).

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-Luis Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

sábado, 4 de junio de 2016

Que Hacer Cuando No Quieres Orar, parte 2.


Aunque en Honduras sólo tengamos dos temporadas: calor con lluvia y calor sin lluvia, el planeta entero atraviesa por cuatro estaciones.

Lo mismo puede decirse acerca de nuestra vida en general y nuestra vida de oración en particular.

En algunas ocasiones, orar puede sentirse fácil. Tus deseos de orar se encuentran a flor de piel. Y cada vez que cierras tus ojos en oración tienes un momento significativo con el Señor. Podríamos llamarle a eso una primavera de oración.

Pero, puede ser que tu vida de oración esté tan seca como la árida tierra azotada por el fenómeno del Niño.

O a lo mejor tu corazón está frío como el duro invierno Siberiano.

Cuando estás en una temporada así, orar puede sentirse monótono y hasta intrascendente. Aquí hay algunas sugerencias que puedes seguir.

1. Ora Los Salmos.
Los niños aprenden a hablar escuchando a otros adultos. Los cristianos aprendemos a orar escuchando a grandes hombres y mujeres de Dios orando. En este sentido, los Salmos son una gran guía para nuestras oraciones pues expresan con franqueza la realidad del corazón humano. Los escritores de los salmos no esconden nada ni aparentan nada. Incluso, algunos salmos pueden parecer hasta ambiguos. "Señor, porque me has dejado?" "Señor, tú nunca me dejas."
Cuando se te haga difícil orar, toma la Biblia, abre un salmo y ora en respuesta a la revelación del carácter de Dios declarado en el Salmo.

2. Escribe tus oraciones en un diario.
Escribir enfoca tu mente en lo que quieres decir. Aquellas veces en que sientas que tu corazón está por todos lados como para tener un tiempo de oración poderoso, toma un cuaderno y comienza a escribir tus oraciones. Llevar un diario de tus oraciones también fortalece tu fe. Escribe las peticiones que le haces a Dios. Y también anota la fecha en que fueron contestadas. Pues cuando te encuentres en una situación en la que dudas de su bondad y soberanía, puedes regresar al diario y recordar las ocasiones en las que Dios intervino a tu favor.  

3. Ora a pesar que no tengas ganas.
Esto puede sonar contraproducente. De todos modos, el artículo se trata acerca de qué hacer cuando no tienes ganas de orar. Pero, podemos caer en el peligro de creer que la vida devocional se trata exclusivamente acerca de tener un éxtasis. Nuestro objetivo en la oración no debe ser sentir escalofríos en la espalda sino glorificar a Dios al conformar nuestro corazón al de Él. ¿De veras crees que el Dios todopoderoso, Creador de todo lo que hay decide manifestar su presencia sólo para darte "piel de gallina"?

Cuando los deseos de orar no estén a flor de piel, sólo hazlo y deja que los deseos te alcancen. Los predicadores puritanos aconsejaban a sus feligreses diciéndoles: "Oren hasta que oren." Suena redundante. Pero, lo que querían decir es que debemos orar hasta pasar el formalismo y la falta de realidad que experimentamos al comienzo de todo tiempo de oración.

El Dr. D.A Carson dice que el poder de Dios está ausente en aquellas oraciones que son como el típico niño bromista que sólo toca el timbre de una casa y sale corriendo.

Oremos hasta que oremos.

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-Luís Luna Jr.

Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

jueves, 4 de febrero de 2016

Un noviazgo no sana un corazón solitario



¿Alguna vez has conocido a alguien que simplemente no puede estar sin novio(a)?

Me refiero al tipo de personas que se sienten mal cuando no están en una relación de noviazgo. Es decir, sienten que no valen nada y el hecho de estar con alguien les añade valor. Las consecuencias de esto pueden ser tristes. En el caso de las chicas, se terminan quedando con los patanes más grandes. Y en el caso de los chicos, con muchachas que no tienen ninguna otra intención más que jugar con sus corazones.

Y lo que es peor aún, muchos están dispuestos a soportar diferentes tipos de maltrato. Todo por no perder a la pareja. De hecho, las siguientes señales pueden ser alarmas indicano que algo no anda bien:

¿Tu novio(a) continuamente te falta el respeto enfrente de otras personas?
¿Tu novio(a) te está llevando a hacer cosas en contra de tus convicciones...y terminas cediendo?
¿Te encuentras regresando a una relación que sabes que deberías haber terminado?
¿Tu novio(a) te ha expresado que tú tienes una necesidad dañina y asfixiante de control sobre él/ella?

Si la mayoría de estas cosas son ciertas en tu vida o en alguien que conoes, puede ser que el motivo fundamental que impulsa la relación no es el amor hacia el otro sino el temor a estar solo.

Por eso, para ser feliz en tu noviazgo tienes que aprender a ser feliz sin necesidad de tener uno.

Una relación de noviazgo no es la cura para un corazón solitario.

Por eso, quiero compartirte dos maneras para curar un corazón solitario, de parte del Dr. Henry Cloud en su libro "Boundaries in Dating" (Límites en el noviazgo):

1. Fortalece tu relación con Dios
El pastor Charles Stanley dice: "No hay nada más importante en el mundo que tu relación con Jesucristo." Muchas personas ven a Dios como una especie de aditivo. Piensan que su vida sin Dios está, en términos generales, bastante bien.  Pero, que no harían nada mal con ir a la iglesia un par de veces al mes y ayudar a uno que otro necesitado.

Si piensas así, Dios te vomitará de su boca (Ap. 3:16). No hay campo neutral en el terreno de tu corazón. No existe una “vida balanceada” en el servicio de Dios. Si no estás creciendo en fervor por el Señor entonces tu corazón está fabricando ídolos.

Cristo es primero. En todo. Él es preeminente (Col. 1:15-20). Y nuestras vidas deben reflejarlo.

C.S Lewis lo pone de esta manera: La vida consiste en cosas primarias (ej. tu relación con Dios) y cosas secundarias (todo lo demás). Si priorizas lo primario, Dios te bendecirá abundantemente con lo secundario. Si priorizas lo secundario, no sólo perderás lo primario sino también lo secundario.

Las relaciones amorosas serán causa de dolor en tu vida si inviertes ese orden. Así que, fortalece tu relación con Dios.


2. Cultiva amistades saludables con cristianos maduros
Hace algunos años atrás escuché a una persona decir lo siguiente: “Yo no necesito a nadie. Prefiero encerrarme a orar que salir con amigos. No necesito a otras personas. Sólo a Dios.” Quedé impresionado. Eso sonaba bastante espiritual y radical.

Lo interesante es que el matrimonio de esta persona colapsó de forma estrepitosa.

¿Por qué? Esta manera de pensar no es sólo dañina sino en contra del diseño de Dios para el humano.

Cuando el libro de Génesis relata que Dios creó el cielo y la tierra, Él contempló lo creado y dijo: “Esto es bueno” (Gen. 1:31). Sin embargo, después Dios creó a Adán. Y vio que estaba sólo. Y Él dijo lo contrario: “Esto no es bueno” (Gen. 2:18).

Así que, desde el principio, el diseño original de Dios para la humanidad es que vivamos en compañía. Y no en aislamiento.

Sin embargo, podemos estar totalmente rodeados de personas y sentirnos completamente solos. ¿Cuál es el problema entonces? Necesitamos cultivar amistades que estén fundamentadas en la confianza. Y la única forma de cultivar confianza es siendo vulnerable. Siendo transparente. Dejando de pretender.


Tus amistades más profundas son aquellas en las que puedes ser tú mismo sin temor a ser juzgado. Cuando no necesitas presentar “un título” o “un manto” o lo que quiera que sea. 

Claro, tienes que ser sabio en esto. Debes cultivar este tipo de relaciones con cristianos maduros. Porque hay muchos que les encantaría saber tus secretos más oscuros. No para ayudarte. Sino para hundirte. Ten cuidado con ese tipo de personas.

Fortalece tu relación con el Señor. Que Él se vuelva lo primero en tu vida. Cultiva amistades saludables con cristianos maduros.

Y te darás cuenta que no necesitas un noviazgo para ser feliz. Curiosamente, sólo cuando entiendas esto podrás ser feliz en tu relación de noviazgo.

¿Cuál es tu opinión al respecto? ¡Me encantaría escucharla!

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-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Como elegir un novio(a) sabiamente



Las relaciones de noviazgo pueden ser complicadas. De hecho, como pastor de jóvenes, en muchas ocasiones he tenido que acompañar a más de un corazón herido a causa de una ruptura emocional.

Sin embargo, con todo y esto, estoy en contra de satanizar las relaciones de noviazgo.

Claro, algunos principios de sabiduría son recomendables.

Especialmente con respecto a la edad. Si eres un adolescente y estás en el colegio, pues es mejor estudiar y tener muchos amigos.

Ahórrate quebranto en el corazón y mucho, mucho, muchísimo drama, drama, drama.

Es normal tener un "crush" en el colegio. Es normal sentir la sensación de caminar en el aire cuando esa persona te corresponde. Pero, puede ser peligroso alimentar ilusiones que después te causarán dolor.

No pretendo decir que todos los adolescentes son un montón de inmaduros subhumanos que no tienen derecho a tener novio. Sino que, simplemente, en la adolescencia, la madurez de hormonas no equivale a la madurez de emociones.

El tiempo vendrá. Yo sé. Sueno como viejo. Y son exactamente las palabras que mis papás me decían. Y ¿saben qué? ¡Tenían razón!

Ahora, por otro lado si ya estás en la temporada de vida apropiada para iniciar una relación de noviazgo, creo que estos tres consejos te pueden ayudar al momento de buscar novio (a):

1. Busca carácter, no sólo carita

“Que la belleza de ustedes no sea la externa…Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón…” – 1 Pedro 3:3

En mi país hay un dicho que dice: “Es mejor un feo que te diga: “Vení comamos” a un guapito que te pregunte: “¿Qué comeremos?”

Traducción: es mejor un “feo” trabajador que un “guapo” holgazán.

Esto no significa que buscarás a alguien a quien no encuentres atractivo(a). Sino que, aprende a valorar más su integridad, honestidad y su pasión por Jesús en lugar de como se mira con ese vestido rojo o como luce sus abdominales de acero. 

Cuando la gravedad le juegue la mala broma de hacer su efecto en su cuerpo: ¿Qué es lo que hará que permanezcas con esa persona? Una buena manera de saber si tu novio(a) es  "materia prima para el matrimonio" es hacerte esta pregunta: Si tuvieras hijos, ¿quisieras que ellos tuvieran los hábitos y el carácter de tu novio(a)?

2. Asegúrate que ambos sean de la misma fe

No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? – 2 Corintios 6:14

Si eres cristiano, no tengas relaciones de noviazgo con inconversos. No, no eres mejor que los inconversos. No, no significa que tengas que comportarte de manera arrogante. Y no, tampoco vas a dejar de hablarles a tus amigos no cristianos. Pero, no existe ninguna comunión entre la luz y las tinieblas.

 Deja de pensar que tú lo vas a convertir. Tú no eres la tercera persona de la Trinidad. No eres el Espíritu Santo. No puedes cambiar a nadie.

¿Dios puede hacer la obra? ¡Claro que sí! Pero, si tal es el caso, deja que Él primero obre entonces. Mira, si de veras consideras pasar el resto de tu vida con una persona inconversa: piensa en tus hijos. 

El pastor J.D Grear lo pone así: "El impacto más grande en la vida espiritual de tus hijos será la persona con quien te cases. ¿De veras quieres que alguien que no comparta tu fe sea la influencia formativa más grande para ellos? ¿Te das cuenta de lo increíblemente egoísta que eso es--sacrificar el alma de tus futuros hijos en el altar de tus pasiones cortas?"

 3. No ignores el consejo de la gente mayor

 "Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.”- Proverbios 19:20

Un error común al momento de elegir un novio (a) es pensar que es "un asunto sólo mío." 

De hecho, algunas de las frases más populares que he escuchado son: 

"lo único que importa es que lo amo"
"mi familia no se tiene que meter"
"sólo somos tú y yo contra el mundo" *esta me causa náuseas*

Es cierto, al final eres tu quien toma la decisión. Pero, es muy sabio apreciar el consejo de las personas que te aman. Estar enamorado puede nublar el pensamiento. Permite que otras personas sabias y mayores conozcan a tu novio (a) y pregúntales su opinión. Puede que ellos vean algo que a ti se te está escapando. Es una mala señal cuando tu relación de noviazgo no le agrada a las personas mayores que te aman. Preséntala a tu pastor, a tu líder de jóvenes, a tus hermanos en la iglesia.

¿Y tú? ¿Cuales son algunos de tus consejos o recomendaciones? ¡Me gustaría saberlos!

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-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.


lunes, 31 de agosto de 2015

No trates de ser humilde




Hace unos cuantos siglos atrás, particularmente cuando el Imperio Romano dominaba el mundo conocido, la humildad no era una virtud sino que era vista como una señal de debilidad. Por el contrario, el orgullo era considerado como una señal de fortaleza y de poder.

Pero, en gran parte, la ética judeo-cristiana influenció el mundo occidental de tal manera que causó que actitudes como el servicio, los actos sacrificiales de amor desinteresado y la humildad fueran vistas como características socialmente deseables en una persona.

Por eso, ahora, en el siglo XXI, todos amamos a las personas humildes. Y por lo general todos aborrecemos a los arrogantes y prepotentes. Y en vista que la humildad es un rasgo que todos admiramos en otros, deseamos tenerla para que los demás nos puedan catalogar como humildes y ser tenidos en alta estima.

Sin embargo, eso sólo demuestra que, en muchos casos, la motivación interna de una humildad externa es recibir adulación. Estamos tan obsesionados con nosotros mismos que haríamos lo que fuera, incluso aparentar ser humildes, con el fin que nuestro ego sea acariciado.

 Es por esto que la falsa humildad es la más grande de las altanerías.

Pero, entonces, ¿qué es la verdadera humildad?  

Podemos comenzar por definir que NO es. Por ejemplo, en nuestro país Honduras, usualmente tildamos a una persona introvertida y callada como alguien humilde.

¿Alguna vez se han referido a alguien que es tímido diciendo, "Juan es bien callado; por eso es muy humilde”? Cuando en realidad, la timidez e introversión de Juan puede venir de una obsesión consigo mismo que le hace estar demasiado pendiente de sus acciones pues tiene un deseo enfermizo por agradar a todos los que le rodean.

Para otros, ser humilde es creerse menos que los demás. Y por eso, la humildad es confundida con baja autoestima. Pero, muchas personas con baja autoestima en realidad están demasiado sumergidas en su mundo ya que se enfocan demasiado en lo que no tienen. Su obsesión insalubre con sus carencias genera una falta de confianza en sí mismos.

Si esto es cierto, y creo que lo es, ¿qué es, entonces, la verdadera humildad? o ¿cómo se manifiesta?

C.S Lewis escribió un libro llamado "Mero Cristianismo" y en el hay un capítulo fascinante acerca del orgullo en donde describe al prototipo de una persona realmente humilde:

"No te imagines que si conoces a un hombre humilde él será lo que la mayoría de personas llaman "humilde" hoy en día. Él no será el tipo de persona con auto-lástima y auto-compasión que constantemente te esté diciendo que él es un don nadie. Probablemente todo lo que tú pienses de él es que él parecía un tipo alegre e inteligente que tenía un interés genuino en lo que tú le estabas diciendo a él. Si él no te cayó bien será porque tú te sentiste un poco envidioso de alguien que parece disfrutar la vida con tanta sencillez. Esta persona no estará pensando, o siquiera tratando de ser humilde: porque no estará pensando en sí mismo en lo absoluto.

Si alguien quiere adquirir humildad, yo puedo, creo, darle el primer paso. El primer paso es admitir que uno es orgulloso. Y éste es un paso grande también. Al menos, nada puede hacerse antes de esto. Si piensas que no eres arrogante, significa que ciertamente eres muy arrogante."

Lo que CS Lewis dice es que si nos encontramos con alguien realmente humilde, no nos vendremos con la idea que nos topamos con alguien humilde. El no estaría haciéndonos saber que es un don nadie (porque una persona que siempre dice que es un don nadie es en realidad una persona absorbida en sí misma).

Lo que más recordaríamos de conocer a alguien verdaderamente humilde es lo mucho que él se interesó en nosotros.

Porque la esencia de la humildad no es pensar más de ti mismo. Y tampoco es pensar menos de ti mismo. Sino pensar menos en ti mismo.

Una persona genuinamente humilde no está “tratando” de ser humilde porque simplemente no está ansioso por pulir su imagen y presentar la mejor versión de sí mismo sino que está auténticamente interesado en lo que la otra persona tiene que decir.

Eres humilde cuando dejas de conectar todas las cosas contigo mismo. Es ponerle un fin a pensamientos tales como, “Dios mío, estoy en medio de un montón de personas, ¿cómo me veo? ¿Será que si visto así hará que me vea mejor?”

La verdadera humildad significa que tú dejas de asociar cada cosa, cada conversación, cada experiencia contigo mismo.

Eres humilde cuando dejas que otra persona cuente su historia completa sin que lo interrumpas diciendo “Eso no es nada...Vieras a mí.”

Eres humilde cuando dejas de exigir crédito por las victorias y tomas responsabilidades por las derrotas. Napoleón Bonaparte dijo, “Las derrotas son huérfanas pero las victorias tienen muchos padres.”

Te has fijado que hay personas que cuando alguien les dice, “Fíjate que a Pedro lo ascendieron en su trabajo” ellos contestan, “Ah sí…yo fui quien lo recomendó con el jefe…”

Una persona humilde es sencillamente una persona que se olvida de sí misma.

Porque la cura para el ego-centrismo es el Cristo-centrismo. Jesús es el centro del universo, no tú. 

Eres más pecador de lo que estás dispuesto a admitir; pero, eres más amado en Cristo de lo que te puedes imaginar. Así que, deja de tratar de sonar interesante y empieza a estar interesado por los demás.

Escrito por Luís Luna Jr.

sábado, 27 de junio de 2015

Porque la Iglesia no debe entrar en pánico ante la Decisión del Matrimonio Gay




Mientras escribo esto, la Corte suprema ha realizado lo que será conocido como el "Roe vs. Wade" del matrimonio, redefiniendo el matrimonio en 50 estados. Este es un momento que debe traer sobriedad y yo soy consciente opositor de este fallo legal. La Corte ahora ha desechado miles de años de definiciones de la unidad más fundamental de la sociedad y los cambios culturales a raíz de esto serán amplios y profundos. Así que, ¿cómo debe responder la Iglesia?

Primero que nada, la Iglesia no debe tener pánico. La Corte Suprema puede hacer muchas cosas, pero lo que la Corte Suprema no puede hacer es poner a Jesús otra vez en la tumba. Jesús de Nazaret está vivo todavía. Él todavía está llamando al universo hacia Su Reino.

Si bien es cierto, aunque esta decisión, creo yo, traerá dolor a muchas personas, familias y a la civilización misma, el evangelio no necesita "valores familiares" para florecer. De hecho, la Iglesia usualmente prospera cuando está en contraste directo con las culturas que le rodean. Ese era el caso en Éfeso, Filipo, Corinto y Roma, ciudades que sostenían perspectivas del matrimonio alejadas de la Escritura.

La Iglesia necesitará en los años que vienen articular lo que creemos acerca del matrimonio; no podemos asumir que la gente estará de acuerdo con nosotros, o que nos comprenderán con exactitud. Es necesario que no hablemos del matrimonio simplemente en términos de valores, cultura y florecimiento humano. Hablemos del matrimonio de la manera en que Jesús y los apóstoles nos enseñaron--como algo atado al evangelio, una imagen de la Unión de Cristo con su iglesia (Efesios 5:32).

Y mientras lo hacemos, debemos no solamente articular nuestras perspectivas sobre el matrimonio, sino debemos encarnar una cultura matrimonial de acuerdo con el evangelio. No hemos hecho un tan buen trabajo en el pasado con respecto a esto. Muchos de nuestros matrimonios han sido saboteados por el divorcio. Demasiadas veces hemos descuidado aplicar la disciplina en la Iglesia en los casos de aquellos que sin arrepentimiento destruyeron sus matrimonios. Debemos arrepentirnos de nuestros errores y mostrarle al mundo lo que el matrimonio en realidad debe ser y mantener la luz encendida a los caminos antiguos.

Esto le da una oportunidad a la Iglesia de hacer lo que Jesús nos llamó a hacer con nuestros matrimonios en primer lugar: servir de luz en los lugares oscuros. Los matrimonios estables y permanentes con familias compuestas por un padre y una madre pueden volverse una peculiaridad en la cultura del siglo 21.

No debemos temer eso. Nosotros creemos cosas más extrañas que eso. Creemos que un hombre previamente muerto está vivo y aparecerá en los cielos orientales con un tatuaje en su musloo montado en un caballo. Creemos que el evangelio puede perdonar pecadores como nosotros y hacernos hijos e hijas. Es tiempo que abracemos el tipo de peculiaridades que salvan.

Reconozcamos también que si estamos en lo cierto con respecto al matrimonio, y yo creo firmemente que sí lo estamos, muchas personas se decepcionarán de obtener lo que quieren. Muchos de nuestros vecinos creen que un concepto redefinido del matrimonio simplemente expandirá la institución (y seamos honestos, muchos querrán que se siga expandiendo). Esto no será así, porque la complementariedad sexual no es algo adicional y periférico al matrimonio. La Iglesia debe estar preparada para los refugiados y deportados que regresen de la revolución sexual heridos y abatidos.

Debemos prepararnos para aquellos, como la mujer en el pozo de Samaria, que estarán sedientos por el agua que todavía no conocen.

Hay dos tipos de iglesias que no serán capaces de alcanzar los refugiados de la revolución sexual. La primera, es la Iglesia que ha desechado la verdad de las Escrituras, incluyendo lo que dice sobre la sexualidad y el matrimonio y como resultado, no tiene nada que decirle a un mundo quebrantado. Y la segunda, es el tipo de Iglesia que grita con furia a aquellos que están en desacuerdo. Esta iglesia no tendrá nada que decirles a los que buscan nacer de nuevo.

Debemos pararnos con convicción y con amor, con verdad y con gracia. Debemos ser fieles a nuestras creencias y amar a aquellos que nos odian por ellas. Debemos no solamente hablar verdades cristianas; debemos hablar con un acento cristiano. Debemos decir lo que Jesús ha revelado, y debemos decir esas cosas de la manera en que Jesús lo hace--con misericordia y con una invitación a una nueva vida.

Algunos cristianos estarán tentadas a la ira, desquitándoselas con el mundo alrededor con una narrativa de rechazo. Esa tentación es mala. Dios decidió cuando nosotros habríamos de nacer, y cuando habríamos de nacer de nuevo. Tenemos el Espíritu y el evangelio. Pensar que merecemos vivir en tiempos diferentes es decirle a Dios que merecemos un mejor campo misionero que el que nos ha dado. Marchemos gozosamente hacia Sion.

El testimonio del matrimonio será, como el movimiento pro-vida, una estrategia a largo plazo que será multi-prolongada. No hay tiempo para temer, indignarse o politizar. Vemos que somos extranjeros y exiliados en la cultura americana. Estamos en el lado equivocado de la historia, así como comenzamos. Debimos haberlo estado todo el tiempo.


Busquemos el Reino. Seamos firmes con el evangelio. Temamos a Dios. Pero, no temamos a nuestro campo misionero.

Este post fue orignalmente escrito por el Dr. Russell Moore, presidente de la Comisión Ética de la Convención Bautista del Sur en su columna del Washington Post. Traducido por Luís Luna Jr.