viernes, 31 de julio de 2015

15 frases de Tim Keller sobre la oración en su libro "Oración: Experimentando Asombro e Intimidad con Dios."


Hay algunos principios de vida que sigo casi de manera automática. Nunca rechazar un pollo con tajadas, manejar siempre por el carril derecho (la mayoría de las veces) y leer todo lo que Tim Keller escribe.

Pocas personas han influenciado tanto mi vida, ministerio y predicación como las enseñanzas y los libros del Dr. Timothy J. Keller, pastor y fundador de Redeemer Presbyterian Church en Manhattan. Su habilidad para identificar y desmantelar los ídolos y pseudo-salvadores imperantes en el corazón humano y el corazón colectivo de la cultura es casi sin par. 

Su autenticidad no deliberada, claridad en la comunicación y obsesión por mostrar a Jesús en cada pasaje de la Escritura han sido usadas por el Señor para hacerme crecer en gracia. Y por eso estoy agradecido.

Así que cuando me di cuenta que él había escrito un libro sobre la oración, no dudé dos veces en comprarlo. Ciertamente hay muchísimos libros que hablan sobre la oración. Pero la mayoría de libros modernos sobre oración cae en uno de dos extremos dañinos para el Cuerpo de Cristo. 

Unos son demasiado humanistas y pragmáticos. Hacen ver a la oración como una fórmula mágica y a Dios como el genio de Aladino en donde si frotamos la lámpara de petición cierta cantidad de veces, el genio aparecerá y nos brindará los caprichos más egoístas de nuestro corazón.

Y por otro lado, están los que nos hacen sentir culpables por no orar. Los que son místicamente densos. Los que tratan de experiencias personales de intimidad con el Señor. Y eso está bien. Pero, a veces pareciera que el autor estaba escribiendo el libro para Dios y los lectores mortales nos quedamos preguntando, "Y bueno, ¿y ahora cómo le hago?"

Pero, Tim Keller ofrece algo completamente diferente en su libro. Sin saltar directamente a la parte mecánica y práctica, Keller comienza construyendo una teología sobre la oración que facilite al lector la comprensión de esta práctica. Él brinda la teología correcta sobre la oración para la práctica correcta de la oración. Ortodoxia que resulta en ortopraxis. Esto es de enorme importancia porque la mayoría de nosotros oramos simplemente porque "eso es lo que un cristiano se supone que debe hacer."

Otro aspecto importante del libro es que Keller no trata de ser original. Es decir, él comprende muy bien que en escribir un libro sobre la oración no está inventando el agua caliente. Por miles de años muchos gigantes de la fe han abordado este tema y tienen mucha sabiduría que aportar a nuestra actualidad. Así que, Keller se para en los hombros de Agustín, Lutero, Calvino, Edwards, Owen, Lewis y Packer. Resumiendo y contextualizando sus enseñanzas con enorme brillantez.

Pero, lo que más me gustó del libro es que cada vez que terminaba un capítulo deseaba orar. De alguna manera, mis papilas gustativas espirituales eran inquietadas para "ver y probar" la gloria del Señor en oración.

Así que sin más ni más, aquí les dejo las 15 citas más sobresalientes del libro "Prayer: Experiencing Awe and Intimacy with God" (Oración: Experimentando Asombro e Intimidad con Dios")

"Los cristianos hemos sido llamados a un encuentro con Dios que involucre no solo las afecciones del corazón sino las convicciones de la mente. No estamos llamados a escoger entre una vida cristiana basada en la verdad y doctrina o una vida de poder y experiencia espiritual. Ambas van juntas. Tú no estás llamado a dejar tu teología atrás y lanzarte en búsqueda de "algo más" para experimentar. En lugar de eso, tu propósito es pedirle al Espíritu Santo que te ayude a experimentar tu teología."

"Bíblicamente, el corazón es el centro de control de todo el ser. Es el deposito de los compromisos principales, amores profundos y esperanzas fundamentales que controlan nuestros sentimientos, pensamientos y acciones."

"La oración es nuestro viaje espiritual desde el deber hacia el deleite."

"En otras palabras, podemos saber que Dios es santo, pero cuando los ojos de nuestro corazón son iluminados hacia esa verdad, entonces no solamente lo entendemos de forma cognitiva, sino que emocionalmente encontramos la santidad de Dios como hermosa y maravillosa y volitivamente evitamos actitudes y comportamientos que puedan desagradarle y deshonrarle."

"La oración no debe ser vista meramente como una forma de obtener cosas de Dios sino una manera de beber más de Dios mismo."

"La oración es continuar una conversación que Dios ha empezado a través de Su Palabra y Su gracia, que eventualmente se vuelve un encuentro completo con Él."

"Para descubrir quien en realidad eres, observa aquello en lo que pasas pensando cuando nadie te está viendo, cuando nadie te está forzando en pensar algo en particular."

"Dios contesta las oraciones de la misma manera que nosotros lo haríamos si supiéramos lo que Él sabe.”

"En resumen, lo que San Agustín enseña sobre la oración en su carta a Anicia Proba es que no debes empezar a orar por todo lo que quieres hasta que te des cuenta que en Dios tienes todo lo que necesitas.”

"Contemplar la gloria de Jesús significa que comenzamos a encontrar hermoso a Cristo por quien Él es en sí mismo.”

"No podemos ver al sol directamente con nuestros ojos. La gloria del sol inmediatamente abrumaría y destruiría nuestra vista. Tenemos que verlo a través de un filtro y sólo así podremos ver sus grandes llamas y colores. Cuando miramos a Jesucristo tal como nos lo muestra la Escritura, estamos viendo a la gloria de Dios a través del filtro de la naturaleza humana."

"El principio teológico primordial sobre la oración es éste: Nos dirigimos a un Dios trino y nuestros oraciones pueden ser escuchadas solamente a través de la obra distinta de cada persona en la Trinidad."

"La oración es un acto de rebelión en contra del status quo del mal en el mundo."

"Lutero enseñó que todo cristiano que desee iniciar a orar debe decir lo siguiente al Señor: "Aunque Tú con justo derecho puedes ser un juez severo sobre nosotros que somos pecadores. Ahora, a través de tu misericordia implanta en nuestros corazones una confianza confortante en tu amor paternal, y permítenos experimentar el dulce y placentero sabor de una certeza infantil en el hecho que podemos gozosamente llamarte Padre, conociéndote y amándote y clamándote en cada dificultad."


“La oración es la manera en que la verdad es plasmada en tu corazón para crear nuevos instintos, reflejos y disposiciones.”

Este post fue escrito por Luís Luna Jr.

Para comprar el libro de Tim Keller sobre la oración lo puedes hacer aquí
Por los momentos el libro no ha sido traducido al español y sólo está disponible su versión en inglés.

jueves, 30 de julio de 2015

10 citas del libro "Sobre la Encarnación de la Palabra" por Atanasio de Alejandría


Hace algunos días terminé de leer "Sobre la Encarnación de La Palabra" escrito por Atanasio de Alejandría, conocido como "San Atanasio el Grande", obispo de la ciudad de Alejandría. Nació alrededor del año 296 d.C y murió el 2 de mayo del año 373 d.C. Considerado por muchos entre los 5 teólogos más importantes en la historia de la Iglesia Cristiana. Sus contribuciones a la Iglesia fueron enormes.

Atanasio fue un incansable defensor de la teología Trinitaria en contra del Arianismo (la enseñanza que Jesús era como Dios pero no Dios). De hecho, gran parte de como nosotros pensamos acerca de la Trinidad hoy día es gracias a los esfuerzos de él. También, fue el primero en reconocer la inspiración verbal y plenaria de los 27 libros que componen nuestro Nuevo Testamento. Y fue el autor principal del Credo de Nicea, el cual es probablemente el credo más importante en la historia Cristiana.

"Sobre la Encarnación de la Palabra" más que un libro es una especie de tratado teológico en el que Atanasio argumenta brillantemente que Jesús es La Palabra/Verbo hecho carne. El joven Atanasio usa argumentos filosóficos muy refinados, considerando que sus oponentes arianos estaban fuertemente influenciado por el platonismo dominante en el que se creía que lo espiritual era puro y lo material malo. Por consiguiente el Verbo/Palabra de Dios era tan espiritual, tan bueno y santo, que no podía tomar forma física, tan corrupta y mala.

Contra esto, Atanasio usa pruebas exegéticas sólidas para probar desde el Antiguo Testamento que Jesús el Cristo era el Verbo/Palabra en carne que los profetas habían predicho cientos de años atrás.

A continuación quiero compartirte los extractos más sobresalientes de esta obra teológica. Como aclaración, cada vez que Atanasio dice "Palabra de Dios" no se refiere a la Biblia, se refiere a Jesús: La Palabra de Dios en carne.

La Encarnación es el misterio que los Judíos traducen, los griegos ridiculizan, pero que nosotros adoramos.

La renovación de la creación ha sida forjada por la misma Palabra que la hizo en el principio. Por tanto, no hay ninguna inconsistencia entre creación y salvación porque el Mismo Padre ha empleado al mismo Agente para ambas obras, efectuando la salvación del mundo a través de la Misma Palabra que lo hizo en el comienzo.

La distinción de las cosas no argumenta una generación espontánea sino una Causa pre viniente; y de esa causa podemos aprehender a Dios, el Diseñador y Hacedor de todo.

La relación del origen del hombre con la Encarnación de la Palabra en un hombre (Jesús) es relevante por esta razón: fue nuestra lamentable situación que causó que la Palabra descendiera, nuestra transgresión que llamó Su amor hacia nosotros, para que Él se apresurará a ayudarnos y a aparecer entre nosotros.

Así que, tomando un cuerpo como el nuestro, porque todos los cuerpos estaban destinados a la corrupción de la muerte, Él rindió su cuerpo a la muerte en lugar de todos y lo ofreció al Padre. Lo hizo por mero amor para que en su muerte todos murieran y así la ley de la muerte fuese abolida y poder hacerlos vivos con su muerte a través de la apropiación de Su cuerpo y por la gracia de Su Resurrección.

La maravillosa verdad es esta: que siendo La Palabra, lejos de que Él estuviese contenido por algo, Él contenía todas las cosas en sí mismo.

La muerte se ha convertido como un tirano que ha sido completamente conquistado por el legítimo Monarca; atado de pies y manos para que los que pasen de cerca se mofen de él, burlándose y señalándole, sin temor de su crueldad e ira, gracias al Rey que le ha conquistado.

¿Acaso puede un hombre muerto perforar las consciencias de los hombres, para que tiren todas las tradiciones paganas de sus padres a los vientos y se postren ante las enseñanzas de Cristo?

Un hombre ciego no puede ver el sol, pero sabe que está arriba de la tierra por el calor que brinda; de igual forma, que todos los que están en la ceguera de la incredulidad reconozcan la Divinidad de Cristo y la resurrección que Él ha traído, a través de Su Poder manifestado en otros.


El hijo de Dios se volvió hombre para que los hombres se volviesen hijos de Dios.


Este post fue escrito por Luís Luna Jr.

martes, 28 de julio de 2015

25 Consejos para teólogos jóvenes y estudiantes de teología


El Dr. John Frame ha sido una de las personas que más influenciado mi vida y pensamiento, particularmente en el área de la filosofía y la apologética. Fue a través de las disertaciones de él vía audio y video por medio de la aplicación iTunes U que aprendí sobre la tradición de “Apologética Reformada” de Cornelius Van Til.  A continuación compartiré la entrevista, "Reflexiones de la vida de un teólogo: Una entrevista extendida con John M. Frame" realizada por P. Andrew Sandlin concerniente a la publicación del nuevo libro del Dr. Frame, "Speaking the Truth in Love: The Theology of John M. Frame" (Hablando La Verdad en Amor: La teología de John M. Frame):

[Pregunta]: "Finalmente, ¿qué consejo le ofreces a los estudiantes de teología y a los jóvenes teólogos al enfrentarse a una vida de labor teológica?"

[Respuesta de John M. Frame]: "Bueno, aquí hay algunas sugerencias, sin ningún orden en particular.

1. Considera que probablemente no estés llamado a la labor teológica. Santiago 3:1 nos dice que no muchos de nosotros debemos convertirnos en maestros y que los maestros serán juzgados con mayor rigor. A quién mucho (conocimiento bíblico) se le es dado, mucho se le requerirá.

2. Valora tu relación con Cristo, tu familia y la Iglesia por encima de las ambiciones en tu carrera. Influenciarás a más personas por tu vida que por tu teología. Y las deficiencias en tu vida negarán la influencia de tus ideas, aunque estas ideas sean verdaderas.

3. Recuerda que la labor fundamental de la teología es entender la Biblia, La Palabra de Dios, y aplicarla a las necesidades de las personas. Todo lo demás--pericia lingüística e histórica, agudeza y sutileza exegética, conocimiento de la cultura contemporánea y refinamiento filosófico--debe ser subordinado a la meta fundamental. Si no lo es, podrás ser aclamado como un historiador, lingüista, filósofo o crítico de la cultura, pero no serás un teólogo.

4. En el proceso de realizar la labor fundamental de la teología (#3) tienes la obligación de hacer un caso por aquello que defiendes. Eso debería ser obvio, pero la mayoría de teólogos hoy día no tienen la menor idea de cómo hacerlo. La teología es una disciplina argumentativa y tienes que aprender lo suficiente acerca de lógica y persuasión para construir argumentos válidos, verdaderos y persuasivos. En teología, no es suficiente transmitir conocimiento de historia, cultura u otro tipo de conocimiento. Tampoco es suficiente citar a personas con las que estás de acuerdo. En realidad, tienes que construir un argumento teológico por aquello que vas a decir o defender.

5. Aprende a escribir de manera clara y persuasiva. Los mejores teólogos son aquellos que pueden tomar ideas profundas y presentarlas en un lenguaje simple. No trates de persuadir a la gente de tu vasto conocimiento escribiendo en prosa opaca.

6. Cultiva una vida devocional intensa e ignora a la gente que critica esto como mero emocional ismo. Ora sin cesar. Lee la Biblia, no sólo como un texto académico. Atesora las oportunidades de adorar en servicios congregacionales, reuniones de oración y cultos dominicales. Dale mucha atención a tu "formación espiritual", como sea que entiendas eso.

7. Un teólogo es esencialmente un predicador, aunque él típicamente trata con asuntos más enigmáticos de lo que los predicadores tratan. Pero, sé un buen predicador. Encuentra la manera de hacer que tu teología hable a los corazones de las personas. Encuentra la manera de presentar tu enseñanza de tal manera que la gente escuche la voz de Dios en ella.

8. Sé generoso con tus recursos. Invierte tiempo hablando con estudiantes, prospectos e indagadores. Regala libros y artículos. No seas de puño cerrado cuando alguien te pide materiales con derechos de autor; brinda permiso de copia a quien te lo pida. El ministerio primero, dinero después.

9. En criticar a otros teólogos, tradiciones y movimientos, sigue una ética bíblica. No digas que alguien es un hereje al menos que tengas un muy buen argumento. No andes usando términos a la ligera como "otro evangelio." (Las personas que enseñan otro evangelio están bajo la maldición de Dios). No destruyas la reputación de la gente citándolos de manera errónea, fuera de contexto o tomando sus palabras de la peor manera posible. Sé gentil y lleno de gracia al menos que tengas razones irrefutables para ser áspero.

10. Si tienes una idea brillante, no esperes que todo mundo lo capte inmediatamente. No inicies enseguida una facción para promoverla. No odies a aquellos que no aprecian tu pensamiento. Razona gentilmente con ellos, reconociendo que tú también puedes estar equivocado y ser arrogante.

11. No seas reflexivamente crítico de todo lo que sale de una tradición teológica diferente a la tuya. Se humilde en considerar que otras tradiciones pueden tener algunas cosas que enseñarte. Sé enseñable antes de enseñar. Saca la viga de tu ojo.

12. Ten la disposición de reexaminar tu propia tradición con un ojo crítico. Es irrazonable creer que una tradición contiene toda la verdad y siempre está en lo correcto. Y a menos que los teólogos desarrollen perspectivas críticas en sus propias denominaciones y tradiciones, la reunión del cuerpo de Cristo nunca tendrá lugar. No seas uno de esos teólogos que son conocidos principalmente por tratar de convertir Arminianos en Calvinistas (o vice versa).

13. Mira los documentos confesionales con una perspectiva adecuada. Parte de la obra teológica, entre otras cosas, es repensar las doctrinas de las confesiones y reformarlas, cuando sea necesario, por la Palabra de Dios. No asumas que todo en las confesiones está resuelto.

14. No dejes que tu polémica sea gobernada por la envidia, como cuando un teólogo siente la necesidad de ser enteramente negativo hacia el éxito de una mega iglesia.

15. No seas conocido como un teólogo que constantemente está dando golpes bajos a otros teólogos y otros cristianos. El enemigo es Satanás, el mundo y la carne.

16. Guarda tus instintos sexuales. Aléjate de la pornografía en el internet y de las relaciones ilícitas. Los teólogos no son inmunes a los pecados que contaminan a otros en la Iglesia.

17. Vuélvete activo en una buena iglesia. Los teólogos necesitan los medios de la gracia tanto como los otros creyentes. Esto es especialmente importante cuando estás estudiando en una universidad secular o en un seminario liberal. Necesitas el apoyo de otros creyentes para mantener una perspectiva teológica apropiada.

18. Obtén tu entrenamiento básico en un seminario que enseñe que la Biblia es la Palabra de Dios. Hazte sólido en la teología de la Escritura antes de exponerte de primera mano al pensamiento no bíblico.

19. Aprecia la sabiduría, aun la sabiduría teológica, de cristianos relativamente sin educación. No seas uno de esos teólogos que siempre tiene algo negativo que decir cuando un creyente simple describe su caminar con el Señor. No mires por encima a la gente desde lo que Helmut Thielicke llamó "el alto caballo del iluminismo." Muchas veces, los creyentes sencillos conocen a Dios mejor que tú, y necesitas aprender de ellos, así como lo hizo Abraham Kuyper, por ejemplo.

20. No seas uno de esos teólogos que se emociona acerca de cada tendencia nueva en política, cultura, hermenéutica y aun en la teología y que piensan que debemos de reconstruir nuestra teología para que vaya en acompañamiento con cada tendencia. No pienses que tienes que ser feminista, por ejemplo, sólo porque todo mundo lo es. La mayoría de las teologías que quieren ser culturalmente relevantes son anti bíblicas.

21. Nuestro sistema de educación doctoral exige "pensamiento original", pero eso puede ser algo muy difícil, dado que la Iglesia ha estado estudiando la Escritura por miles de años. Estarás tentado a inventarte algo que suene nuevo (posiblemente en escribir una tesis que no sea apropiadamente teológica en el sentido del consejo #3). Bueno, hazlo; sácalo de tu sistema y luego retorna a hacer teología de verdad.

22. Al mismo tiempo, no rechaces la innovación simplemente porque es nueva. No rechaces una idea sólo porque no se parece a lo que estás acostumbrado. Aprender a distinguir entre la presentación de una idea y lo que realmente significa.

23. Respeta a tus mayores. Nada es tan desagradable como un teólogo joven que desprecia a aquellos que han trabajado en el campo por décadas. El desacuerdo está bien, mientras reconozcas la madurez y las contribuciones de aquellos con los que estás en desacuerdo. Lleva 1 Tim. 5:1 en el corazón.

24. Los teólogos jóvenes usualmente se imaginan a sí mismos como el próximo Martín Lutero, así como los niños pequeños imaginan que son Cristiano Ronaldo o Leonel Messi. Cuando están demasiados viejos para para jugar a los vaqueros y los indios, quieren jugar el papel de Lutero y el Papa. Cuando el verdadero Papa no quiere jugar con ellos, eligen a alguien y dicen, "Tú eres el elegido." Mira, lo más probable es que Dios no te ha llamado para ser el líder de una nueva Reforma. Si Él lo ha hecho, no tomes el título exaltado de "Reformador" por ti mismo. Deja que otros decidan si eso es lo que realmente eres.


25. No pierdas tu sentido del humor. Debemos tomarnos a Dios en serio, pero no a nosotros y ciertamente no a la teología. Perder el sentido del humor es perder tu sentido de proporción. Y nada es más importante en teología que un sentido de proporción.”

Esta entrevista fue traducida por Luís Luna Jr. 
La publicación original de la entrevista puede ser encontrada aquí.
*En la entrevista original, el Dr. John Frame brinda 30 consejos. De esos 30, he tomado 25 pues son los que más considero aplicables al contexto en que ministro.

miércoles, 1 de julio de 2015

"Yo Soy Lo Que Logro"...y otros mitos.



La mayoría de los cristianos sufrimos de una patología llamada amnesia de identidad: creyentes que se vuelven infructíferos e inefectivos cuando olvidan quienes son y lo que han recibido en Cristo (2 Pedro 1:8-9).

Porque somos seres humanos con almas, naturalmente sentimos la necesidad de encontrar nuestra identidad en algún lugar, en algo o en alguien. Así que, cuando olvidamos que nuestra identidad se encuentra "en Cristo", estaremos yendo por defecto a una identidad sustituta.

Hoy, escribiré un reemplazo común: identidad en el logro.

Dios nos llama a ser efectivos y productivos, así que debemos estar interesados en nuestra cosecha y el retorno de nuestras inversiones. El éxito es un concepto bíblico y Dios quiere que hagamos grandes cosas para Su Reino, pero en el momento en que tomamos nuestros logros como la fuente de nuestra identidad, cosas peligrosas pueden pasar.

La experiencia me ha permitido ver tres tipos de personas que son víctimas de poner su identidad en sus logros.

Primero, está el "adicto al alto desempeño." Probablemente este seas tú. ¿Obtienes un profundo sentido de realización personal cuando te dan una promoción en el trabajo? ¿Te cuesta detenerte un poco y decir "no" a oportunidades en las que sabes que impresionarás a los demás? ¿Te irritas y te enojas cuando alguien o algo interfiere con lo que sea que estás tratando de lograr?

Dios considera el trabajo duro algo muy honroso, pero debido a nuestros corazones  errantes, es fácil perder la mirada de Dios y las prioridades bíblicas en medio de la búsqueda de logros personales y éxito. Tu identidad en la vida se encuentra en lo que Cristo hizo por ti en el Calvario, no en lo que tú puedes hacer por ti mismo o por Dios.

Segundo, está el "que rinde poco." A lo mejor este eres tú. ¿Sientes que no has logrado lo que has querido en la vida? ¿Sientes que la gente más joven está tomando más responsabilidad en el trabajo? ¿Estás consciente del éxito que tus amigos y tus compañeros tienen mientras tú pareces disfrutar muy poco?

Cuando ponemos nuestra identidad en el logro, y luego fallamos en tener éxito, nos desanimamos, deprimimos y amargamos, no sólo con los demás, sino frecuentemente, con Dios también. Tu identidad en la vida se encuentra en lo que Cristo logró en la Cruz, no en lo que tú puedes lograr en la tierra.

Finalmente, está el "cumplidor arrepentido." Puede que éste seas tú. ¿Miras atrás en tu vida con gran remordimiento sobre la manera en como el éxito y los logros te desenfocaron? ¿Ves evidencia de relaciones quebrantadas como resultado de tu búsqueda y quisieras retroceder el reloj para corregir las cosas?

Escucha: tu identidad se encuentra en la vida perfecta de Cristo, no en los acertijos llenos de errores que cometiste en el pasado y que ahora miras con dolor. Cristo, sin remordimiento, fue a la Cruz a cubrir todos los remordimientos que tendrías en el futuro. Y, el tiempo de Dios siempre es perfecto. En lugar de morar en el pasado, permite que Dios redima el resto de tu futuro aquí en la tierra, para Su gloria y para tu gozo.

Así que, si no lo he dicho suficiente, el logro es un lugar peligroso en donde depositar tu identidad. Te decepcionarás a ti mismo, otros te decepcionarán y tu lista de éxitos no podrá satisfacer los anhelos de tu corazón. Sólo la persona y la obra del Señor Jesucristo lo hará.


Bendiciones.


Este artículo fue originalmente escrito por el Dr. Paul David Tripp, "I am what I achieve."
Traducido por Luís Luna Jr.

sábado, 27 de junio de 2015

Porque la Iglesia no debe entrar en pánico ante la Decisión del Matrimonio Gay




Mientras escribo esto, la Corte suprema ha realizado lo que será conocido como el "Roe vs. Wade" del matrimonio, redefiniendo el matrimonio en 50 estados. Este es un momento que debe traer sobriedad y yo soy consciente opositor de este fallo legal. La Corte ahora ha desechado miles de años de definiciones de la unidad más fundamental de la sociedad y los cambios culturales a raíz de esto serán amplios y profundos. Así que, ¿cómo debe responder la Iglesia?

Primero que nada, la Iglesia no debe tener pánico. La Corte Suprema puede hacer muchas cosas, pero lo que la Corte Suprema no puede hacer es poner a Jesús otra vez en la tumba. Jesús de Nazaret está vivo todavía. Él todavía está llamando al universo hacia Su Reino.

Si bien es cierto, aunque esta decisión, creo yo, traerá dolor a muchas personas, familias y a la civilización misma, el evangelio no necesita "valores familiares" para florecer. De hecho, la Iglesia usualmente prospera cuando está en contraste directo con las culturas que le rodean. Ese era el caso en Éfeso, Filipo, Corinto y Roma, ciudades que sostenían perspectivas del matrimonio alejadas de la Escritura.

La Iglesia necesitará en los años que vienen articular lo que creemos acerca del matrimonio; no podemos asumir que la gente estará de acuerdo con nosotros, o que nos comprenderán con exactitud. Es necesario que no hablemos del matrimonio simplemente en términos de valores, cultura y florecimiento humano. Hablemos del matrimonio de la manera en que Jesús y los apóstoles nos enseñaron--como algo atado al evangelio, una imagen de la Unión de Cristo con su iglesia (Efesios 5:32).

Y mientras lo hacemos, debemos no solamente articular nuestras perspectivas sobre el matrimonio, sino debemos encarnar una cultura matrimonial de acuerdo con el evangelio. No hemos hecho un tan buen trabajo en el pasado con respecto a esto. Muchos de nuestros matrimonios han sido saboteados por el divorcio. Demasiadas veces hemos descuidado aplicar la disciplina en la Iglesia en los casos de aquellos que sin arrepentimiento destruyeron sus matrimonios. Debemos arrepentirnos de nuestros errores y mostrarle al mundo lo que el matrimonio en realidad debe ser y mantener la luz encendida a los caminos antiguos.

Esto le da una oportunidad a la Iglesia de hacer lo que Jesús nos llamó a hacer con nuestros matrimonios en primer lugar: servir de luz en los lugares oscuros. Los matrimonios estables y permanentes con familias compuestas por un padre y una madre pueden volverse una peculiaridad en la cultura del siglo 21.

No debemos temer eso. Nosotros creemos cosas más extrañas que eso. Creemos que un hombre previamente muerto está vivo y aparecerá en los cielos orientales con un tatuaje en su musloo montado en un caballo. Creemos que el evangelio puede perdonar pecadores como nosotros y hacernos hijos e hijas. Es tiempo que abracemos el tipo de peculiaridades que salvan.

Reconozcamos también que si estamos en lo cierto con respecto al matrimonio, y yo creo firmemente que sí lo estamos, muchas personas se decepcionarán de obtener lo que quieren. Muchos de nuestros vecinos creen que un concepto redefinido del matrimonio simplemente expandirá la institución (y seamos honestos, muchos querrán que se siga expandiendo). Esto no será así, porque la complementariedad sexual no es algo adicional y periférico al matrimonio. La Iglesia debe estar preparada para los refugiados y deportados que regresen de la revolución sexual heridos y abatidos.

Debemos prepararnos para aquellos, como la mujer en el pozo de Samaria, que estarán sedientos por el agua que todavía no conocen.

Hay dos tipos de iglesias que no serán capaces de alcanzar los refugiados de la revolución sexual. La primera, es la Iglesia que ha desechado la verdad de las Escrituras, incluyendo lo que dice sobre la sexualidad y el matrimonio y como resultado, no tiene nada que decirle a un mundo quebrantado. Y la segunda, es el tipo de Iglesia que grita con furia a aquellos que están en desacuerdo. Esta iglesia no tendrá nada que decirles a los que buscan nacer de nuevo.

Debemos pararnos con convicción y con amor, con verdad y con gracia. Debemos ser fieles a nuestras creencias y amar a aquellos que nos odian por ellas. Debemos no solamente hablar verdades cristianas; debemos hablar con un acento cristiano. Debemos decir lo que Jesús ha revelado, y debemos decir esas cosas de la manera en que Jesús lo hace--con misericordia y con una invitación a una nueva vida.

Algunos cristianos estarán tentadas a la ira, desquitándoselas con el mundo alrededor con una narrativa de rechazo. Esa tentación es mala. Dios decidió cuando nosotros habríamos de nacer, y cuando habríamos de nacer de nuevo. Tenemos el Espíritu y el evangelio. Pensar que merecemos vivir en tiempos diferentes es decirle a Dios que merecemos un mejor campo misionero que el que nos ha dado. Marchemos gozosamente hacia Sion.

El testimonio del matrimonio será, como el movimiento pro-vida, una estrategia a largo plazo que será multi-prolongada. No hay tiempo para temer, indignarse o politizar. Vemos que somos extranjeros y exiliados en la cultura americana. Estamos en el lado equivocado de la historia, así como comenzamos. Debimos haberlo estado todo el tiempo.


Busquemos el Reino. Seamos firmes con el evangelio. Temamos a Dios. Pero, no temamos a nuestro campo misionero.

Este post fue orignalmente escrito por el Dr. Russell Moore, presidente de la Comisión Ética de la Convención Bautista del Sur en su columna del Washington Post. Traducido por Luís Luna Jr.

miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Cómo deleitarse en la Palabra de Dios?

¿Cómo deleitarse en la Palabra de Dios?

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!

Más que la miel a mi boca. –Salmo 119:103


Nunca reduzcas el Cristianismo a un asunto de peticiones y resoluciones y fuerza de voluntad. Es un asunto de lo que amamos, de aquello en que nos deleitamos y lo que sabe bien a nosotros.
Cuando Jesús vino al mundo la humanidad fue dividida de acuerdo a lo que amamos. “ Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19). Los justos y los impíos son separados por el objeto de su deleite—la revelación de Dios o el camino del mundo.

Pero alguien puede preguntar: “¿Cómo puedo deleitarme en la Palabra de Dios?” La respuesta consiste en dos partes:
Ora por nuevas papilas gustativas en la lengua de tu corazón y medita en las asombrosas promesas de Dios a su pueblo.

El mismo salmista que dijo “¡Cuan dulces son a mi paladar tus palabras!” (119:103), dijo anteriormente, “Abre mis ojos para ver las maravillas de Tu Ley” (119:18). Él oró, porque tener nuevas papilas gustativas en la lengua del corazón es un regalo de Dios. Ningún hombre o mujer naturalmente tiene hambre por y se deleita en la sabiduría de Dios.

Pero cuando hayas orado, de hecho mientras oras, medita en los beneficios que Dios promete a su pueblo y en el gozo de tener al Dios Todopoderoso como tu ayudador y esperanza eterna.

¿Quién no se deleitaría en leer un libro cuya lectura lo cambiaria a uno de ser paja a un cedro de Líbano, de un tazón de polvo a un huerto Hawaiano? Nadie en el fondo quiere ser paja—sin raíz, peso y sin uso. Todos nosotros queremos sacar fuerzas de un río profundo de realidad para ser personas fructíferas y útiles.


Ese río de realidad es la Palabra de Dios y todos los grandes santos han sido hechos grandes por ella.

Este post fue tomado del devocional de John Piper "Solid Joys" y traducido por Luís Luna Jr.

martes, 5 de mayo de 2015

"¿Dónde estuvo Dios el 11 de Septiembre?"



Si tienes cierto de tiempo de ser cristiano es muy probable que cuando quisiste evangelizar a alguien que dice ser ateo, te refutó tus piadosos deseos de salvación para él con un comentario más o menos así: "¿Cómo quieres que crea en un Dios que permite que tanto mal suceda en el mundo? ¿Cómo explicas lo que sucedió en el 11 de Septiembre del 2001?. No puedo creer en un Dios así. ¿Por qué es que sucede esto si Dios es bueno y poderoso? ¿Ajá? ¿A ver?"
Después que tu corazón palpitara un poquito más rápido y empezarás a sudar, a lo mejor usaste la ilustración del barbero para explicarle que, "el mundo, al igual que el hombre barbudo y peludo, está así porque no viene a Dios, el Divino Barbero que lo arregla todo."
O tal vez le contaste que cierta vez, un niño avergonzó a su incrédulo profesor explicándole que así como la oscuridad es la ausencia de luz, el frío ausencia de calor, el mal es ausencia de Dios...Y al final concluiste, "Y ese niño...era Albert Einstein." ¡Wow!
Ninguna de estas historias ilustrativas es inherentemente mala. Creo que hay mucha verdad en ellas. Pero, hacer enunciados sobre el mal y el sufrimiento desde una cosmovisión atea tiene masivas inconsistencias que deben ser examinadas y presentadas en la labor evangelística a nuestros amigos no creyentes. Es cierto. Nadie viene a Cristo por perder una discusión o debate. Pero, para ser obreros efectivos en la obra del Señor, es necesario remover piedras de incredulidad que el enemigo pone en la mente de muchos para que no se rindan al señorío de Jesús.
Así que, examinemos “el problema del mal y el sufrimiento.”

Es una Pregunta, No un Argumento

El Problema del Mal viene presentado mayormente, a nivel popular, en una forma de pregunta y no argumento. Las dos son cosas diferentes. Un argumento es un conjunto de enunciados cuya conclusión fluye lógica y necesariamente de sus premisas. Por ejemplo:
Premisa 1: Si Dios existe tiene que ser bueno y todopoderoso en impedir que sus criaturas sufran.
Premisa 2: El mal existe y causa sufrimiento a sus criaturas.
Conclusión: Por tanto, Dios no existe.

Ese es un argumento deductivo. Y hay maneras lógicas de desarmar ambas premisas también.
Pero, la mayoría de veces las personas lo realizan en forma de pregunta. “¿Cómo creer en Dios en un mundo lleno de maldad?” Lo que significa que se puede brindar una respuesta. Una respuesta que definitivamente no es sencilla. Sobre todo si el cuestionamiento proviene de un corazón que ha experimentado angustia severa como la pérdida de un ser querido.
La intención de este artículo es dirigirnos a esta interrogante desde un punto de vista fríamente filosófico. Te ruego que no uses estos razonamientos con alguien que duda de Dios a causa de la reciente pérdida de un ser querido. La Biblia nos llama a llorar con los que lloran y no a debatir elocuentemente con alguien en tiempos de duelo. Sin embargo, si evangelizas a tu amiga que dice tener "reflexiones intelectuales" para no creer en Dios y una de ellas es la maldad que hay alrededor, es una buena oportunidad para hablar la Verdad en amor para que puedan ver la luz de Jesús.

En el Universo Ateo No Existe El Mal y El Sufrimiento

Sin duda alguna, las razones para el mal y el sufrimiento son difíciles de entender para el cristiano. Pero, esto no quiere decir que el no creyente se escapa del peso de brindar una respuesta también. C.S Lewis, prolífero escritor apologista, profesor de literatura medieval en Oxford y autor de los libros "Las Crónicas de Narnia", fue ateo parte de su vida debido a la crueldad que miraba en el mundo. El Dr.Tim Keller, en su libro "The Reason For God" (La Razón para Dios), relata cómo Lewis fue descubriendo que en realidad el sufrimiento servía más como un argumento a favor de Dios que en contra de Él. Lewis argumenta su punto así (énfasis mío):
"Mi argumento contra Dios era que el universo parecía tan cruel e injusto. Pero, ¿de dónde fue que yo obtuve esta idea de lo que es "justo" e "injusto"? ¿Con qué estaba comparando este universo cuando lo llamaba "injusto"? Desde luego, puede que yo haya renunciado a mi idea de justicia al decir que no era más que una idea privada. Pero, si lo hacía entonces mi argumento en contra de Dios colapsaría también pues el argumento dependía en decir que el mundo era realmente injusto, no simplemente que no parecía satisfacer mis gustos privados. Consecuentemente, el ateísmo resulta ser demasiado frágil."
El Dr. Keller, continuando la línea deductiva de Lewis, comenta así: 
"Lewis reconoció que las objeciones modernas a Dios están basados en un sentido de juego limpio y justicia. Las personas, nosotros creemos, no deben experimentar sufrimiento, ser excluidas, morir de hambre u opresión. Pero, ¿con qué fundamento un ateo juzga al mundo natural de ser horriblemente injusto? El no creyente en Dios no tiene una buena base para estar enfurecido hacia la injusticia, la cual, como Lewis señala, fue la razón para objetarle a Dios en primer lugar. "

Dios es el Gran “¿Quién Dice?”

Lo que el Dr. Keller y C.S Lewis tratan de decir es que Dios es el Gran "¿Quién dice?" que establece los parámetros de justicia que nos permiten juzgar los actos como buenos o malos.
Es decir, si yo me encuentro varado en la Antártida con mi amigo Pedro Ateo y de repente le robo la billetera, y el me reclama molesto, nuestra interacción iría más o menos así:
L: "¿Por qué me estás reclamando enojado?"
P:"¿Estás loco? No te podés robar mi billetera."
L:"¿En serio? ¿Por qué?"
P:"¡¿Cómo que porqué, Luís?! Porque es MI billetera. Y nadie debe tomar lo ajeno así por así."
L:"¿Quién dice, Pedro?"
P:"Pues, las leyes."
L: "Pedro, estamos en la Antártida. Aquí no hay ninguna corte que tenga jurisdicción."
P:"¡Qué importa! Robar está mal no sólo porque la ley lo diga. Sencillamente no se debe hacer. Es inmoral."
L:"¡Oh! ¿Inmoral? Pensé que eras ateo."
P:"Sí, lo soy. ¿Qué diantres tiene que ver eso?"
L:"Pues, en tu universo no existe lo inmoral porque en un universo ateo no existe el mal. Si Dios no existe, ¿quién o qué determina lo que está bien y lo que está mal?"
P:¿De qué hablas, Luís? Lo moral e inmoral es determinado por convenios sociales creados a lo largo de las civilizaciones para la preservación de la raza humana."
L:"Pedro, vos siempre me recordás que vivimos en la era posmoderna en donde lo que es verdad para tí no es verdad para mí. No seas intolerante. No trates de imponer tus valores en mí."

Verás, Pedro Ateo no puede emitir juicios evaluativos sobre justicia porque su cosmovisión está basada en un relativismo moral posmoderno y no tiene los fundamentos requeridos para hacerlo. No trato de decir que los ateos no tienen sentido del bien y el mal. O que no trabajan para erradicar la pobreza, el hambre y otros flagelos. Sino que, citando la frase del Dr. Cornelius Van Til, ellos tienen que usar "un capital prestado" de la cosmovisión cristiana para poder emitir un juicio sobre lo que es justo e injusto.
El escritor ruso Fiord Dostoievski lo resume así, "Si Dios no existe, todo es permitido." Por eso, si un ateo está seguro que hay crueldad en este mundo natural, está dando por hecho la existencia de un estándar de justicia extra-natural, o mejor dicho, sobrenatural que le permite realizar tal declaración comparativa. Y en una cosmovisión secular, el sufrimiento, la injusticia, el racismo y la crueldad son sólo mecanismos naturales evolutivos en donde el fuerte se sobrepone sobre el débil.
La próxima vez que un no creyente te reclame, "No creo en Dios por todo el sufrimiento que existe en el mundo", contéstale, "¿Sufrimiento? ¿Qué sufrimiento?" Pues, el mal no puede existir en un universo ateo.


Al contrario, sentir indignación ante la injusticia, enojarse ante la explotación y tomar acción en contra del mal sistémico es evidencia que tenemos la huella divina de un Dios Justo que nos creó a Su imagen y semejanza. Por tanto, el problema del mal es más una evidencia a favor de la existencia de Dios.

Por: Luís Luna Jr.