El Dr. John Frame ha sido una
de las personas que más influenciado mi vida y pensamiento, particularmente en
el área de la filosofía y la apologética. Fue a través de las disertaciones de
él vía audio y video por medio de la aplicación iTunes U que aprendí sobre la
tradición de “Apologética Reformada” de Cornelius Van Til. A continuación compartiré la entrevista,
"Reflexiones de la vida de un teólogo: Una entrevista extendida con John
M. Frame" realizada por P. Andrew Sandlin concerniente a la publicación
del nuevo libro del Dr. Frame, "Speaking the Truth in Love: The Theology
of John M. Frame" (Hablando La Verdad en Amor: La teología de John M.
Frame):
[Pregunta]: "Finalmente,
¿qué consejo le ofreces a los estudiantes de teología y a los jóvenes teólogos
al enfrentarse a una vida de labor teológica?"
[Respuesta de John M. Frame]:
"Bueno, aquí hay algunas sugerencias, sin ningún orden en particular.
1. Considera que probablemente
no estés llamado a la labor teológica. Santiago 3:1 nos dice que no muchos de
nosotros debemos convertirnos en maestros y que los maestros serán juzgados con
mayor rigor. A quién mucho (conocimiento bíblico) se le es dado, mucho se le
requerirá.
2. Valora tu relación con
Cristo, tu familia y la Iglesia por encima de las ambiciones en tu carrera.
Influenciarás a más personas por tu vida que por tu teología. Y las
deficiencias en tu vida negarán la influencia de tus ideas, aunque estas ideas
sean verdaderas.
3. Recuerda que la labor
fundamental de la teología es entender la Biblia, La Palabra de Dios, y
aplicarla a las necesidades de las personas. Todo lo demás--pericia lingüística
e histórica, agudeza y sutileza exegética, conocimiento de la cultura
contemporánea y refinamiento filosófico--debe ser subordinado a la meta
fundamental. Si no lo es, podrás ser aclamado como un historiador, lingüista,
filósofo o crítico de la cultura, pero no serás un teólogo.
4. En el proceso de realizar
la labor fundamental de la teología (#3) tienes la obligación de hacer un caso
por aquello que defiendes. Eso debería ser obvio, pero la mayoría de teólogos
hoy día no tienen la menor idea de cómo hacerlo. La teología es una disciplina
argumentativa y tienes que aprender lo suficiente acerca de lógica y persuasión
para construir argumentos válidos, verdaderos y persuasivos. En teología, no es
suficiente transmitir conocimiento de historia, cultura u otro tipo de
conocimiento. Tampoco es suficiente citar a personas con las que estás de
acuerdo. En realidad, tienes que construir un argumento teológico por aquello
que vas a decir o defender.
5. Aprende a escribir de
manera clara y persuasiva. Los mejores teólogos son aquellos que pueden tomar
ideas profundas y presentarlas en un lenguaje simple. No trates de persuadir a
la gente de tu vasto conocimiento escribiendo en prosa opaca.
6. Cultiva una vida devocional
intensa e ignora a la gente que critica esto como mero emocional ismo. Ora sin
cesar. Lee la Biblia, no sólo como un texto académico. Atesora las
oportunidades de adorar en servicios congregacionales, reuniones de oración y
cultos dominicales. Dale mucha atención a tu "formación espiritual",
como sea que entiendas eso.
7. Un teólogo es esencialmente
un predicador, aunque él típicamente trata con asuntos más enigmáticos de lo
que los predicadores tratan. Pero, sé un buen predicador. Encuentra la manera
de hacer que tu teología hable a los corazones de las personas. Encuentra la
manera de presentar tu enseñanza de tal manera que la gente escuche la voz de
Dios en ella.
8. Sé generoso con tus
recursos. Invierte tiempo hablando con estudiantes, prospectos e indagadores.
Regala libros y artículos. No seas de puño cerrado cuando alguien te pide
materiales con derechos de autor; brinda permiso de copia a quien te lo pida.
El ministerio primero, dinero después.
9. En criticar a otros
teólogos, tradiciones y movimientos, sigue una ética bíblica. No digas que
alguien es un hereje al menos que tengas un muy buen argumento. No andes usando
términos a la ligera como "otro evangelio." (Las personas que enseñan
otro evangelio están bajo la maldición de Dios). No destruyas la reputación de
la gente citándolos de manera errónea, fuera de contexto o tomando sus
palabras de la peor manera posible. Sé gentil y lleno de gracia al menos que
tengas razones irrefutables para ser áspero.
10. Si tienes una idea
brillante, no esperes que todo mundo lo capte inmediatamente. No inicies
enseguida una facción para promoverla. No odies a aquellos que no aprecian tu
pensamiento. Razona gentilmente con ellos, reconociendo que tú también puedes
estar equivocado y ser arrogante.
11. No seas reflexivamente
crítico de todo lo que sale de una tradición teológica diferente a la tuya. Se
humilde en considerar que otras tradiciones pueden tener algunas cosas que
enseñarte. Sé enseñable antes de enseñar. Saca la viga de tu ojo.
12. Ten la disposición de
reexaminar tu propia tradición con un ojo crítico. Es irrazonable creer que una
tradición contiene toda la verdad y siempre está en lo correcto. Y a menos que
los teólogos desarrollen perspectivas críticas en sus propias denominaciones y
tradiciones, la reunión del cuerpo de Cristo nunca tendrá lugar. No seas uno de
esos teólogos que son conocidos principalmente por tratar de convertir
Arminianos en Calvinistas (o vice versa).
13. Mira los documentos
confesionales con una perspectiva adecuada. Parte de la obra teológica, entre
otras cosas, es repensar las doctrinas de las confesiones y reformarlas, cuando
sea necesario, por la Palabra de Dios. No asumas que todo en las confesiones está
resuelto.
14. No dejes que tu polémica
sea gobernada por la envidia, como cuando un teólogo siente la necesidad de ser
enteramente negativo hacia el éxito de una mega iglesia.
15. No seas conocido como un
teólogo que constantemente está dando golpes bajos a otros teólogos y otros
cristianos. El enemigo es Satanás, el mundo y la carne.
16. Guarda tus instintos
sexuales. Aléjate de la pornografía en el internet y de las relaciones
ilícitas. Los teólogos no son inmunes a los pecados que contaminan a otros en
la Iglesia.
17. Vuélvete activo en una
buena iglesia. Los teólogos necesitan los medios de la gracia tanto como los
otros creyentes. Esto es especialmente importante cuando estás estudiando en
una universidad secular o en un seminario liberal. Necesitas el apoyo de otros
creyentes para mantener una perspectiva teológica apropiada.
18. Obtén tu entrenamiento
básico en un seminario que enseñe que la Biblia es la Palabra de Dios. Hazte
sólido en la teología de la Escritura antes de exponerte de primera mano al
pensamiento no bíblico.
19. Aprecia la sabiduría, aun
la sabiduría teológica, de cristianos relativamente sin educación. No seas uno
de esos teólogos que siempre tiene algo negativo que decir cuando un creyente
simple describe su caminar con el Señor. No mires por encima a la gente desde
lo que Helmut Thielicke llamó "el alto caballo del iluminismo."
Muchas veces, los creyentes sencillos conocen a Dios mejor que tú, y necesitas
aprender de ellos, así como lo hizo Abraham Kuyper, por ejemplo.
20. No seas uno de esos
teólogos que se emociona acerca de cada tendencia nueva en política, cultura, hermenéutica
y aun en la teología y que piensan que debemos de reconstruir nuestra teología
para que vaya en acompañamiento con cada tendencia. No pienses que tienes que
ser feminista, por ejemplo, sólo porque todo mundo lo es. La mayoría de las
teologías que quieren ser culturalmente relevantes son anti bíblicas.
21. Nuestro sistema de
educación doctoral exige "pensamiento original", pero eso puede ser
algo muy difícil, dado que la Iglesia ha estado estudiando la Escritura por
miles de años. Estarás tentado a inventarte algo que suene nuevo (posiblemente
en escribir una tesis que no sea apropiadamente teológica en el sentido del
consejo #3). Bueno, hazlo; sácalo de tu sistema y luego retorna a hacer
teología de verdad.
22. Al mismo tiempo, no
rechaces la innovación simplemente porque es nueva. No rechaces una idea sólo
porque no se parece a lo que estás acostumbrado. Aprender a distinguir entre la
presentación de una idea y lo que realmente significa.
23. Respeta a tus mayores.
Nada es tan desagradable como un teólogo joven que desprecia a aquellos que han
trabajado en el campo por décadas. El desacuerdo está bien, mientras reconozcas
la madurez y las contribuciones de aquellos con los que estás en desacuerdo.
Lleva 1 Tim. 5:1 en el corazón.
24. Los teólogos jóvenes
usualmente se imaginan a sí mismos como el próximo Martín Lutero, así como los
niños pequeños imaginan que son Cristiano Ronaldo o Leonel Messi. Cuando están
demasiados viejos para para jugar a los vaqueros y los indios, quieren jugar el
papel de Lutero y el Papa. Cuando el verdadero Papa no quiere jugar con ellos,
eligen a alguien y dicen, "Tú eres el elegido." Mira, lo más probable
es que Dios no te ha llamado para ser el líder de una nueva Reforma. Si Él lo
ha hecho, no tomes el título exaltado de "Reformador" por ti mismo.
Deja que otros decidan si eso es lo que realmente eres.
25. No pierdas tu sentido del
humor. Debemos tomarnos a Dios en serio, pero no a nosotros y ciertamente no a
la teología. Perder el sentido del humor es perder tu sentido de proporción. Y
nada es más importante en teología que un sentido de proporción.”
Esta entrevista fue traducida por Luís Luna Jr.
La publicación original de la entrevista puede ser encontrada aquí.
*En la entrevista original, el Dr. John Frame brinda 30 consejos. De esos 30, he tomado 25 pues son los que más considero aplicables al contexto en que ministro.
Excelentes consejos gracias por compartirlos!
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