Años atrás un amigo me mostró
un videoclip de comedia de Steve Harvey. Terminé con un fuerte dolor de
estómago sin poder parar de reír. De ahí en adelante, me hice un fan. En
especial, de las bromas que él hacía relacionadas con el “mundo cristiano” en
su DVD "Don't Trip! He ain´t through with me yet..."
Sin embargo, ahora se ha
vuelto mucho más famoso. Y por una razón que seguramente él lamenta. A menos
que vivas en una montaña en el Tíbet, es improbable que no estés al tanto de lo
que sucedió.
Pero, si tal es el caso, ahí va: Steve Harvey fue el anfitrión del
concurso de belleza Miss Universo 2015. Al final del show, él anunció que la
ganadora era la representante de Colombia. Minutos después, regresó al
escenario para decir que la ganadora no era la representante de Colombia sino
la representante de las Filipinas. Mostró la tarjeta a la cámara para dar fe de
lo que estaba diciendo. Y dijo que él se había equivocado.
Inmediatamente, el universo de
las redes sociales se inundó con un diluvio de memes, GIFS y bromas sobre este
"planche" (jerga popular hondureña que significa
"fracaso"). Algunos bastante graciosos, honestamente.
Y a decir
verdad, cualquiera puede señalar que Steve Harvey se ha ganado la vida como
comediante, burlándose de la gente. Ahora, puede que esté probando un poquito
de su propio jarabe.
Pero, cuando el vi el
video completo, sin ediciones, recordé una valiosa lección: en la vida, tanto como en el liderazgo, hay que reconocer
los errores, asumir la responsabilidad y pedir perdón.
Steve Harvey estaba frente a
millones de personas sintonizando el evento en vivo. Cometió lo que
posiblemente es el error más grande en la historia del concurso. Miss Colombia,
de hecho, ya estaba saludando a quienes la vitoreaban como ganadora. Y de
pronto, aparece Steve diciendo que ella no era la reina de belleza. Él se había equivocado anunciando la ganadora.
No me imagino lo
que pasó por la cabeza de Steve en ese momento. Pero, si estoy seguro que pudo haber
tomado el camino más corto. Y más fácil. Pudo haber echado la culpa al personal
técnico. Pudo haber dicho que el diseño de la tarjeta estaba mal hecho. Pudo
haber dicho que no le informaron bien.
Pudo haber dicho cualquier cosa para
haberse visto bien librado.
Pero, no lo hizo. Reconoció su error, asumió la
responsabilidad y pidió perdón.
Reconoce tus errores
Muchas personas en general, y
muchos líderes en particular, haríamos bien en aprender de esto. Hay demasiados
líderes que no reconocen sus errores. Pensando que porque son "los ungidos
de Dios" sólo Él los puede corregir. Pretendiendo que las cosas están bien
cuando en realidad no es así.
Patrick Lencioni, un gurú de la salud
organizacional, dice que la única manera en la que un líder puede instigar
confianza en su equipo es siendo vulnerable. Y la única manera de ser
vulnerable es reconociendo los errores.
De hecho, Lencioni es bastante gráfico
para describir este principio. Él dice: "Los mejores líderes no son
aquellos que pretenden que no están sudando. Sino, aquellos que levantan sus
brazos, muestran sus axilas y les dicen a su equipo: 'Chicos, miren estoy
sudando.'"
Reconoce tus errores. Perderás
valiosa información que te ayudará a crecer si sigues pretendiendo que no has
cometido ningún error.
El proverbista dice
"Quien admite esconde sus transgresiones no prosperará. Pero, quien los
confiesa y se aparta, alcanzará misericordia." - Prov.28:13
Asume la responsabilidad
También, es importante asumir
la responsabilidad. El famoso conquistador francés Napoleón Bonaparte cierta
vez dijo: "La victoria tiene muchos padres. Pero, la derrota es
huérfana."
O sea, cuando algo ha salido bien todo mundo quiere llevarse el
crédito. Pero, cuando algo ha salido mal, todo mundo quiere asignar la culpa.
Los líderes debemos tener carácter y médula para decir asumir la
responsabilidad de algo. Claro, puede que los factores externos influyan. A lo
mejor algunas circunstancias estaban fuera de control.
Pero, al final del día...
¿qué es lo que tú estás haciendo que está generando o contribuyendo a los
resultados actuales, sean estos buenos o malos?
Si los resultados del equipo
no son buenos, puede que la culpa no sea del líder, pero sí es su
responsabilidad hacer algo para que las cosas cambien.
Los líderes mediocres buscan
excusas. Los líderes efectivos buscan soluciones.
Pide perdón
Y por último, es esencial que
aprendamos a pedir perdón. Muchos líderes piensan que pedir perdón es una señal
de debilidad. Por el contrario, es una señal de humildad. Y también de una
seguridad interior. Sólo las personas inseguras se rehúsan a pedir perdón
porque piensan que eso las hace ver mal.
Asimismo, hay que saber pedir perdón.
Con esto, confieso que he sido bastante malo. Usualmente la manera en que he
pedido perdón ha sido: "Lamento que me hayas malentendido. No quise decir
eso. Lamento que lo hayas interpretado de esa manera."
A decir verdad, eso
no es pedir perdón. Porque lo que estoy diciendo no es que fallé sino que la
otra persona me malinterpretó. Básicamente estoy diciendo: "Lamento que no
hayas sido lo suficientemente ágil para comprender lo que estoy diciendo."
Cuando la otra persona está herida, no quiere escuchar explicaciones de porque
su interpretación está errada. Sino, quiere que reconozcamos que le hicimos
daño y pidamos perdón. Una mejor alternativa sería: "Hice mal en haberte
hecho sentir así. No debí hacerlo. Perdón."
Después, si la otra persona lo
permite...hay lugar para explicaciones. Antes, no. Tus relaciones más
significativas, en el trabajo, la familia y en la iglesia, serán aquellas en
las que más veces se hayan perdonado mutuamente.
Santiago, el hermano de Jesús,
lo dijo así: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por
otros, para que seáis sanados." -Santiago 5:16.
La única manera en que
tendremos libertad para pedir perdón y perdonar es que nos mantengamos
asombrados que Dios en Cristo ha perdonado nuestros pecados.
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-Luís Luna Jr.
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba.
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