miércoles, 18 de enero de 2017

11 consejos de Charles Spurgeon para los predicadores


Charles Spurgeon es considerado como el príncipe de los predicadores.

Algunos datos interesantes sobre su vida son los siguientes:
-Predicó alrededor de 600 sermones antes de cumplir 20 años.
-La compilación de sus sermones registrados llenan alrededor de 63 volúmenes y sobre 20 millones de palabras, haciéndolo el autor cristiano con una mayor colección de libros.
-En cierta ocasión se dirigió a una audiencia de 23,654 personas sin usar micrófonos o sistema de sonido.
-Él frecuentemente predicaba diez veces por semana porque aceptaba muchas invitaciones a predicar.

Sin lugar a dudas fue un predicador auténticamente dotado para el tiempo específico en el que vivió. Por fortuna, las charlas de predicación que Spurgeon daba a sus pupilos quedaron registradas. Aquí hay 12 consejos que él continuamente daba a sus estudiantes.

1. La oración es parte de la preparación del sermón.

"La oración te asistirá de una forma singular en la entrega de tu sermón; de hecho. De hecho, nada puede prepararte tan gloriosamente como descender fresco del monte de comunión con Dios para hablar con los hombres. Nadie es tan capaz para rogar con los hombres como aquellos que han luchado con Dios por la vida de ellos."

2. Usa introducciones sorprendentes

"Yo prefiero hacer la introducción del sermón similar a la de un heraldo que suena su campana diciendo '¡Oh si! ¡Oh si! Traigo un anuncio' sólo para hacerle saber a la gente que él tiene un anuncio para ellos y quiere que le escuchen. Para hacer eso, la introducción debe tener algo sorprendente en ella. Es bueno hacer un disparo estrepitoso como señal que todos empiecen la acción."

3. Los sermones largos son el producto de estudios cortos.

"Si me preguntaras qué deben hacer para acortar tus sermones, yo diría, estudia mejor...generalmente predicamos sermones más largos cuando tenemos poco que decir."


4. Varía tu voz

"¡Que pesar que un hombre que desde su corazón comunique doctrinas de gran valor, en lenguaje apropiado, cometa suicidio ministerial al tocar sólo una cuerda! ¡Cuidado! Con esa voz que sonaba y sonaba como rueda de molino con el mismo giro monótono, se que hablara del cielo o infierno, vida eterna o ira sin fin. Puede ser que, por accidente, un poco más fuerte o más suave, de acuerdo a la longitud de la oración, pero su tono era siempre el mismo, una desdichada pérdida de sonido en donde no había reposo, variedad, tonalidad, nada sino una horrible monotonía."

5. Vive lo que predicas

"Todos hemos escuchado la historia del hombre que predicaba tan bien y vivía tan mal, que cuando estaba en el púlpito todos querían que no bajara y cuando estaba fuera del púlpito, todos querían que no subiera...de la misma forma que, según el proverbio, las acciones hablan más fuerte que las palabras, así también una mala vida eventualmente ahogará la voz del ministerio más efectivo."

6. Pronuncia correctamente las palabras
"Toma mucho cuidado de las consonantes, pronuncia cada una de ellas con claridad; ellas son las expresiones de las palabras. Practica sin fatiga hasta que pronuncies bien cada consonante como debe ser; las vocales tienen un sonido propio y ellas pueden hablar por sí mismas.”

7. El silencio es oro

"Aprende a saber cuándo pausar. Hablar es plata; pero, el silencio es oro cuando los oyentes no están poniendo atención. Sigue hablando del mismo asunto y estarás meciendo la cuna y eso resultará en sueño profundo; dale una sacudida a la cuna y el sueño se irá."

8. Usa gestos naturales

"Tus gestos siempre deben ser los tuyos, y nunca una mentira bien adornada..."

9. Cuenta historias
"Con frecuencia he visto a algún pobre hombre parado en el pasillo de la Iglesia. ¡Se mira como un gorrión que recién entró al templo y ahora no puede salir! No puede entender lo que está pasando en el servicio; comienza a contar cuantas personas están sentadas en la primera fila, y todo tipo de ideas pasan por su mente. Ahora, yo quiero atraer su atención; ¿cómo lo haré? Si cito un texto de la Escritura, puede que él no sepa lo que eso significa y no esté interesado en ello. ¿He de ponerle un poco de latín o citar el hebreo o griego original de mi texto? Eso no servirá para ese hombre. ¿Qué haré? ¡Ah! Sé de una historia que seguramente, yo creo, le vendrá bien."

10. Predica a Cristo

"De todo lo que quisiera decir, este es el resumen: mis hermanos, prediquen a Cristo, siempre y todas las veces. Él es el evangelio completo. Su persona, oficios y obra deben ser nuestro tema central. El mundo necesita escuchar de Su Salvador y de cómo llegar a Él...no somos llamados a proclamar filosofía y metafísica, sino el evangelio simple. El pecado del hombre, la necesidad del nuevo nacimiento, perdón a través de expiación y salvación como resultado de la fe; estas son nuestras hachas de batalla y nuestras armas de guerra."

11. Invita la evaluación

"Elige a un amigo que te diga tus errores, o mejor aún, dale la bienvenida a un enemigo que te vigile agudamente y te ponga aguijones de forma salvaje. ¡El crítico irritante es una bendición para el hombre sabio, pero una molestia intolerable para el necio! Corrígete a ti mismo con diligencia y frecuencia, o caerás en errores que ni siquiera te darás cuenta. Así que, critícate a ti mismo sin cuidado. Pero, nunca te degeneres en volverte en crítico del púlpito, que piensan que los gestos y la voz es lo más importante."

-Extraído del libro “Preaching: Nuts and Bolts” de Brandon Hilgeman. *Las citas de Spurgeon fueron tomadas de su libro "Discursos a mis estudiantes."*

-Luís Luna Jr.

Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente amado por Abba. 

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