lunes, 19 de diciembre de 2016

Como usar tu dinero (sabiamente) en Navidad



Son muchas las opiniones que hay acerca de si es correcto que los cristianos celebramos navidad o no. Tengo buenos amigos que son mejores cristianos que yo que deciden abstenerse y no celebrarla. También, tengo buenos amigos que son mejores cristianos que yo que deciden participar de ella. En lo personal, creo que hay buenos argumentos en ambos lados de la opinión. Pero, decido celebrar la navidad. Porque es más un asunto de consciencia que algo doctrinal.

Sin embargo, cualquiera que sea tu postura con respecto a la celebración de la navidad lo que es casi seguro es que todos participamos del consumismo excesivo de la navidad. Ya sea que decidas no hacer tamales o que si decidas hacerlos (de ser así por favor avísame), ya sea que decores arbolito o que no porque las bolitas que cuelgan de los árboles representan las cabezas de los niños que Herodes mandó a decapitar, lo que es casi seguro es que terminarás gastando más de lo normal para estas fechas.

Esta es la razón por la que considero que el verdadero enemigo a luchar para esta temporada no son tanto los demonios que se pueden infiltrar a nuestras vidas por participar en estas fiestas sino más bien el ídolo del consumismo que podemos levantar en nuestro propio corazón.

Por eso quiero compartir tres consejos para reflexionar sobre cómo usar nuestro dinero en estas fechas.

1. Distingue entre necesidades y deseos.
A veces la manera en que hablamos muestra el razonamiento que usamos para tomar decisiones. No siempre. Pero a veces. Creo que este es el caso cuando nos referimos sobre compras navideñas. Usualmente, nos hemos encontrado a nosotros mismos decir cosas como: “Necesito ese par de zapatos. Y necesito que sean de esa marca.” Claro, puesto de esa manera entonces, la compra parece justificada. Pues, de todos modos es algo necesario. Pero, ¿en realidad es una necesidad o un deseo? 

Esto no significa que una sea más espiritual que la otra. O que el hecho que quieras algo sea inherentemente malo. Pero, lo que sí significa es que debes reflexionar entre aquellas cosas que sí requieres para tus quehaceres o para ser más efectivo y aquellas que nada más son deseos tuyos. Hace algunos días estuve a punto de comprar una computadora nueva. Cuando estaba casi decidido a desembolsar una cantidad considerable de dinero, al menos para mí presupuesto, me detuve a reflexionar: “Yo ya tengo una computadora. Y me funciona perfectamente bien para lo que yo necesito hacer. Yo no necesito una computadora nueva. Yo quiero una computadora nueva.” Con el fin de ayudarte a ser más sabio y no para hacerte sentir mal después de comprar algo, ¿por qué no pruebas hacerte esta pregunta antes de comprar?: ¿Necesito esto o deseo esto?

2. Prioriza experiencia sobre objetos.
Según estudios recientes, las personas más satisfechas consigo mismos y con la vida en general son aquellas que tienen un repertorio lleno de experiencias en lugar de un armario lleno de ropa. En otras palabras, la gente feliz es la que tiene más y mejores recuerdos en lugar de más ropa, zapatos y aparatos tecnológicos. Las experiencias quedan para siempre. Las cosas se vuelven, con el tiempo, obsoletas. El Smartphone que tanto amas y que te hace sentir una persona “trendy” en un par de meses estará desactualizado porque saldrá uno mejor. Pero, un viaje a la playa con tus amigos estará lleno de gratos recuerdos. Y algunos no tan gratos también.

Entonces, si vas a usar tu dinero, considera gastarlo en experiencias enriquecedoras con tus amigos y familia en lugar de llenar tu casa de cosas que no necesites que compraste con dinero que no tienes para sorprender a gente que ni siquiera te cae bien. Así que lo que esto puede significar, es que en lugar de comprar zapatos caros, puedes planear un viaje a la playa un 25 de diciembre con tu familia. Claro, escribo esto desde un país tropical cercano al ecuador en el que la idea de viajar a la playa en diciembre es viable. Pero, si estás en otro lado del mundo, entiendes el punto. Las personas son más importantes que las cosas. Los recuerdos que hacemos con las personas valen mucho más que los objetos que almacenamos. Prioriza personas en lugar de cosas. 

3. Usa tu dinero como medio de gracia
Muchos de nosotros queremos atribuirle a la temporada de la navidad significados que son nobles, pero no esenciales. Por eso hay personas que dicen: “este es un tiempo para compartir en familia, este es un tiempo para agradecer por todo, este es un tiempo para sentarse a planear para el futuro, este es un tiempo para ser generoso.” Todas estas cosas son verdades. Y muy nobles. Pero, ese no es el verdadero significado de la navidad. Lo que en realidad celebramos en estas fechas es que nuestra situación pecaminosa era tan desesperada que requería que el hijo de Dios tomara forma de hombre para vivir entre nosotros y morir por nosotros.

Porque Jesús vino a habitar en medio de nuestro desastre es que nosotros podemos tener esperanza en medio de los diferentes desastres de la vida. Porque Jesús vino a nacer en un pesebre siendo temporalmente excluido nosotros estamos seguros que somos eternamente recibidos en el abrazo del Padre. Jesús vivió la vida que nosotros teníamos que vivir. Y murió la muerte que nosotros teníamos que morir. Navidad es Jesús. Y el milagro de la Encarnación.

Y porque el milagro de la encarnación es el centro de la navidad, nosotros podemos usar nuestro dinero como un medio de gracia. Nuestras posesiones, entonces, se convierten en canales de redención para apoyar lo que Dios ya está reconstruyendo. Por eso, puedes usar tus recursos para alcanzar a más gente para Cristo donando y siendo parte de diferentes iglesias y ministerios transparentes que están haciendo una diferencia alrededor nuestro. El dinero sí puede traer felicidad, cuando lo usamos para ayudar a otros.

-Luís Luna Jr. 
Pecador rescatado por gracia. Hijo eternamente por Abba.

1 comentario:

  1. hacer un presupuesto funciona, te das cuenta de que el dinero que gastas en algo como ropa nueva o zapatos nuevos, lo ocupas en enero para la matricula o necesidades mas urgentes, es cuestion de administracion considero, mucha gente se queja que Dios no la bendice o viven pidiendo ayuda economica cuando los malos administradores somos nosotros mismo, Dios no puede darnos mas si en lo poco estamos siendo infieles. mi opiniin y experiencia propia.

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