lunes, 27 de abril de 2015

Como Usar Facebook Para La Gloria de Dios



El último recuento estadístico registró que alrededor de 1 billón de personas en el mundo tienen una cuenta de Facebook. Esto es una séptima parte de la población mundial. ¿Sorprendente, no? Las redes sociales ahora hacen del mundo una aldea global en donde todos estamos interconectados. 

Ejemplo reciente de ello es la adolescente hondureña Paola Vargas, popularmente conocida en sus videos como "La Chiki 504", ahora un fenómeno popular en las redes sociales debido a sus videos que se han vuelto virales. Tanto así, que medios internacionales han intentado contactarse con ella para poderla entrevistar.

En lo personal, y sé que no hablo sólo por mí mismo, Facebook me permite estar en comunicación continua con amigos y familiares fuera del país que de otra forma no podría hacerlo.

En el aspecto ministerial, nos ha permitido alcanzar a un mayor número de personas por medio de invitaciones a nuestras reuniones juveniles.

También nos permite estar al tanto de acontecimientos de amigos y seres queridos con quienes compartimos cada semana.

¿A cuántos no nos ha salvado la vida Facebook recordándonos fechas de cumpleaños importantes?

En general, Facebook es una bendición. Debemos estar agradecidos con Dios por Mark Zuckerberg y su espíritu de emprendedurismo que lo llevó a crear esta herramienta.

Sin embargo, como medio provechoso, si no tenemos cuidado, podemos caer en una dependencia insalubre de su uso. Aquí hay algunas sugerencias sobre usar Facebook para la gloria de Dios:

1. No permitas que Facebook sustituya el contacto personal


Vivimos en un mundo digital. Es muy fácil sustituir la interacción de persona a persona y en su lugar usar mensajes instantáneos por medio de Facebook Messenger y otras vías. 

De hecho, ahora es muy común que en vez de hacer una llamada enviemos un mensaje. Eso, en cierta forma, nos libera de rendir cuentas. Si alguien pregunta, "¿por qué no fuiste a la reunión?" tenemos la opción de responder con otra pregunta, "¿No leíste mi mensaje? Ahí te expliqué porque no pude ir." 

Aunque es más fácil enviar un texto por WhatsApp o un mensaje por facebook, hay cosas importantes que mejor se deben hablar por teléfono o en persona para evitar una confusión.

Hace un par de días una amiga me escribió diciéndome, "¿Estás molesto?" Yo contesté, "¡No, para nada! ¿Por qué?" Ella me dijo, "Vi que enviamos un video al grupo y solo contestaste, ‘¡Qué bueno, vos! Y te sentimos cortante. Por eso pensé que estabas molesto.’"

Lo interesante es como ella le asignó un tono a lo que yo había escrito y lo interpretó de una manera diferente. Estoy seguro que muchos hemos hecho lo mismo.

Los mensajes constan de tres aspectos: contenido, tono y lenguaje corporal. Casi un 75% de nuestro mensaje es interpretado por el tono y el lenguaje corporal y el resto es el contenido. Ahora bien, ni el tono ni el lenguaje corporal pueden ser comunicados por medio de un mensaje instantáneo.

No sólo esto, sino que las conversaciones que nos hacen crecer como personas son realizadas cara a cara. Las veces en que hemos sido confrontados a cambiar positivamente fue cuando alguien nos miró a los ojos y nos hizo saber, en amor, lo que estábamos haciendo mal y porque necesitábamos cambiar. 

Ningún cambio sustancial en nosotros vino porque alguien nos envió un texto diciendo, "Es tiempo que cambies. LOL." No dejemos que Facebook sustituya el contacto personal.

2. No permitas que Facebook haga que estés presente pero ausente


La mayoría hemos presenciado este típico escenario: estamos en la mesa sentados cenando, todos están conversando y tu mamá te reclama porque tú estás terminando de editar la foto en Instagram que estás segura que causara la envidia de todos los que te siguen. ¡Qué barbaridad la de tu mamá de no comprender eso, verdad!

En realidad, no. Es patético. La Biblia enseña que para todo hay tiempo. Cuando estás compartiendo en la mesa en familia, es un tiempo para hablar, escuchar, contar como estuvo tu día y reírte. Dios te bendijo con la familia que tienes. Es un regalo de Dios. No desaproveches el tiempo que tengas con ellos.

Cuando salgas a visitar a tus abuelos, deja el celular en tu bolsillo. Sé que a lo mejor tu abuela cuente la misma historia que ha contado 46 veces. Pero, el hecho que esté viva es una bendición. Aprovéchela y no desperdicies tu tiempo mirando a una pantalla de 4 pulgadas.

Si estás en la Iglesia, no contestes mensajes. O si no, ponle la opción de "no molestar." Tu corazón necesita de la Palabra del Señor, pero para que Su Palabra cause un efecto primero tienes que escuchar. Pon atención al mensaje. Dios habla a través de las personas que predican La Biblia fielmente.

3. No permitas que Facebook te robe el tiempo a solas con Dios


El pastor Charles Stanley dice que, "lo más importante en tu vida es tu relación con Jesucristo." Es lo que nosotros más tenemos que cuidar y cultivar. Es necesario que cada día, apartemos un tiempo para poder tener intimidad con Él. 

Sin embargo, si lo primero que haces al levantarte es revisar el "feed" de tu instagram o Twitter, entonces es necesario hacer unos ajustes. Cada mañana, levantate y lee la Biblia, ya sea un capítulo o un pasaje y luego ora conforme lo que leíste. Y hazlo con tu celular lejos de tí para que no te distraigas. Las notificaciones en Facebook pueden esperar para ser contestadas. Pero, tu corazón diariamente y constantemente necesita sentarse a disfrutar los abrazos del Padre en intimidad.

No dejes que lo que es verdaderamente importante en tu vida: tu relación con Dios, tu relación con tu familia y amigos, sean dañados porque estés constantemente atado al mundo virtual.

Las redes sociales proveen un medio bastante efectivo para poder estar en contacto con de quienes nos rodean, pero debemos tener cuidado que no sustituyan el regalo que es compartir en persona con los demás y el enorme deleite de estar ininterrumpidamente con el Padre Celestial.

Por: Luís Luna Jr.

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